Cambios

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Amery en poco tiempo dejó atrás el santuario, pero se mantuvo en Kioto hasta 1900, comprobando que efectivamente Akira tenía razón. La Fantasía de cientos de personas, se estaba haciendo Realidad gracias al esfuerzo y sacrificios de ellos mismos. El pías mejoraba a pasos agigantados, las relaciones exteriores, el comercio interno. Todo estaba en subida. Eso lo marcó, quizás él podía conseguir lo mismo algún día.

Él descansó durante ese tiempo, luego fue directamente a América para visitar a Realnost. Llevaba quizás unos 400 años sin hablar con él, aparte, desde su "desconexión" había pasado un montón de cosas en el mundo. También quería hablar con Madre Tierra, quería preguntarle un par de cosas.

No tardó tanto como esperaba y llegó a las ruinas que al parecer seguían intactas, a diferencia del resto del continente donde había grandes ciudades con edificios de concreto y ladrillo o vehículos metálicos impulsados por motores. Muchos cambios que cuando él estuvo, aunque no se acordaba muy bien cuando fue que estuvo por ahí. Eso sí, aprovechó que estaba por ahí y con algo de dinero e intercambios, logró cambiarse de ropa y comprar ciertos artilugios para facilitar su travesía.

Apenas llegó a donde estaban las ruinas, se encontró con un montón de flores de colores vivos: tulipanes de múltiples colores, rosas, margaritas, girasoles, narcisos. Arboles de flores amarillas, arboles de distintos tamaños y textura. Pequeñas plantas como el Aloe vera, menta y crisantemos. Incluso encontró plantas de algodón, muy extrañas.

Él no recordaba las ruinas tan vivas, tampoco tan pacíficas. Se preguntaba a donde habían ido los "Relegados", por lo general siempre estaban dando vueltas por ahí y ahora no los veía por ningún lado.

Todo era muy extraño, así que anduvo con cautela hacia el centro de las ruinas, hacia la pirámide del sol cubierta de musgo, mismo que brillaba de un verde vivo.

Entró a ellas viendo como el lugar sucio, lleno de polvo y musgo muerto que recordaba. Ahora estaba totalmente limpio, el musgo estaba de un color vivo y podría decirse que apenas había polvo. Incluso había algunos muebles hechos de madera y de roca pulida haciendo que el lugar tuviera un aire acogedor.

Era extraño, pero le gustaba eso, era algo muy moderno para el lugar. También le gustaba ver como Realnost estaba sentado sobre una silla de piedra, centrado en tallar con un cincel una piedra sobre una mesa de madera. Estaba tan concentrado en eso que no se percató de su presencia y continuó tallando, así que Amery se paseó por la ruina viendo todo lo que Realnost había hecho con anterioridad.

Desde sillas de madera y piedra, mesas, algunos cuadros de madera vacíos, floreros, masetas y hasta una gran variedad de tipos de espadas, hachas y lanzas hechas de piedra, mismas que estaban colgadas en una de las paredes, ordenadas y cuidadas como si de una exhibición se tratara.

Le pareció curioso que hubiera este tipo de armas, ya que Realnost no usaba ninguna de ellas. Lo que si le sorprendió fue que en una mesa aparte había unos brazales de piedra muy detallados, pero parecían usados.

Amery los vio curioso, no pensaba que Realnost los usara. Él siempre decía que su herramienta era más que suficiente, tanto para atacar como para defenderse y por su gran habilidad eso había quedado claro hace siglos.

Él los agarró con curiosidad y los revisó por encima, viendo como tenían marcas de cortes y algunos rasguños. Reconoció las marcas, mismas que hacia la herramienta agrícola de Realnost, así que no eran de él. También comprobó que no eran de su talla al compararlo con los ya desgastados que tenía puestos. Se preguntaba de quienes eran y sí realmente había otra persona ahí. Misma pregunta fue respondida segundos después.

A sus espaldas una voz masculina le ordenó que se mantuviera en su lugar, que bajara los brazales y que levantara las manos. Amery algo exaltado por lo repentino de las palabras, obedeció.

El hombre le preguntó que quién era y qué hacía ahí. Se notaba bastante agresivo e imponente, así que Amery intentó calmarlo con palabras, pero ese hombre estaba alterado, quizás sorprendido de que alguien hubiera llegado ahí.

Amery intentó hacer conversación para tranquilizarlo, intentar descubrir primero quién era, pero al parecer solo lo alteraba más así que se silenció. Lo único que logró descubrir era que ese hombre era muy agresivo y que había que neutralizarlo lo antes posible.

El hombre le iba a repetir la pregunta cuando Realnost se asomó por la puerta con la mirada fija en una tetera de piedra que estaba revisando. Se veía satisfecho por ello, tanto que estaba medio-sonriendo a boca cerrada mientras sostenía su tetera. Ambos hombres giraron a verlo, pero solo uno aprovechó el descuido del otro.

En menos de un segundo, Amery atravesó la habitación con la ayuda del elemento "Rayo", pateó las piernas de su contrincante dejándolo en el aire, al mismo tiempo le arrebataba el arma, lo agarraba por el brazo y lo pisaba con fuerza contra el suelo aturdiéndolo. Con el brazo inmovilizado y con el pie en la espalda se podía decir que ese hombre no se iba a mover del suelo.

Para asegurarlo y no arruinar las obras de Realnost con algún rayo o llamarada, Amery le apuntó con el revolver que acababa de arrebatar directamente a la cabeza del hombre bajo su pie.

Ante el estruendo repentino Realnost levantó la mirada de su tetera para ver al hombre en el suelo, luego vio a Amery quien le dijo que había atrapado a un intruso. Le reclamó que debía de estar más pendiente de su entornó y que le agradeciera por el hecho de que él estuviera ahí en ese preciso momento. Realnost solo se quedó inexpresivo ante la situación, misma que aun podía empeorar.

Ambos hombres en conflicto empezaron a gritar. Uno que lo dejara de pisar y el otro que él primero dejara de gritar, pero eso hacía que el primero se molestara y lo insultara a gritos, cosa que impulsaba al segundo a pisarlo para que se callara mientras lo amenazaba con volarle la cabeza, mismo que provocaba que el primero le gritara que lo intentara, lo estaba retando y el segundo tampoco es que no quería hacerlo. Un gran bullero.

Realnost se quedó viéndolos con la tetera en mano y con la expresión más nula que tenía. Estaba algo aturdido por el ruido, pero no tenía tantas ganas de detenerlos, es más, estaba por irse y dejarlos ahí, pero otra persona llegó a su lado preguntando el porqué de tanto alboroto, misma persona que en una mano tenía un ramo de hojas verdes y en la otra un vaso de cristal con agua humeante.

Todos voltearon a ver a la recién llegada notando que era una chica bastante joven y bonita. Quien se asustó al ser apuntada por el revolver soltando un pequeño grito y haciendo el ademan de retroceder. Por esto, Amery le ordenó que se quedara quieta cosa que ella hizo al instante, solo que temblaba un poco.

Ahora que había algo más de silencio, la chica preguntó... – Rem ¿Qué está pasando? – . Al escuchar esto, Amery volteó hacia Realnost para preguntar confundido. – ¿Rem?

Realnost simplemente, volteó hacia la chica, estiró la mano hacia el ramo de hojas verdes, arrancó unas cuantas, las echó dentro de la tetera, luego agarró el vaso de agua y echó su contenido en la tetera para empezar a menearla con suavidad. Pasó el contenido de la tetera al vaso. Revisó el líquido viendo que era un color verdoso con aprobación para comenzar a beber el contenido mientras veía inexpresivo al resto.

Cuando terminó, asintió satisfecho y declaró que era hora de hablar. 

El principio de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora