Corre el año 22 ABY y la Galaxia está sumergía en la caótica Guerra de los Clones. Tras la primera batalla de Geonosis, la Orden Jedi se embarcó en una cruenta lucha que pondría a prueba sus principios de mantener la paz en la Galaxia. Los Jedi, una...
El grupo combinado de clones comando y regulares, con el apoyo del joven padawan avanzaban sin resistencia por los largos y oscuros pasillos subterráneos. El escuadrón comando Delta estaba perfectamente capacitado para lograr esta misión en solitario, pero la ayuda extra facilitó mucho el avance.
Roy se mantenía al frente, pues sus reflejos y sus dos hojas de luz estaban siempre listas para detener los disparos enemigos. A sus espaldas, Boss, Fixer y Scorch mantenían el fuego constante con sus potentes rifles DC-17M, mientras Sev abatía objetivos más concretos y peligrosos con su rifle en variante francotirador. Y sus poderosas armaduras clase Katarn eran capaces de resistir bastante fuego enemigo.
Mientras, Mayday y el resto de clones iban a sus espaldas, proveyendo de fuego de apoyo, y seccionándose que ningún genociano o droide los flaquearan o atacasen por la retaguardia.
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El avance del grupo fue tan rápido, que las tropas de defensa no fueron capaces de ser movilizadas a tiempo para cortarles el paso, incluso sabiendo que se aproximaban. La mayoría estaba concentrada para frenar al grupo principal dirigida por el general Pablo. Para cuando volvieron a recuperar la pista del grupo, ya era demasiado tarde.
La puerta de la sala de mando de control estalló violentamente, y antes que el humo fuese siquiera capaz de dispersarse, una silueta se lanzó frenética al frente, pasando de largo de todos los miembros del salón y atacando a aquellos que más alejados estaban de la salida.
Dos haces de luz, uno azul y otro púrpura, que atravesaron la cortina de humo como el anuncio de la justicia que representaban. Los genocianos y droides restantes no tardaron en dejar las consolas e ir a por sus armas, pero antes siquiera que tuviesen la posibilidad de atacar al joven padawan, los clones ingresaron abatiendo hasta el último de ellos.
Scorch: - Esto ha sido... Más fácil de lo habitual. -
Boss: - No perdamos el tiempo. Fixer, haz lo tuyo. -
Fixer: - En marcha. -
El clon comando con marcas verdes sobre su armadura, era un haz de la tecnología. No había sistema que no pudiese hackear o consola cuyo funcionamiento no fuese capaz de entender. La tecnología genociana era muy diferente a las de Kamino, pero con su intelecto y un dispositivo de encriptación, no tardó mucho en encontrar la forma de acceder a los sistemas.
Fixer: - Y... Listo. Radares de interferencia desactivados. -
Tan pronto dio la señal, el clon al mando no tardó en comprobar las frecuencias aliadas con el centro de mando, ubicado en un Venator fuera de órbita.
