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Lamentablemente, Roy no encontró nada interesante siguiendo a aquel rodiano. Solo una casa sumamente humilde, pero mejor que muchas de las "viviendas" de los más necesitados. El joven Padawan hecho un vistazo por aquí y por allá en cuanto lugar le llamara la atención. Pero no encontró nada más que miseria y sufrimiento. Maldijo a los Hutt por su régimen miserable, pero su mente fría le permitió tomarse la cosas con calma y no hacer ninguna locura. De momento, lo mejor sería regresar con su maestro. Algo nada sencillo, pues tenía que usar sus habilidades de rastreo para eso, pues la Fuerza no lo ayudaría a sentirlo.
Pablo, en cambio, había pescado al pez gordo. Dunkan resultó ser el propietario de la imponenete mansión en la cual Tukk y Doss esperaban impacientes, y las coincidencias fueron muy oportunas.
El jedi pudo sentir la presencia de sus camaradas adentro, y sonrió al saber de su fortuna. Ahora, solo tenía descubrir una forma de colarse sin ser descubierto.
No parecía que iba a ser una tarea fácil, pues la mansión carecía de lugares poco protegidos, y a pesar de sus visibles lujos, si la mirabas con detenimiento podías apreciar que se trataba de un bunquer muy decorado, sin entradas más allá que la entrada principal, y con ventanas diseñadas para evitar a los intrusos.
Pablo miró a todos lados buscando una forma de entrar, pero la idea que tuvo no le agradaba en lo más mínimo. Cerca de él, la enorme tapa metálica que daba entrada a las alcantarillas. Por allí seguro podría acceder a algún lugar de los inmensos jardines que rodeaban la mansión. Tenía que haber alguna forma... lamentablemente.
Mientras tanto, aún dentro de la nave, Tesla y Hammer se dirigían lentamente a comprobar la fuente del ruido que escucharon. Estaban sumamente alertas, con sus rifles en alto apuntando a donde sus ojos ponían su mirada, pero incluso con sus cascos con sensores que mejoraban sus capacidades de detección no podían encontrar nada.
Tesla: - Estas paranoico. Te dijo que no había escuchado nada. -
Hammer: - No estoy jugando. Te digo que escuché algo. -
A pesar de la clara negativa de Telsa, Hammer siguió buscando cualquier indicio de movimiento entre los cajones y recovecos de la nave, pero no fue capaz de encontrar nada, y tuvo que regresar hacia donde su compañero estaba algo avergonzado.
Tesla: - ¿Y bien? ¿Encontraste la terrible bestia que se escondía entre los cajones? - Dijo con un tono bastante burlón.
Hammer: - Cállate. Pensé que había oído algo. Es mejor prevenir que lamentar. -
Tesla: - Si, si. Como digas. Vamos. Aún tenemos más cajas que descargar. Comienzo a pensar que solo querías tomarte un descanso. -
Hammer: - Ja. Se necesita mucho más que eso para cansarme. Pero este casco es insoportable. -
Y lo que decía no era incierto. El casco de Hammer era mucho más pesado que el del resto, dado que pertenecía a una armadura de centinela, como mayor blindaje y peso que cualquier coraza estándar. Y al ser un modelo tan antiguo, era casi un cincuenta por ciento más pesada que sus armaduras clon estándar. Y aún estaban usando las armaduras de la fase 1.
Aun así, cuando se quito el casco, y su cabeza carente de pelo y llena de sudor logró captar algo de frescura que se desató un infierno. Oculto de la mirada de los clones, utilizando todos sus mecanismos de infiltración y camuflaje, una máquina asesina se escondía entre los mecanismos y tuberías del carguero. Una máquina que muy pocos clones tuvieron la mala suerte de presenciar.
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Star Wars Fanfic - El Camino Padawan
FanfictionCorre el año 22 ABY y la Galaxia está sumergía en la caótica Guerra de los Clones. Tras la primera batalla de Geonosis, la Orden Jedi se embarcó en una cruenta lucha que pondría a prueba sus principios de mantener la paz en la Galaxia. Los Jedi, una...