No hay descanso

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Al siguiente día, la mayoría despertó con un fuerte dolor de cabeza y un potente mareo semejante a la fiebre. Lo que hizo que se tomaran su tiempo en levantarse y cuando lo lograran, se mantuvieran cerca de Aisling para así poder recuperarse.

Ya cuando estaban mejores, no descansados, pero si capaces para moverse. Realnost, más fresco que una lechuga, declaró que ya era hora de regresar a casa. Todos celebraron esa decisión y con ansias empezaron el viaje de regreso.

Fue tranquilo al principio, pero cuando tuvieron que colarse en uno de los buques para regresar a América, el fuerte océano atlántico les aumentó el mareo que les había dejado el alcohol, así que estuvieron pegados a Aisling quien en contra de esto emitía una cálida luz que regulaba ese sentimiento.

Tardaron un tiempo, mismo tiempo en donde pudieron recuperarse y disfrutar de una larga caminata, unas agradables conversaciones y un hermoso paisaje. Cualquier persona que los veía supondría que era unos hermanos haciendo su primera travesía juntos. No estarían tan equivocados.

Cuando llegaron a casa, lo agradecieron y sintieron esa calma, esa seguridad que solo el hogar era capaz de trasmitir.

Apenas llegaron. Vieron cómo obviamente las ruinas tenían polvo por el tiempo descuidado, así que por orden de Realnost dispusieron a limpiar cada uno una parte de las ruinas, liberándolas del polvo que las envolvía.

Ahí descubrieron varias cosas. Nightmare, no sabía usar una escoba. Amery, era aceptable. Aisling, aceptable, mucho más que los otros 2. Y Realnost... Él podía pasar por limpiador convulsivo sin problemas.

Ya cuando terminaron de limpiar, reordenar y apreciar momentáneamente su arduo trabajo, se reunieron en la mesa para hablar un poco.

Realnost empezó agradeciendo su obediencia. Admitió que no tenía experiencia en todo eso de las guerras y que muchas veces sus ideas no eran totalmente apropiadas para el momento. Así que agradecía que aún bajo esas condiciones y ante la gran cantidad de errores que había cometido, ellos se habían mantenido al pendiente de sus palabras y siempre dispuestos a ayudarlo con la planeación en batalla.

También los felicitó por todas sus ocurrencias y métodos para cumplir los objetivos. Resaltó la valentía de Aisling a la hora ofrecer el armisticio. Las jugadas maestras de Nightmare para colarse en las trincheras y La gran atención de Amery en medio de la batalla. Al terminar, los ya nombrados se vieron entre ellos y empezaron a chocar los cinco en victoria.

Realnost sonrió al ver que aún tenían energía para festejar, pero no se esperó que ellos al terminar de cantar victoria, empezaron a aplaudir. Él mayor los miró confundido, luego entendió que lo estaban felicitando cuando en efecto, empezaron a felicitarlo por su gran coraje al enfrentar algo que no conocía, aun así, fue capaz de guiarlos hasta la "victoria". También le agradecieron por preocuparse por ellos en cada momento y por su gran toma de decisiones. Esto hizo que Realnost, sonriente empezara a aplaudir también.

Ya cuando terminaron de felicitarse y agradecerse. Empezaron a hablar.

Ahora que habían parado la guerra, ¿Qué se suponía que iban a hacer? porqué aun los relegados estaban por ahí. Aún estaba la enfermedad de Madre tierra que seguía empeorando a paso lento con el tiempo.

Las palabras se centraron en los Relegados. Había que encontrarlos, no solo para detener su movilización, sino que también para averiguar la enfermedad que atormentaba a Madre Tierra.

Hablaron sobre si ir a buscarlos de nuevo por los continentes, pero como estaban las cosas por la aun, políticamente hablando, "Guerra mundial". Una gran parte de los países estaban en discordia y era mejor evitar problemas. Sin contar que la tensión no había disminuido, lo que implicaba posibles disputas. El transporte iba a ser horrible. Un montón de cosas además de esas.

Lo que terminaron acordando, fue descansar un tiempo. Se lo habían ganado con sus esfuerzos en la guerra y realmente era necesario para ellos, ya sea para recuperarse de heridas persistentes o simplemente para tranquilizar las emociones volátiles.

Apenas lo acordaron, no tardaron en hacerlo. Todos se levantaron de la mesa, acomodaron las sillas y se fueron a dormir. Todos cayeron rendidos al momento, durmieron un día completo, casi todos lo hicieron.

Amery despertó por la tarde y aprovechando que todos estaban dormidos, se coló a una de las habitaciones y escogió varios libros de la librería de Aisling para empezar a leerlos detalladamente en su habitación. Quería saber si había algo que podía hacer sanar a las plantas de forma rápida y eficiente, buscar una solución para ese problema persistente.

Encontró una gran variedad de formas de sanar la vegetación en esos libros, pero ninguna lo convencía. Según su criterio, eran poco efectivas y demasiado pequeñas. Necesitaba algo más grande, más rápido.

Continuó leyendo sin encontrar cosa que le llamara la atención o que generara alguna idea. Ya llegada la fría noche, dejó de investigar. Ahora comenzó a pensar, ordenando los problemas y buscando posibles soluciones con la información obtenida.

–Para la deforestación y la contaminación la solución más simple es el tiempo. Con unos cuantos años todos los bosques, la atmosfera, hasta el océano se arreglarían por si solos gracias a las especies de animales que viven en esos ecosistemas – Había concluido con tranquilidad, pero luego llegaba el otro problema el cual le estaba comenzando a molestar demasiado.

–Las personas impiden eso... Las personas como tal ya hacen bastante daño al medio ambiente. No quiero ni pensar todo lo que hace el conjunto de ingeniería al completo... calentamiento global – Él ya no se molestaba en anotar todas las variables para su ecuación. Solo con esa única variable, era suficiente como para molestar el otro problema y cada vez que lo pensaba, un arranque de frustración llegaba a él. Pero debía calmarse, debía seguir pensando, investigando en el problema primordial.

Así pasó toda la noche, despierto, pero no consiguió nada que lo complaciera. Solo le quedaba regresar los libros y buscar otros para repetir la acción después. No podía permitirse descansar demasiado, debía curar a madre tierra. Ese era el deber que él había ignorado y que debía compensar esa ignorancia lográndolo. 

El principio de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora