Supercorp & los súper amigos.

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- Ni siquiera lo conocía - tomó un sorbo de su vaso - Yo... Estaba nerviosa por la boda así que bajé a la recepción por un poco de aire y se me acercó. Estaba sola y fue amable, ni siquiera escuchaba en realidad, solo quería que me enviarás un mensaje diciendo que ya estabas en la habitación, porque solo quería estar contigo... No recuerdo mucho. Solo que cuando desperté esta desnuda junto a él. No recuerdo cómo llegó a eso, pero él dijo que no me perdonarías. Dijo  que me había gustado y que le había rogado por más, dijo que nunca me verías igual después de saberme suya, dijo que ibas a odiarme y que rompería tu corazón. No podía hacer eso, no podría soportar que dejarás de mirarme como lo hacías así que me fui, huí porque eso es lo mejor que pude hacer. No quería romper tu corazón... Andrea, ese hombre era tu padre.

Andrea, ese hombre era tu padre.

Era tu padre.

- Andrea... Andrea - Alura la giró sacándola de su trance - ¿Estás bien? Te llamé como mínimo 20 veces.

La miró a los ojos, y luego se rompió. Todas las lágrimas que había logrado contener ahora salían sin límites bajo la mirada de aquella mujer.

- Mi amor - la atrajó a sus brazos - ¿Qué pasa?

Negó mientras se dejaba abrazar.

- Esta bien, esta bien - la cargo al estilo princesa, la llevó a la cama donde se sentó y la puso en su regazo - Te tengo, mi amor. Estarás bien - susurro - Estoy aquí - la abrazo con ternura permitiéndole llorar en sus brazos.

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Las miró con ternura desde el marco de la puerta mientras su esposa le enseñaba a su hija a cepillarse los dientes.

- No olvides la lengua, Stormy - recordó Imra a su hija.

Cuando terminaron se giraron a ella.

- Abran la boca - ambas obedecieron y miró sus dientes con atención - Bien hecho, pequeña Trix - besó la frente de su hija - También tú, cariño - beso la mejilla de su esposa.

Ambas le sonrieron con orgullo.

- Es tú turno, mamá - dijo Bea, Imra le entregó su cepillo y ambas empezaron a cantar la canción que la saturniana inventó para que su hija se cepillara bien.

Gayle rodó los ojos fingiendo fastidio por la situación, aunque estaba muriendo de ternura.

- Terminé.

- Abre la boca - ordenó Beatrix desde los brazos de su madre, Gayle obedeció - Lengua - sacó la lengua - Buen trabajo, mamá. Estoy orgullosa de ti - se lanzó a sus brazos.

- Muchas gracias, Trix. Vamos a dormir.

Llevaron a la niña a la cama y la arroparon.

- ¡Cuento! - ordenó Beatrix.

- ¿Cuál quieres?

- Harry Potter - sonrió.

- ¿De nuevo? - Gayle se burló.

- Por favoooooooor.

- Harry Potter será - Imra se sentó junto a ella haciendo una mueca.

- ¿Estás bien? - preguntó la rubia preocupada.

- Sí - le dió un guiño - Ok, Harry Potter y la piedra filosofal, capítulo 1...

Beatrix aguantó hasta el capítulo 5, luego el sueño le ganó. Le dieron un beso de buenas noches y fueron a su habitación.

- Está muy feliz con sus clases de baile - dijo Imra.

- Lo está - le sonrió - Aún no me has dicho cómo hiciste para conseguir el dinero.