Nunca tiene una buena idea. Jamás pensé que alguien pudiera tener una mente tan perversa y lo peor de todo... Es que yo le he dicho que sí. Ya no hay marcha atrás, ¡¿se puede saber en qué estaba pensando para aceptar sin siquiera saber lo que tenía que hacer?! Me muerdo la uña del dedo gordo y Noah me da un golpe en el brazo para que deje de hacerlo.
–Para de hacer eso, que tienes las manos hechas una mierda. –Después, coge mi mano que acaricia con dulzura y me mira con los ojos entrecerrados y la cabeza ladeada. –¿Te ha quedado claro lo que tienes que hacer?
–No estoy segura de que vaya a salir bien.
–Lo he planeado yo; va a salir bien.
Para que se pueda entender hasta los límites que llega Noah, ha convencido a un camarero (y a su jefa) para fingir una discusión con él. Mientras tanto, yo tengo que coger los vasos de todos los presentes e ir echándoles el vodka de una botella que ha decidido pagar para, y repito textualmente, "aliñar la vida".
Noah y yo fingimos que vamos hablando entre risas, esto también es parte del plan, aunque creo no ser tan buena actriz como él. Se nota que soy hija única y que nunca he tenido que mentir para echarle la culpa a un hermano. Dicho así, parece triste, pero he crecido con 6 perros y los prefiero a los humanos. Puede que eso explique cosas.
El camarero (que se llama Darío) se mete en su papel, debe ser que también tiene varios hermanos porque lo hace con toda la naturalidad del mundo; llega hasta nosotros y mira a Noah con los ojos achinados, como si estuviera intentando reconocerle.
–Tú...
–¿Yo qué?
–¿Que tú qué? –Finge una sonrisa y se cruza de brazos. – ¿Te suena el nombre de Mara Rojas?
Al escuchar eso, todos saben por dónde van los tiros y se giran para mirar la escena. Álex ya está preparada por si tiene que levantarse a salvar a su hermano. Desde luego, su fama le precede...
–¿Mara Rojas? Mmmm... No sé.
Darío se encara con él, como si de verdad Mara Rojas existiera.
–¿No te suena una chica rubia con los ojos verdes, guapísima y que , por cierto, tenía novio?
–¡Ah, sí! ¡Esa Mara!
Noah abre los ojos de par en par. El camarero se encara aún más con él. Vaya dos. Podrían perfectamente dedicarse a ser actores. Empiezan a discutir a gritos consiguiendo que la atención de todos se centren en ellos, que Álex se levante y que un par de personas saquen sus móviles para grabar. Disimuladamente, empiezo a vaciar la botella de vodka (que encima es del barato y del que huele a desinfectante) en los vasos de todos lo más rápido que puedo.
Casi están todos; solo me quedan los de Lena y Aless. Ya cuando llevo la mitad del de Lena, Moisés se gira para pillarme in fraganti. Puedo ver como sus neuronas se conectan para entender el por qué de toda esta escena y ese amago de sonrisa que le aparece. Le hago un gesto con el dedo para que se quede callado. Se pasa la lengua por los labios y niega, como si ninguno de los dos tuviéramos remedio. Aun así, no dice nada; solo se gira para seguir disfrutando de la escena que están montando Darío y Noah.
Llega el toque final. Tengo que intervenir en la escena, sobre todo porque Álex está en medio de los dos a punto de colapsar y Angy sujeta el brazo del camarero con una notable tensión. Salgo corriendo y cojo la cara de Darío entre mis manos para darle un beso.
–Soy la novia de Noah, con esto, ya estáis en paz. Todos sabemos que es unineuronal y te pedimos perdón por ello.
Finge desconcierto y mira a Noah por encima de mi hombro. A pesar de que sea tan buen actor, puedo notar esa sonrisilla de victoria. Puede que le tenga tan analizado que ya no se me escape ningún gesto, puede que le mire tanto que podría detectar que está mal en el mismo instante en el que su cara reflejara solo una pequeña arruga en la frente.
–Tienes suerte de tener una novia tan legal; espero que esto te haya servido de pretexto para que dejes en paz a las tías con novio, payaso.
Se gira con dramatismo después de darle un último empujón al rubio y se va hacia la barra a coger pedidos. Espero que no se meta en problemas por esta escena, aunque antes de nada, hemos hablado con su jefa y le ha parecido buena idea. O puede que el encanto natural de Noah le haya hecho parecer que era buena idea, como me ha pasado a mí.
–Que duro es que hasta las chicas con novio se me lancen al cuello... –Suspira cogiendo su vaso de Coca-Cola. Hace que el contenido de su interior se mezcle y le da un largo trago. Un gesto de asco inmenso y otra sonrisita, seguramente porque esté pensando en la maldad que acaba de cometer.
–Pensándolo mejor, creo que debería haber dejado al camarero que te diera un puñetazo. Te lo mereces. –Contesta Angy levantando una ceja.
–¿Votos a favor de cambiar el plan que hay después de la cena para darle un bofetón cada uno a Noah?
Es Miki el que lo propone. Todos levantamos la mano, incluso Javi. Noah lo mira con odio.
–¿Tú también?
–Me has llamado Dani.
Una risa general se forma en la mesa y pronto empezamos a hablar como siempre, formando un gallinero. Estamos tan pendientes de las historias, que nadie prueba este cóctel molotov. Álex cuenta la vez que tuvo que salvar a su hermano de unas chicas que no le dejaban en paz y fingió ser su novia. Les pidieron que se dieran un beso para demostrar lo que estaban diciendo y les dio tanto asco solo de pensarlo que se tuvieron que ir a vomitar. Lena habla de su amiga Rosa, de la que cuenta maravillas y sin querer, mis ojos se van a Riley a la que descubro intentando fingir que no le interesa el tema de conversación, pero totalmente colorada. Javi y yo hablamos de Rafa y de sus locas historias.
Y lo que más me molesta de todo esto, es que no veo a nadie beber entre medias.
Intento hacer que por las neuronas reflejo, la gente beba. Así que cojo mi vaso y aguantando la respiración(sí, he sido legal y me he echado a mí también), le doy un tragazo. Moisés, que intenta no reírse por mi cara, hace lo mismo y al poco tiempo, prácticamente todos han bebido de su vaso.
–¿Qué narices es... –Álex se aguanta una arcada que le viene. No me extraña. El idiota de Noah ha cogido el peor vodka que había en el mercado y además... Bueno, puede ser que a Álex le haya echado más que al resto.
–Nos han cambiado las bebidas. –Se queja Aless con cara de asco terrible.
–¿A qué sabes esto? Por Dios, voy a morirme del asco.
Todos empiezan a poner cara de circunstancia. Sin poder evitarlo, Noah y yo nos miramos con complicidad y a los segundos, nos echamos a reír a carcajadas. Una lágrima se me escapa por el rabillo del ojo y no puedo parar.
–¡Habéis sido vosotros! ¡Cabrones! –Grita Ágata tirándonos un cacho de pan.
Empiezo a estar tan roja de la risa que hasta me falta el oxígeno y empiezo a toser. Pronto la risa se contagia y todos se echan a reír con nosotros.
–Oye, pero... ¿Hay más?
Miro a Javi que se ha bebido hasta la última gota de su Fanta de Limón. Noah y yo nos volvemos a mirar y otra vez nos echamos a reír sin parar.
–Eso en la siguiente parada.
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SI NADIE SE ENTERA
Teen FictionCONTIENE SPOILERS DE 'SI TE ATREVES', no hace falta leerlo para entender este libro pero es recomendable El hermano de tu mejor amiga siempre está vetado. Puedes tener fantasías, pensar en lo guapo que es o en lo bien que le queda el color verde pe...