Elycia

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💚💙💚💙

—Mi amor, quiero que sepas que existe en el mundo una persona por la cual te dejaría— le comentó al pasar a su novia, mientras le hacía un zoom intenso a la foto que estaba viendo en su celular. Es que, madre mía, esa mujer estaba muy buena.

Estaba echada en el sillón del living, con las piernas estiradas y los pies apoyados en la mesa baja frente a ella, comiendo y tomándose una cerveza. Mordió una patata frita sin quitarle la vista a la pantalla pero captando con su visión periférica cómo Eliza se sentaba a su lado, de costado, pero sin invadir su espacio personal.

—¿Ah, si? ¿A quién tengo que matar?— le preguntó, robándole la comida. La miró por un segundo justo antes de chasquear con la lengua y volver la vista a su objetivo, bajando por la nota y encontrándose con una nueva foto. Estaba leyendo una entrevista que le habían hecho a la segunda rubia más hermosa del mundo, porque la primera era su novia, en donde contaba sus próximos proyectos, sus películas y las distintas convenciones a donde ella y su morena tenían programado asistir. Aquella serie que las unió había sido el puntapié para llevarlas a ambas a ser actrices reconocidas y si bien no habían vuelto a trabajar juntas, la relación entre las dos cada día era más sólida y eso de ocultarse al mundo había quedado muy atrás. Por suerte para ella, porque las fotos juntas circulaban como pan caliente y de verdad se había vuelto algo fanática de la pareja. Ante su silencio, la rubia se asomó para espiar su celular y fue su turno de chasquear con la lengua—. Tch... Me lo suponía. Me quedo tranquila, entonces. No tienes chance, mi amor, está hasta las trancas con la morena y además se van a casar— acotó su novia, muy tranquilamente mientras a ella casi le da un paro cardíaco por la noticia.

—¡¿Qué?! ¡¿En serio?!— casi le gritó, con una mano en el pecho y mirándola fijamente.

—Nah... Mentira— asumió la muy idiota. Le dio un golpe medio fuerte en el hombro y volvió a acomodarse y fijar la vista en la pantalla de nuevo.

—Mirá esta foto... ¿No hacen la pareja más bonita del universo?— le preguntó con mucho sentimiento y esperando respuesta.

—Ahá... Pero no tanto como tu y yo— le dijo la rubia.

—Es verdad— afirmó, pero sin quitar los ojos de la pantalla—. Pero no te preocupes, mi amor, no voy a ir a buscarla sólo porque no quiero ser la causante de separar a la pareja más bonita del universo— aseguró.

—¿Ah, si? ¿Sólo por eso?

—Sólo por eso— dijo con una sonrisa.

—Ya...— susurró su novia justo antes de sentarse a horcajadas encima de ella, teniendo que quitar la vista de la pantalla—. Yo creo que no me dejarías ni por ella ni por nadie. Te tengo muerta de amor.

—Ufff, qué creída...— la desafió con la mirada y aguantando la sonrisa.

—Admítelo— le pidió.

—¿Qué cosa?

—Admítelo o ya sabes lo que va a pasarte...— la alertó, levantando una ceja y poniendo aquella cara de chulita.

—No sé de qué me estás hablando...— se atrevió a sumarse al juego en el que ya se daba por perdida, porque sabía lo que venía y porque eso de que la tenía muerta de amor no era secreto para nadie y la rubia lo sabía, pero les gustaba picarse.

—Alycia...— le advirtió, mientras bajaba con la palma de sus manos por los costados de su cuerpo, muy despacio y haciendo apenas presión.

—Bueno...— dijo con el cuerpo en completa tensión y el corazón acelerado, pero nunca jamás había flaqueado ante sus amenazas de cosquillas y se mantenía firme como una campeona, aunque casi al borde del infarto—. Te tengo cierto cariño, no voy a negarlo— la provocó y al instante sintió sus dedos apoyándose lentamente sobre sus costados.

VirahaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora