13. Bebida a juego con mi outfit, por favor

131 27 6
                                    

Amo este local. Amo salir de fiesta aquí. Es el mejor sitio para salir de fiesta que he conocido en toda mi vida. Me molesta que sea solo la segunda vez que venimos porque es, sencillamente, impresionante.

Ahora, no es solo Álex (o yo la primera vez que vine) la que flipa al ver que la última parada es Drink Night, donde salimos de fiesta el día que nos conocimos. Todos los demás habían estado ya allí alguna que otra vez. Todos menos Javi, que abre los ojos de par en par y que está casi más aterrado que yo cuando pasamos por ese pasillo oscuro y desagradable.

Todo, como ya sabíamos, está ambientado en los 80. Hay bolas de discoteca iluminando el lugar, franjas del suelo con luces de los colores del parchís, camareros con pelucas de pelo largo y chicas con pantalones campana que reparten gafas de sol de estilo ochentero.

Le pedimos a una de las chicas que se acercan para darnos las gafas, que nos saque una foto para inmortalizar el momento. Javi se niega a salir, no es muy de fotos, pero en una de las quinientas que nos ha sacado la chica, Noah le pone la chaqueta que llevamos igual los dos por encima de los hombros y le arrastra para que pose. Dudo que haya sonreído, pero al menos tendremos constancia de que ha estado aquí.

Queríamos que el día terminara por todo lo grande, por ello, hemos cogido un "reservado". Como Noah y Moisés son VIP aquí, nos lo han dejado a mitad de precio y así podemos dejar las cosas tranquilamente, sabiendo que nadie nos las va a robar y pudiendo disfrutar sin que nadie nos moleste; los sábados son días terribles para salir de fiesta y más en un lugar como este ya que se pone hasta arriba de gente.

Un chico de los que conocí el día que vinimos, Jacobo creo recordar que se llamaba, aparece sonriendo de oreja a oreja con una cubitera a sus hombros cubierta de bengalas.

–¡Feliz cumpleaños, enana! Esto corre por cuenta de la casa.

Deja la cubitera en la mesa y nos pone unas copas para que podamos servir su contenido.

–Es apología al alcoholismo, pero, ¡gracias! –Responde Álex sirviendo un poco en cada uno de los vasos que han traído. –Con estilo y elegancia... Esta noche volvemos en ambulancia.

Una sonrisilla se asoma en mis labios. Cada uno vamos cogiendo los vasos que nos corresponden y los alzamos. Es Lena la que toma la voz cantante, con su habitual sonrisa radiante y perfecta.

–Un brindis por Álex. Por todos esos momentos que nos da y que comparte con nosotros. Eres única, amiga.

–Y por vernos más a menudo. –Añade Angy antes de juntar los vasos al grito de "POR ÁLEX"

–Gracias, chicas y chicos. Habéis hecho que un día que siempre es especial para mí, sea aún más especial, a pesar de estar lejos de mi familia que para mí es lo más importante en este mundo. Por eso y por más, creo que os debo una ronda de chupitos. Para compensar y equilibrar el pH.

–Va a ir en serio lo de la ambulancia... –Susurra Moisés negando con la cabeza.

Riendo y gritando por encima de la música, nos acercamos todos en amor y compañía a la barra para que nos pongan esa ronda de chupitos que nos ha prometido Álex.

–¿Qué queréis? –Pregunta Jacobo que se apoya en la barra y me mira, entrecerrando los ojos para intentar identificar de donde me conoce. –¡Tú eres la de Albacete!

–Un poco de respeto... Se llama Virginia. –Interviene Noah pasando un brazo por encima de mis hombros.

–¡Ruby! ¡Me llamo Ruby!

–¡Pon una ronda de chupitos de tequi-fresa! –Grita Álex para que se centre en ella.

–Marchando, enana.

SI NADIE SE ENTERA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora