-Él no tiene la culpa, -dijo Lucinda- la tienen ustedes, por quererme encerrar en mi habitación el resto de mi vida.
-No, no es verdad -dijo Scamander intentando calmar las cosas- solo queremos protegerte.
-Pero, -dijo Lucinda- pueden tenerme en mi habitación encerrada y creen que estaré segura ahí, si no estuve segura en el castillo con ese montón de guardias ahora lo estaré en mi habitación, es ilógico.
-Si tienes razón -respondió Scamander- pero al menos ahí sabíamos dónde estabas, con quien estabas, que haces, mientras que aquí no sabemos nada.
-Entonces, -dijo Lucinda- ¿Por qué no se vienen a vivir aquí así van a saber que hago, con quien estoy, así como tú dices Scamander? ¿Qué les parece?
Clei y Scamander se quedaron viendo y dijo Scamander:
-Bien, pero primero debes avisarle a papá de tu decisión, porque no puedes salir huyendo, así como así.
-Está bien, lo hare -dijo Lucinda-.
Fueron al castillo a hablar con Mark, al verlos llegar corrió y abrazó a Lucinda y le dijo:
-Jamás se te vuelva a ocurrir hacer algo así, me oíste me preocupaste tanto Lu.
-Papá, no vine para quedarme, solo vine a decirte que iré a vivir con mis hermanos a Virginia, ósea Scamander, Clei y Peter.
- ¿Qué estás diciendo?, -dijo Mark- por supuesto que no aprobare esa decisión
-No vine para que aprobaras mi decisión, solo vinimos a avisarte para que sepas donde estoy -dijo Lucinda-.
Mirando Mark, a los hermanos les dijo:
- ¿En qué están pensando? ¿Están locos o qué?, y más tu Clei creí que no aprobabas la acción de tu hermana y tu Peter estas en serios problemas.
-Mira papá, -dijo Peter- aunque la queramos tener aquí, para tenerla segura, no está segura en ninguna parte, todos la buscan y ya no es una niña de 2 años para que la estemos tratando así, ¿no te parece?
Mark después de escuchar eso, supo que tenía razón y dijo con tristeza:
-Bien, si lo que quieres es vivir en otra parte que no sea este castillo, está bien, pero solo con una condición; y es que siempre serás bienvenida aquí y cualquier cosa, siempre estaré aquí, bien.
-Está bien papá, -dijo Lucinda llorando de la felicidad, por la decisión que había tomado su padre- y tú puedes ir cuando quieras por allá, siempre serás bienvenido.
Todos se dieron un fuerte abrazo, se despidieron y se fueron. Lucinda estaba tan feliz que su cabello era más amarillo que de costumbre y sus ojos eran amarillos también, sus hermanos supieron que estaba feliz y eso los puso feliz a ellos también.
Pasaron los años, Lucinda ya tenía 20 años, ya estaba estudiando en la universidad, sus hermanos cumplieron la promesa de cuidarla, Mark llegaba regularmente a visitarla, aunque no siempre fue tranquilo todo, llegaron muchas veces a tratar de llevarse a Lucinda, pero nadie pudo con ella, solo con parpadear ya estaban en el calabozo del castillo.
-Quien lo diría, -dijo Clei- que los años pasarían tan rápido y ahora tienes 20 años.
-Si, es muy sorprendente como pasa el tiempo -dijo Scamander- todavía ni yo me lo creo.
-Está bien, tranquilos -dijo Lucinda riéndose- siempre seguiré siendo su hermanita preferida.
Lucinda salió, para llegar a la universidad, tenía varios amigos, incluyendo a Angela y Jack que ya se había separado de Samanta, pero no por culpa de Lucinda, aunque no tenía por qué tener culpa, fue porque consideró que Samanta era muy problemática en su relación. Llego la hora de almorzar salieron los tres y se sentaron a comer y platicar:
- ¿Qué les pareció la clase de hoy, mis dulces doncellas? -dijo Jack, con sarcasmo-.
-Siempre, -diciendo Lucinda- de chistoso, pues para responder tu pregunta, a mí me pareció buena, solo que muchos se quejaron por los trabajos que nos asignó, para la próxima semana.
-Es que es verdad, -dijo Angela- es mucha tarea, tenemos en esa clase y en dos más para la próxima semana.
-Tampoco es tanto -dijo Lucinda-.
-Es fácil, para ti decirlo -respondió Jack- eres la chica más inteligente que he conocido, deberían darte una medalla por tus calificaciones.
Comenzaron a reírse todos, volvieron al salón de clase y estaba un chico nuevo y dijo el Licenciado:
-Jóvenes, les presento al nuevo estudiante, de intercambio; joven di tu nombre, edad, de que universidad vienes y de donde eres.
-Hola, mi nombre es Thomas, tengo 21 años de edad, vengo de la universidad de Columbia y soy de Virginia, un gusto conocerlo a todos.
El joven se sentó y comenzó la clase; Lucinda por su parte no dejaba de mirarlo, el joven era alto, de ojos color verde, cabello castaño, piel blanca y una sonrisa hermosa; al finalizar la clase, Thomas se fue con el Licenciado para que le dijera cuales eran las asignaciones que había. Jack discretamente supo que a Lucinda le había llamado la atención el nuevo chico y le dijo:
-Oye Lu, parece que estas en otro mundo, desde que llego ese chico, Thomas.
- ¡Deja de decir tonterías! -dijo Lucinda- no estoy en otro mundo y no me llamó la atención Thomas, mejor ya vámonos o si no llegaremos tarde a la clase de física.
-Bien, no me regañes -dijo Jack riéndose- vamos.
Lo que ignoraba Lucinda, era que Jack se había enamorado de ella con el transcurso de los años, aunque Lucinda podía leer su mente y sus sentimientos, no le gustaba ver entre la vida privada de las personas, a menos que fuese necesario.
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La Vampira Lucinda Ferrufino
FantasyEsta historia trata sobre un vampira, la única vampira que existe y la más poderosa princesa además. Termina enamorándose de un humano, pero para poder estar juntos, el humano deberá convertirse en un vampiro.