La Vampira Lucinda Ferrufino

Capitulo 6

Al día siguiente, Lucinda se levantó temprano, se arregló para irse al colegio, estaba a punto de salir cuando Peter le dijo:

-Ten cuidado, si pasa algo sabes que puedes llamarme.

-Si, tranquilo -le contestó- todo estará bien.

Lucinda tomo sus cosas y se fue. Llego al colegio y vio a Angela, se saludaron y las dos entraron al colegio, sonó la campana y Lucinda se fue a su salón; vio que estaba Samanta como su compañera de silla, le pareció extraño, pero no le prestó mucha atención.

-Hola, Lucinda -dijo Samanta- te ves bien hoy.

-Hola Samanta -le respondió Lucinda- gracias, tú también.

-Espero que no te moleste, que ahora sea tu compañera de silla -le dijo Samanta- es que donde yo estaba, había mucho aire y me hacía daño.

-No, no me molesta, -dijo Lucinda, aunque sabía que mentía, porque ella podía sentir cuando una persona estaba mintiendo- la salud es primero.

Samanta le sonrió, comenzó la clase, el profesor les dijo que abrieran su libro de historia en la página 20. Llego la hora de ir a almorzar Angela y Lucinda se sentaron juntas y comenzaron a platicar.

-Bueno -dijo Angela- ¿y tú de dónde eres?

-Soy de Inglaterra -le respondió Lucinda-.

- ¡Vaya! está muy lejos de aquí -dijo Angela-.

-Si, es verdad -dijo Lucinda-.

En eso, vieron que se acercó Jack y les pregunto:

-Muy buenas tengan, hermosas damas, ¿puedo acompañarlas a almorzar?

-Si, -dijo Angela- ¿verdad Lu?

-Si, claro -respondió algo confundida por la aparición de Jack- puede sentarse, caballero.

Comenzaron a reírse, Jack se sentó junto a ellas, hablaron de muchas cosas, y se rieron mucho; era hora de volver al salón de clase, Jack y Lucinda se fueron juntos, Samanta estaba sentada y los vio llegar, se le notaba lo molesta que estaba, Lucinda se sentó junto a ella, sabiendo lo que estaba sintiendo, Samanta le pregunto:

- ¿Puedo hacerte una pregunta, Lucinda?

-Claro -le respondió Lucinda-.

- ¿Qué está pasando entre tú y mi novio?

Admirada Lucinda por la pregunta le dijo:

-Nada, solo somos amigos.

- ¿Estas segura? porque últimamente los he visto juntos a cada rato -dijo Samanta molesta-.

-Si, -respondió Lucinda- lo mejor es que dejes de pensar, que quiero tener algo más que una bonita amistad con Jack, porque se perfectamente que es tu novio y de nadie más, además de que Jack a mí no me gusta, y no estoy diciendo que no sea atractivo, pero no es mi tipo, sencillamente. ¿Estarás más tranquila ahora?

-Si, -dijo Samanta muriéndose de la rabia por dentro, por cómo le había contestado Lucinda- estoy más tranquila, muchas gracias.

Terminó la clase, Lucinda tomó sus cosas y salió, dirigiéndose a la puerta vio que estaba su hermano Clei, intentó correr, pero, Clei ya la había tomado del brazo.

- ¿En que estabas pensando, Lu? ¿Cómo fuiste capaz de salir del castillo, cuando fue lo primero que te dijeron que no hicieras?

-Suéltame, Clei -dijo Lucinda molesta- no tienes por qué ponerte así, estoy bien, mejor que nunca y respondiendo a tus preguntas, yo estaba pensando en mi futuro, y si me dijeron que no saliera del castillo, pero nada me ha sucedido, así que ya cálmate y déjame en paz.

-No, -dijo Clei- no te dejare, no iras a ninguna parte, al único lugar que iras será a casa, fin de la discusión.

Lucinda molesta, lo golpeo, a manera de que no pudiera moverse, salió corriendo lo más rápido que pudo, llego al departamento, Peter la vio y le pregunto:

- ¿Qué sucede Lu? ¿Por qué llegaste tan rápido?

-Es Clei, sabe que estoy aquí, así que vete, no quiero meterte en más problemas.

-No, no me iré, ¿Cómo voy a dejarte sola, no puedo?

-Si, si puedes.

Tocaron la puerta, Peter le hizo una seña a Lucinda de que no hablara, volvieron a tocar, después no volvieron a tocar y dijo Peter:

-Creo que ya se fueron.

Entonces entraron por la fuerza, dejando caer la puerta de un solo golpe, eran Clei y Scamander y dijo Clei:

-Lu, no puedes esconderte para siempre, y Peter ¿no puedo creer lo que hiciste? sabes perfectamente que Lucinda está en peligro y te atreves a ayudarla a salir.