Capitulo 4

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-De que estás hablando, Peter.

-Ya te lo dije, pero tienes que hacer todo lo que te diga, entendido.

- ¿Por qué estás haciendo esto? -dijo confundida Lucinda-

-Porque... tú ya sabes cuidarte sola y aunque queremos seguirte cuidando como cuando tenías 2 años no podemos, tú ya creciste y tienes tus propios planes para tu vida.

Lucinda, llorando al escuchar esto, salto a abrazarlo como nunca lo había abrazado.

-Gracias, no sé cómo te lo voy a pagar.

-Cuidándote y siendo feliz, así me lo pagaras.

Peter salió de la habitación, y fue a prepararse para sacar a Lucinda del castillo; hay que recordar que esa no iba a ser tarea fácil, porque había miles de guardias cuidando el castillo y todos eran vampiros.

Dieron las doce de la noche, Peter se hizo más pequeño que una hormiga y entro a la habitación de Lucinda.

- ¿Estas lista?

-Nací lista.

Lucinda se volvió de la misma estatura que Peter, Lucinda se cubrió la nariz y la boca para no oler la sangre, lograron salir de la habitación estando en el pasillo encontraron que estaba Mark, muy pensativo, en eso se dirigía al cuarto de Lucinda, Peter la tomó de la mano para que salieran lo más rápido posible, pero las cosas se les complicaron; Mark había entrado en la habitación y vio que Lucinda no estaba con todas las fuerzas de su cuerpo, gritó:

- ¡Lucinda no está, encuéntrenla!

Al escuchar eso, todos se pusieron a buscarla por todas partes, y no la encontraban; Peter y Lucinda ya habían salido del castillo sin que nadie se diera cuenta. Todos le dijeron a Mark que no estaba por ninguna parte, Mark casi explotaba de la angustia y la rabia.

- ¡No me importa si tienen que buscarla hasta en las telarañas, pero encuentran a Lucinda, porque la encuentran!

Siguieron buscando, pero nunca la pudieron hallar.

Capítulo III

Paso una semana desde que Peter y Lucinda se habían fugado del castillo, Lucinda no dejaba de ver por todas partes, sorprendida de lo que se había perdido.

-Bueno -dijo Peter- esto es Virginia, que te parece.

-Es bellísimo, ojalá hubiera podido venir antes.

-Si lose, pero ya estás aquí, ahora solo hay que buscar donde quedarnos y a dónde vas a ir a estudiar.

-Espera un momento, ¿Cómo que adonde voy a estudiar?

-Pues, por si no lo sabias, en este país las jóvenes como tu deben estar estudiando, porque si no me meterás en problemas a mí.

-Pero, para que voy a estudiar, si soy más inteligente que todas estas personas juntas.

-Si, ya losé, pero, aunque seas más inteligente, tienes que ir a la escuela.

-Bien, lo hare haci conozco más de todo, verdad.

-Si, así es.

Llegaron a un departamento y ahí se quedaron a descansar. Al día siguiente Peter, fue a matricular a Lucinda en un colegio que no estaba muy lejos. Lucinda emocionada entro al colegio y todos la quedaban viéndola, se preguntarán porque, pues como saben Lucinda era la más hermosa de todas las mujeres, las chicas le veían con cierta admiración y recelo.

Al pasar por el pasillo, vio a un grupo de chicas y esas chicas eran las populares de ese colegio se acercaron a Lucinda y le dijeron:

-Mieren, chicas hay chica nueva- riéndose al decir esto- ¿Cuál es tu nombre?

-Hola, me llamo Lucinda y tú como te llamas.

-Bueno, me llamo Samanta, ellas son Carolina, Paola y Alexa.

-Son muy bonitos sus nombres -dijo Lucinda- ustedes son del salón B1.

-Ah, sí seremos compañeras en ese caso.

En eso, entro por una puerta un joven alto, de cabello pelirrojo, de ojos café claro, vio a Lucinda y dijo:

-Hola, me llamo Jack, no sabía que iba a ver una chica nueva, un gusto conocerte.

-El gusto es mío, Jack -dijo Lucinda-

-Hola amor, como estas -dijo Samanta- hay lo siento Lucinda, él es mi novio Jack.

Jack miro a Samanta y después miro a Lucinda con ojos muy admirados por su belleza.

-Bueno, en que salón estas, Lucinda. -dijo Jack-

-En el salón B1 -respondió Lucinda-.

-Que bien, seremos todos compañeros, es buena noticia, ¿no? Samanta.

-Claro, porque no -dijo Samanta con cierto sarcasmo-

Sonó la campana y entraron al salón, el profesor presentó a la nueva estudiante y pregunto quien quería ser compañero de silla de Lucinda, Jack contesto que él; Lucinda se sentó junto a él y comenzó la clase. En eso la clase era de biología:

-Bueno, jóvenes -dijo es profesor- necesito que tomen un microscopio por silla y tomen los implementos.

-Si, profesor -dijeron todos-.

Al tomar el microscopio el profesor les indico la página en la que iban a trabajar.

- ¿Te gusta la biología, Lucinda?

-Si claro y puedes decirme Lu.

- Bien Lu, quieres empezar tu primero, a ver por el microscopio.

-Si, porque no.

Samanta, los veía desde lejos molesta, por cómo se veían tan felices hablando, se acercó y les dijo:

- ¿Qué tal? ¿Cómo les va?

-Bien, amor y a ti.

-Bien, que bueno, los dejo para que sigan trabajando.

Se alejo, y se fue a su silla. Termino la clase y salieron, Samanta tomó de la mano a Jack y Lucinda se alejó a su casillero, en eso sintió que alguien estaba detrás de ella, se volteó y vio que era una chica y la saludo.

-Hola, le dijo me llamo Angela.

-Hola me llamo Lucinda.

-Lamento haberte asustado, es que me llamo mucho la atención tu apariencia. Es que eres muy bonita.

-A gracias, pues tú también eres muy bonita.

-Gracias, pero no tanto como tú.

-Claro que no, y dime de que salón eres.

-Soy de salón B3

-Oh... yo soy del salón B1.

-Que mal, me hubiera gustado ser tu amiga.

-No porque no seas mi compañera de salón, significa que no seas mi amiga, no crees.

-Entonces podemos ser amigas.

-Claro que sí.

La Vampira Lucinda FerrufinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora