No voy a olvidarme

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Estaba deseando tenerla en casa de nuevo, su casa le gustaba un poco más desde que follaba allí con Alycia. La última vez fue... Dios es que no tenía palabras para describirlo y no podía mentir diciendo que no se había tocado recordando como se la follaba mientras se movía sobre ella o como se había corrido contra su coño. Esa mujer la volvía loca, esa cara que le daba morbo y la dejaba atontada al mismo tiempo. A lo mejor era porque sabía que iba a verla durante toda la semana la razón por la que no se la sacaba de la cabeza, la razón por la que esperaba con ansias el siguiente encuentro, por la que se dormía imaginando que besaba sus labios. Era su semana de la suerte y pensaba aprovecharlo, por eso no pensaba perder el tiempo de acá para allá, si era su última noche juntas, exprimir hasta el último segundo.

No podía dejar de mirarla mientras le sonreía frente a frente en la isla que tenía en la cocina. Era una de las partes de la casa que más le gustaba, la había mandado a hacer a medida para ella, grande, espaciosa y aquella isla era el centro de todo. Su risa la hacía sonreír a ella, se quedaba enganchada a esas facciones, seguro que esa sonrisa estaba hecha a medida para la morena también, por eso le quedaba increíble, perfecta, por eso la hipnotizaba de esa forma tan bestia y le daban ganas de besarla para hacerla desaparecer, besarla con muchas ganas, dejando salir todo ese calor que le generaba, en forma de beso. Habían pedido pizza para cenar, le había servido una copa de vino porque sabía que le encantaba acompañar las comidas con él, se fijaba en esos pequeños detalles, siempre había sido así en general, pero con esa chica quería ser perfecta, la anfitriona perfecta y la amante perfecta, por eso cuándo fue a recogerla al hotel después del trabajo, pasó por una floristería, tan solo a por una flor, su favorita, seguro que sabía agradecérselo muy bien después, quizás ese no fue el motivo exacto por el que lo hizo, pero seguro que ayudaba.

Al verla se quedó impresionada, no era algo nuevo, por eso no se sorprendía a si misma si contenía unos segundos la respiración. Daba igual la ropa que se pusiera, todo le quedaba perfecto a esas curvas, a ese cuerpo. La esperaba con un vestido de pequeñas flores, suelto, de tirantes, que le llegaba hasta mitad del muslo, así que no pudo evitar recorrer con la mirada las piernas que quedaban al descubierto, ni aquel escote que le hizo desear más aquellas tetas solo por no poder verlas del todo en aquel momento. No sabía si pretendía que ella reaccionara así cada vez que la veía, en concreto aquel día, pero lo conseguía, cada una de las veces. En aquel momento se arrepintió de no haber pasado por casa antes de buscarla, se reprochó internamente haber tenido la cabeza en otras cosas aquella mañana cuándo salió de casa, debió haber cogido otra muda para cambiarse al salir, aquella chica iba monísima y ella con un vaquero roto a la altura de la rodilla y una camiseta negra básica, eso sí, el escote le salvaba un poco aquel look. Total, esperaba que no pasara mucho tiempo antes de perder toda la ropa y quedar en igualdad de condiciones. ¿Quería impresionarla? Siempre. ¿Quería ser la doctora sexy? A todas horas, para ella, en exclusiva para ella, que la deseara más cada segundo que pasaba a su lado.

El tiempo con ella pasaba deprisa, le sorprendía la cantidad de veces que se encontraban riendo clavándose las miradas, el ambiente que se creaba se sentía increíble, tal vez por eso, después aquellos polvos eran los mejores que había echado en su vida, porque follaban, porque sabían lo que querían e iban a buscarlo, porque las cosas estaban claras y compartían objetivo, pero también hablaban y se reían y se sentía cómoda con aquello, con cada dato interesante o sonrisa compartida la deseaba un poco más. Nunca había tenido tantas ganas de follarse a alguien, ni tantas ganas de dejar que se la folllaran teniendo el control sobre ella. Ni siquiera descubrir que Alycia no era perfecta le restaba ganas, era tanto lo que le despertaba que mientras pudiera ignoraría su defecto al escoger equipo.

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