Mucho más

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💙💚💙💚

Había echado demasiado de menos trabajar, sabía que iba a ser duro, pero no se dio de cuenta de hasta qué punto lo era hasta que no volvió, pasar los últimos meses con Alycia en Argentina la había mantenido distraída, demasiado y por fin se sentía completamente realizada porque lo tenía todo, tenía a la mujer de su vida y el trabajo de su vida. Los planes de futuro eran claros, al menos la mayoría de ellos, quizás la única pega que le encontraba a volver a trabajar era que aunque su novia estaba en esos momentos en Valencia, no podía estar las veinticuatro horas pegada a ella. Y si echar de menos el trabajo de la había parecido duro, echar de menos a su novia lo era mucho más, pasaron tres meses hasta que pudo volver a verla desde que regresó del viaje. Mucho más duro que ninguna otra vez, ahora ya era suya.

Hablaron tanto que llegaron a la conclusión de que debían lanzarse al vacío lo antes posible, un vació en el que les esperaba la vida que ambas querían, por eso la morena se pidió una licencia en el hospital y mientras esperaban el visado de trabajo, solucionarían su futuro en España, ella tenía contacto en los hospitales privados más importantes de la ciudad, unas cuantas llamadas o un par de reuniones bastarían para solucionarles ese pequeño inconveniente del trabajo, su reputación y su fama le habría todas las puertas y como buena novia, abriría también las de Alycia, su calidad y profesionalidad harían el resto, contaba con "la mirada" si tenía efecto en ella tendría efecto en cualquier ser humano con poder de visión y aunque no le hiciera falta, si tienes esa arma¿Por qué no utilizarla?

Apenas llevaba un par de días allí de los quince maravillosos que pasarían juntas, acompañada por María, que vio una buena oportunidad de cogerse unas vacaciones y sinceramente para ella mejor, porque la echaba de menos y cuando tuviera que trabajar su novia tendría buena compañía, su casa era grande, así que no había problema alguno

Cinco minutos de descanso, apenas cinco minutos en los que podría llegar hasta el final del pasillo a beberse el café más cargado que la máquina pudiera ofrecerle, hacía tantos meses que no veía a sus pacientes, que llevaba las dos semanas de regreso tomándose su tiempo con cada uno de ellos, la consecuencia, apenas tenía tiempo para nada más. Casi se le para el corazón al pasar por delante de la sala de espera para llegar a su consulta, sus siete pacientes para la siguiente hora esperaban en sus asientos. No fue por ellos, fue por la intrusa, esa que jugaba con el ritmo de sus latidos a su antojo y no se la esperaba allí. Intentó evitar sonreír cuando la miró, la vio allí con sus manitas entrelazadas y los pies juntos, sintió una oleada de afecto y ternura, su mirada dulce esperando por ella y se volvió a sentir la mujer más afortunada del mundo, se irguió y continuó caminando hasta su puerta

—Alycia ¿verdad?—fingió no conocerla mientras abría la puerta, necesitaba al menos un minuto con ella y no podía llamarla por la pantalla, los favoritismos estaban mal vistos, pero que le hacía ella si tenía a su niña mimada justo delante. Su novia asintió, mirándola fijamente—Adelante pasa

Pasó tras paso hasta llegar a su mesa, muy optimista de su parte pensar que iba a llegar hasta ella y poder sentarse en la silla, el cuerpo de su novia chocó contra su espalda, la hizo apoyar ambas manos en la mesa con una sonrisa de gilipollas y su mano le hizo cosquillas en el cuello al apartarle el pelo

—Doctora, estoy sufriendo una arritmia peligrosa en estos momentos ¿Podría ayudarme? Estoy desesperada—notó el calor de sus labios presionarse contra la piel, la sensación suave de uno de sus besos, su brazo rodeando su cintura y la que iba a sufrir una arritmia peligrosa era ella

—Tengo una solución, pero corremos el riesgo de empeorar la situación—esperó a que terminara de mimar su cuello para girarse, algo complicado, pero lo hizo entre sus brazos y Alycia se pegó más haciendo que fuera su culo esta vez el que chocara contra la mesa. Sus brazos se entrelazaban tras ella y apenas había medio centímetro entre sus bocas, aun así hizo un esfuerzo por no perderse directamente en sus labios, encontró su verde tan cerca que el impacto fue doble. Joder, es que jamás imaginó poder estar así de enamorada de alguien, y de Alycia, cada día lo hacía un poco más aunque le pareciera imposible.

VirahaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora