El principio de todo

La solución a largo plazo

Días después despertó mareado, desorientado, en lo que parecía una espaciosa carpa verde. Él se comenzó a moverse, con intensión de incorporarse, pero una mano amable lo detuvo para después decirle que debería seguir acostado, así aseguraría que las heridas no se abrieran otra vez.

Allí se dio cuenta que estaba totalmente vendado como al parecer ya era costumbre. Él levantó la cabeza y le dedicó un agradecimiento a Aisling, quien lo aceptó con una sonrisa y alegrándose que estuviera bien dijo que no había problema, para después rodar en su silla hacia la cama vecina.

Amery giró la cabeza para ver a donde se dirigía, viendo como Aisling revisaba con la mirada a un Nightmare totalmente inconsciente.

Ella se mantuvo estática para después posar su mano con suavidad sobre la cabeza de él, seguido de esto un una luz tenue y un calor agradable empezó a llenar la carpa. Amery notó que misma luz y calor salían de Aisling. Estaba usando su poder para sanar las heridas de Nightmare pero también lo estaba curando a él, suponía que a menor intensidad, pero era algo. Realmente podía curar en área incluso inconscientemente.

Él se reconfortó por lo agradable del calor, para luego recordar el campo de batalla, el arma clavada. Se incorporó de golpe contra el dolor de las heridas para preguntar preocupado el paradero de Realnost. La chica se exaltó por lo repentino para girar hacia él sorprendida, luego señaló hacia el pie de su cama, donde estaba otra cama con un Realnost profundamente dormido tapado hasta los hombros. Estaba bien con su piel inmaculada sin ninguna herida o decoloración por el fuego.

Ahí Amery exhaló aliviado de que todos estaban bien para volver a agradecer la presencia y los cuidados de Aisling. Ella al escuchar eso sonrió con vergüenza, se sentía bastante contenta y bien consigo.

Él sonrió ante esto, para luego acostarse y ver el techo de la carpa con expresión pensativa. – ¿Cómo los relegados están intentando solucionar el problema que los motiva a moverse?– No sabía mucho de los relegados, pero sabía que no eran resistentes, muy débiles y dispersos, pero también eran muy agresivos, rápidos, agiles y adaptables al entorno. Eran numeroso, una fuerza letal. Así que – ¿Cómo solucionaban el problema sin causar una revuelta? ¿Sin que nadie se enterara o sospechara?

Lo pensó durante mucho tiempo, demasiado, no encontró la respuesta, y no solo eso, salían más preguntas. – ¿En dónde estaban? ¿Cómo se mueven sin ser vistos? si es que realmente salieron de las ruinas ¿Cómo lo hicieron? ¿Pueden nadar?

Llegó a un punto que simplemente dejó de pensar y se quedó viendo el techo de la carpa mientras Aisling revisaba a los otros dos, priorizando su salud ya que aún no habían despertado y eso la tenía muy preocupada. Tanto, que no había tomado un solo descanso. Amery no dudaba, sabía que ella no había dormido ni un poco, se le notaba aun de espaldas.

Él la vio durante un tiempo, luego preguntó si había dormido algo. Aisling giró hacia él, sintiéndose descubierta. Le mantuvo la mirada un momento, para asentir lentamente, luego asentir repetidas veces mientras afirmaba que si lo había hecho. Él en respuesta a eso, hizo una mueca incrédula, misma que le sacó una risa a la chica, haciendo que su "mentira" se cayera.

Al final lo admitió. Aisling llevaba 3 días sin dormir por estar atenta a ellos para que no les faltara nada o les pasara nada. Él se sorprendió y dijo que era una gran niña, pero ahora debería descansar, al menos unas horas.

Ella asintió en acuerdo mientras el sueño la consumía, pero luego negó diciendo que había un problema, no había una cama para ella. Él volteó confirmando eso, pero sin problemas le ofreció un espacio en la suya para que pudiera dormir en una cama.

Aisling negó diciendo que él estaba muy maltratado, debía descansar en plena comodidad para que pudiera recuperarse bien. Amery sonrió diciendo que mejor comodidad que estar con su "Hermana menor" no había, sin contar que si se le llegaba a pasar algo la avisaría inmediatamente y la sacaría de la cama de un empujón.

La chica no muy convencida, accedió. Con todo el cuidado posible se acostó a su lado y con más cuidado aún, se arropó hasta los hombros. Amery no pudo evitar reír por la actitud bastante tierna y nerviosa de su acompañante, misma risa que hizo que se retorciera un poco por el dolor.

Así, en un par de minutos, Aisling cayó en un profundo sueño a su lado por el cansancio. Él simplemente se acomodó a su lado para dormir... Cosa que no hizo

Pasó gran parte del tiempo pensando en la forma de curar los ecosistemas, sin encontrar una forma que las personas con el tiempo no la destruyeran por x o y razón. – ¿Cómo lo estarían sobrellevando los relegados? ¿Qué estarían haciendo ahora?

Pensó y pensó mucho, pero se desvió de sus pensamientos cuando a su lado Aisling se movió. Volteó hacia ella viendo cómo se acomodaba sobre su derecha, seguido de esto, empezó a brillar levemente.

Amery quedó confundido al ver esto. Ella estaba usando su poder, dormida, de forma inconsciente. Esto no le disgustó mucho, es más lo maravilló al ver cómo, aun así, lo estaba curando, y no solo eso.

Él comenzó a sentir como algo caminaba sobre su piel, lo que hizo que inmediatamente se destapara para revisarse, viendo como las cicatrices añejas en su cuerpo empezaban a curarse, desapareciendo de su piel sin dejar rastro. Aun sus heridas estaban ahí, pero ahora no dolían. El efecto del poder de Aisling ahora era mucho más intenso.

Él más sorprendido, empezó a tocarse la piel, sintiendo como todas esas marcas de tortura, de guerra desaparecían. Lo único que perduró fueron las marcas de los rayos del Dios que no desaparecían bajo sus dedos. Aun así, Estaba fascinado y feliz por esto, por fin ya no tendría esas marcas que le recordaban esos tiempos oscuros, ahora su piel estaba limpia de toda esa maldad.

También vio como en una mesa frente a ellos, donde había una flor algo decaída comenzaba a enderezarse más viva que nunca. Al ver esto, con cuidado se asomó por la cabecera de la cama para ver como en el suelo totalmente recto de tierra, empezaron a brotar pequeños indicios de hierba. Las plantas estaban creciendo casi inmediatamente.

Ante esto, una sola palabra aparecía en la mente de Amery. – ¡Es la solución! – Misma que se repetía. – ¡Es la solución! ¡Es la solución! – en un aparente bucle.

– Claro. Ella podría ir curando y generando la vegetación a su paso, solo habría que transportarla a los diversos lugares que presente enfermedad y todo estaría solucionado– pensó bastante ilusionado, pero esto duró poco. Ella comenzó a respirar pesadamente, cansada por usar su poder, aunque solo lo usó unos segundos, consumió sus energías y apagó su luz.

–Es una solución... a largo plazo– pensó algo desilusionado, pero de todas formas estaba feliz con ella, por haberle quitado esas cicatrices que tanto detestaba.

De la forma más fraternal posible, la abrazó con cuidado de no despertarla. Tiempo después le susurró al oído –Algún día, brillaras más que las estrellas–, para empezar a caer dormido junto a ella. Ahí la respiración de Aisling se tranquilizó, y de forma inconsciente, sonrió.