Capitulo 3

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Al día siguiente, Lucinda salió de su habitación a desayunar, vio que estaban Lucas y Percy hablando, pero no les prestó atención. Después fue entrenar con Exi, aunque era más lo que sufría Exi que lo que la entrenaba ya que era más poderosa, Lucinda pensando en lo del día anterior, sintió el mismo enojo y golpeo a Exi, a manera que le quebró las dos piernas, Exi dio un grito estremecedor y Lucinda reacciono y vio lo que había hecho, preocupada dijo:

- ¡Exi lo siento tanto, tenía la cabeza en otra parte!

-Si creo que ya lo noté -diciendo con dolor Exi- pero estoy bien no te preocupes solo fue un pequeño golpe.

Intentando levantarse, para que no se preocupara Lucinda, pero ni siquiera se había intentado levantar y dijo:

- ¡Ay, demonios! Estoy bien, estoy bien.

-No estas bien, ya deja que te cure y deja de hacerte el valiente.

Lucinda para poder curar a alguien cantaba una canción que hacía que se concentrara más y que la persona se relajara.

Lucinda parecía un ángel, vestida toda de blanco, se veía tan hermosa y dijo Exi:

-Sabes, lo único bueno de que me rompas un hueso, es que puedo verte más hermosa que de costumbre.

-Gracias -respondió Lucinda- pero es mejor que no te sigas rompiendo huesos, porque no te estaré curando siempre.

-Si, eso lose lamentablemente -dijo Exi- creo que por hoy es suficiente, entrenamiento, no crees.

-Si -contesto Lucinda- mejor seguimos mañana.

Lucinda salió del salón de entrenamiento, se fue a bañar y cambiar; a los pocos minutos salió de su habitación y encontró a su padre afuera de la puerta con una mirada que Lucinda conocía muy bien, estaba preocupado.

-Lucinda -dijo Mark- tenemos que hablar de algo muy serio.

- ¿Qué sucede papá? te ves preocupado.

- Lu, sé que te molestaras con lo que te voy a decir, pero quiero que sepas que ya es una decisión tomada y no cambiaré de parecer... Ahora te quedaras en tu habitación y no saldrás en ningún momento afuera, cuando necesites algo, te lo llevaremos a tu recámara, pero tú no saldrás.

- ¿Papá, estas bromeando verdad? No puedes dejarme en mi habitación de pasar a estar en un castillo por dieciocho años, ahora quieres que me quede en mi habitación por saber cuánto tiempo más; no papá no quiero y no puedes obligarme.

-Pues, por si se te olvida sigo siendo tu padre, puedes tener los poderes que sean, pero sigues siendo mi hija y no dejare que nada malo te pase.

- ¿Y qué de malo me puede pasar?

- Ese no es el punto de la conversación.

-No importa ¡dime!

-Todos los vampiros, ya se dieron cuenta de que tu existes, cuando mi prioridad es que nadie más que nosotros supiéramos sobre ti, sabes que no todos son buenos Lu, y ayer solo fue el comienzo de lo que viene y no voy a arriesgarme solo por un capricho tuyo, le prometí a tu madre que te cuidaría con mi vida, si algo te llega a pasar yo me muero -diciendo esto con voz baja-.

-Mira Papá, sé que te preocupas por mi seguridad, por mi bienestar, pero si me mantienes encerrada en mi habitación hasta a saber cuándo, crees que me mantendrás protegida; papá en cualquier momento pueden entrar por esa puerta y hacerte daño a ti o mis hermanos o los demás y no permitiría que nada malo te pasara papá.

-Lucinda perdóname, por favor, pero es por tu bien.

En esto entro Lucas, Percy y Stevenson con un balde con sangre humana, y Lucinda no tomaba porque si lo hacía nunca podría acabar, y terminaría con toda la vida del planeta Tierra. Lucinda al ver la sangre y olerla se alejó y se le acercaron más la sangre hasta que se desmayó; la llevaron a su habitación y en la orilla de la puerta dejaron sangre para que no saliera.

Al despertar Lucinda, comenzó a llorar por que supo lo que habían hecho, utilizaron su única debilidad para encerrarla en su habitación, varias veces intentó salir, pero el olor de la sangre no la dejaba. Pasaron dos horas, tocaron la puerta y preguntaron:

- ¿Puedo pasar, Lu?

- ¿Qué quieres?

- Puedo pasar.

-No tengo otra opción.

-Lu no me veas con esos ojos. –dijo Peter- parece que me estas quemando vivo.

-Tu, sabias del plan de papá, se sinceró por favor.

-Si, si sabía, pero Lu es por tu bien.

- ¡Crees que esto es por mi bien, llevo dieciocho años en este castillo y quieren dejarme más tiempo, eso es lo mejor!

-Lu, sé que estas molesta, pero te tengo una buena y una mala noticia, ¿Cuál quieres escuchar primero?

-La mala, porque no creo que haya algo más malo que esto.

-Bien, la mala noticia es que es 99% probable que papá me mate si se entera de lo que voy a hacer.

- ¿Y qué vas a hacer?

-Esa, hermanita es la buena noticia (susurrando le dijo). ̈Voy a sacarte de aquí ̈.

La Vampira Lucinda FerrufinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora