Cap. 019

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—En cualquier momento puede haber una réplica, así que debemos ser cuidadosos— JungKook hablaba mientras caminaba sin soltar la mano de Jimin que se había mantenido en silencio todo el tiempo desde que le había dicho que eran destinados, parecía estar perdido en sus pensamientos e ignoraba todo a su al rededor.

Habían salido del callejón y JungKook veía todo, la gente estaba reunida en varios grupos, había policías poniendo orden al igual que ambulancias y paramédicos para ayudar a la gente que había entrado en pánico, al menos por lo que veía no había un daño grave o eso pensó hasta acercarse más al centro de la ciudad donde vio que varias estructuras habían colapsado.

—Hay gente ahí— Jimin murmuró.

—¿Eh?

—Esa es la tienda a la que pase hace un rato— señaló hacia una de las construcciones colapsadas —Había una señora ahí.

—Los rescatistas se están haciendo cargo, ella debe estar bien— JungKook siguió caminando.

—¿Qué pasará con la gente que se quedó sin hogar?

—Serán reubicados hasta que sus hogares sean reconstruidos, hay un fondo para emergencias así.

—¿Y cómo saben cuánto dinero necesitan?

—Se hace un estudio.

En el reino de las alpacas no era así, si había una catástrofe ellos no estaban preparados, ni siquiera había una alerta sísmica como la que tienen aquí, si las casas y edificios recibían daños simplemente eran clausurados y la gente se quedaba sin hogar, debían buscar otro lugar donde vivir, las únicas cosas que eran reparadas eran en el castillo o en la ciudad la cual sólo era habitada por gente que tenía demasiado dinero o por las familias de los coroneles del ejército.

JungKook lo acompaño hasta que llegaron a casa y ahí la señora Bae, NamJoon y Ji-ho los esperaban.

—Yo lo lamento, príncipe Jeon— la mujer se apresuró a disculparse —No tuve que haber sacado a su esposo sin permiso-

—Todo está bien, señora Bae— JungKook la interrumpió —¿Todos están bien?

—Si, aquí nada grave paso— Ji-ho informó.

—Perdón por escapar y meterlos en problemas— Jimin se disculpó y fue corriendo hacia su habitación.

—Luego nos vemos, vayan a ayudar a los rescatistas o pueden ir a ver cómo están sus conocidos— JungKook fue tras su esposo —Minnie...— entró a la habitación —Debo curar tus heridas.

—Está bien— asintió y el dragón lo llevó al baño para lavarle el rostro y manos —¿Dónde más te lastimaste?

—Las rodillas— JungKook bajo la mirada y notó que el pantalón de la alpaca estaba roto y sus rodillas tenían sangre.

—¿Podrías alzar tu pantalón?

—Si— se agachó e intentó doblarlo hasta que quedará más arriba de las rodillas, pero al ser ajustado era realmente difícil así que decidió quitárselos haciendo que su esposo se sonrojara, pero aun así se agachó y limpió las heridas.

—¿Cómo fue que te caíste?

—Los escalones eran bastantes pequeños al final...

—¿No te duele algo más? — había inspeccionado superficialmente y no había notado hinchazón alguna y Jimin no se quejaba.

—No.

—Bien, ahora siéntate y yo me encargó de tus heridas— Jimin se sentó sobre la tapa del inodoro y JungKook se arrodillo para comenzar a desinfectar cada herida —Esto va a arder un poco— advirtió y sólo escuchaba como el Omega siseaba intentando no quejarse.

Dragón EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora