Cap. 007

62 6 0
                                    

Al volver a la casa del dragón ambos comieron juntos, pero en silencio, JungKook pensando en todo lo que había oculto en el reino del que provenía su esposo y que había dejado pasar, mientras Jimin analizaba las diferencias entre el reino de los dragones y el de las alpacas, ¿Por qué todo sobre su familia era tan misterioso?

A la hora de dormir el dragón tomó sus cosas y volvió a la sala, quería sin querer dormir junto a su esposo por miedo a llegar a incomodar y prefería tomar las cosas con calma, su familia ya le había arruinado parte de su plan y él no echaría a perder las últimas oportunidades que le quedaban para estar junto a la bella alpaca.

A la mañana siguiente el Alfa se levantó del sofá y dobló las mantas que uso y las acomodó para después ir a la cocina.

—Buenos días, señora Bae— saludó a la mujer que estaba preparando en el desayuno.

—Buenos días, señor Jeon— respondió y siguió con su trabajo —¿Puedo hacerle una pregunta?

—¿Qué sucede?

—Lo vi dormir en el sofá.

—Es para no molestarlo, aún no nos conocemos bien como para dormir juntos— explicó.

—Podría usar el cuarto de invitados o su estudio, debe ser incómodo dormir en el sofá.

JungKook en esos momentos se sintió como un tonto, no recordaba su habitación para invitados y el sofá cama que tenía en su estudio, había dormido incómodo en la sala dos noches por sus nervios de estar en la misma casa que Jimin que no lo dejaban pensar con claridad.

—Iré por Jimin para desayunar— avisó y se dirigió a la habitación.

Golpeó la puerta y al no recibir respuesta decidió entrar encontrándose al Omega aún dormido en la cama matrimonial. Se acercó sigilosamente, teniendo cuidado que sus alas o cola fueran a tirar algo.

—Jimin... — lo llamó con una voz suave para no asustarlo, pero la alpaca parecía tener el sueño pesado —Min— volvió a llamarlo, no quería tocarlo por miedo a que fuera a reaccionar y pensar mal sobre él, pero parecía que no tendría de otra, lo llamo por última vez y al no obtener resultado soltó un suspiro —Es imposible... — susurró y observó el rostro de su esposo sin poder evitar sonreír, era realmente hermoso y lo amaba con cada una de sus imperfecciones; aunque pensándolo bien no tenía imperfecciones, él era simplemente perfecto tal y como era: cabello rubio, sus pestañas largas, sus gorditas mejillas que la mayoría del tiempo estaban sonrojadas y sus esponjosos labios que en esos momentos formaban un puchero.

Por instinto llevo su mano hasta la mejilla del Omega y la acarició cariñosamente, se sorprendió al ver como el rubio parecía sonreír y frotarse contra la mano como si el contacto no le molestará, más bien parecía como si le gustará.

Una parte de él parecía saber que el dragón era su pareja destinada, pero otra aún estaba confundida y no lo podía ver.

—No me rendiré— murmuró y se alejó de la cama provocando que el puchero de la alpaca regresará —Adorable~— susurró y se dirigió al baño para tomar una ducha y cambiarse de ropa sin hacer ruido. Salió de la habitación para dirigirse a la cocina —Señora Bae, mi esposo desayunará más tarde.

—Entendido— la mujer asintió —Entonces le serviré su desayuno-.

—No hace falta, tengo algo de prisa— interrumpió para después salir de la casa; aunque fue sorprendido por un alfa conejo.

—Kook hyung.

—¿Qué sucede, NamJoon?

—Estuve investigando sobre las alpacas y encontré sobre la época de esquila, es cuando-

—Cuando les cortan su lana— completo —¿Para qué investigaste sobre las alpacas?

—Quiero que tu esposo se sienta cómodo, cuando tú vas a trabajar él se queda aquí solo con la señora Bae y también está en un lugar desconocido, pensé que le haría bien tener un amigo.

—Me gustaría que consiguiera un amigo Omega o un beta— refunfuño.

—¿Eh?

—Aún no he marcado a Jimin y no es bueno que este con otro alfa.

—Hyung, me conoces muy bien, yo ya estoy cortejando a un Omega— sonrió y le mostró su móvil —Mira, dice que la época de esquila es generalmente entre octubre y noviembre, ¿Que hará cuando llegue el momento?, Leí que si dejaban que su lana crezca demasiado se vuelve incómodo...— Kim siguió hablando mientras que JungKook se puso a pensar en la época de esquila.

Sabía que Jimin odiaba la época de esquila, él cuidaba mucho de su lana y la verdad es que en su forma animal era la alpaca más bella y adorable que podría existir, pero odiaba aquella época por el simple hecho de que los encargados de ello eran demasiado rudos y no se preocupaban si lo lastimaban, después toda esa lana se trataba y vendía. JungKook también odiaba esa época, no le gustaba ver a su Omega triste y siempre lo intentaba animar con obsequios de un "admirador secreto". Los regalos eran desde peluches, flores, postres hasta anillos y otras joyas, como una hermosa tiara de diamantes color planeado y morado que también incluía una pequeña nota que decía:

"No importa cuánto corten tu lana a un príncipe como tú no le pueden quitar su belleza, así que ya no llores más"

Jimin apenas tenía unos siete años cuando recibió la tiara y JungKook tenía catorce, había sido castigado porque había gastado bastante dinero en aquella tiara y según la versión que tenía su familia es que él la había perdido y que la había comprado como regalo para su hermana mayor, pero había valido completamente la pena por ver a Jimin sonreír.

—¿Hyung? — la voz del otro alfa lo hizo salir de sus recuerdos.

—¿Qué sucede, NamJoon?

—¿Quién se hará cargo de cortar la lana de Jimin?

—No lo sé, lo pensaré después— siguió caminando y se transformó en dragón para alejarse mucho más rápido del conejo.

Estaba considerando encontrar a alguien que pudiera cortar la lana de la alpaca y que fuera cuidadoso para no lastimarlo o llevarlo al territorio de las alpacas en la época de esquila.

Dragón EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora