Al otro día.
Mamá me levanto, al parecer no fue trabajar. Ayer fue totalmente un día raro, mamá me explico desde cuando venía esto y me declaró que ella seguía con papá por mí, y por nuestra ustedes saben, reputación.Me levanté con mis ojos hinchados, había acompañado a mamá a llorar toda la noche, ella no sentía nada por el cómo les dije pero le dolía que la tuvieran cómo un juguete, en cambio ella guardó todo por dar una limpia imagen, a todos, en especial a su única hija. Me equivoqué en ser la familia feliz, la familia para nada perfecta, éramos ahora.
- Hija desayuna rápido, te iré a dejar de paso me pasare a un amigo - Sí, no había ido a trabajar. Papá ayer no volvió, tal vez quedó disfrutando a su prostituta, igual, quería una explicación de él, quería saber de quién trataba mamá.
- Ya estoy. - Avise con boca llena y está logro sonreír, me alegro verla sonreír un poquito, pero luego me jalo
- Apura, no quiero cruzarme con tu papá..- Entendí.
Agarre mis cosas, y me llevo a las rastras sabiendo que ayer casi me parto toda y ahora ella intenta hacerme correr, podría caerme y rasparme peor. Antes de que mamá abriera la puerta, estaba papá ahí parado, sin mostrar alguna sonrisa, nada.
- ¿Dónde van? - Salió de su boca
- ¿Dónde más? La llevo al instituto, permiso. - Intentó pasar mamá conmigo pero el impidió nuestro paso, entrando y cerrando la puerta con fuerza
- ¡Mientes, te la llevas de su padre maldita zorra! - Empezó a gritar
- ¡Richard no intentes hacer un escándalo ahora! - Ella quiso pasar otra vez pero éste la empujo causando que se estrelle contra la mesita que decoraba la entrada, poniendo llaves y éso.
- ¡Mamá! - Grite, en un intento de ir ayudarla papá me jaló - ¡Papá que haces, sueltame! - Lo intenté alejar pero esté me apretó más de su agarre
- ¿Por qué huyen? ¡¿Por que, Lana?! - Grito, entre enojo y tristeza, podía verse la furia que traía. Y un olor alcohol, ellos seguro ya habían discutido anteriormente en el día de ayer.
- Papá no, no huimos, necesito irme al colegio - Expliqué
- No irás, -
- ¡Si que irá! - Mamá me jalo con ella, la ayude a levantarse y está me empujo fuera de casa cerrando la puerta, y ella quedó adentro
- ¡Nunca aprendes, siempre me dejas mal maldita zorra! - Sentí un golpe, seguro la golpeó.
- ¡Mamá abre, por favor, madre! - Gritaba mientras mis lagrimas caían
- ¡Me dejas mal hasta delante de nuestra hija! - Otro golpe, que retumbó, parece ser que con algún objeto la golpeo por que mamá gritó.
- ¡Cállate Hanna, cállate maldita seas! - Otro golpe retumbó, y otro grito desgarrador de mamá se escuchó
Me quedé llorando ante esa situación, ¡Porqué todo a mí, porqué!
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Al llegar, mi presencia no parece ser vista del todo. Me senté al último asiento, sola, no queriendo hablar con nadie, mejor así. La primera clase nos dieron tarea de filosofía, debería estar haciéndola cómo de costumbre pero no, mi mente estaba pensando en aquellos gritos de mamá, y papá quién sabe qué, golpeándola, sea con evilla o otra cosa que hacía que mamá grite fuerte.- ¡Lana! - Me habló Mile, al levantar mi mirada estaba sonriendome, rápido baje mi mirada - ¿Estás bien, amiga? -
Sé que es mi mejor amiga pero no podría contárselo, no a ella, osea tal vez no difundir esto y quedar en una mala imaginen cómo hija de ellos, de unos Anderson, qué por ahora lo seguimos siendo. Tal vez esto se arregle, tarde o temprano volveremos a ser lo de siempre, una familia feliz.
Narrador Omnisciente
Pobre niña, no sabe de lo que se le espera en un futuro, no digo que yo lo sepa ¿o sí?, no.
- Respóndeme Lana. - Insistió Milena
Lana se sentía avergonzada, ver a su padre violento que por poco no la pegó que ella, de no ser por la madre. Está se envolvió en sus brazos intentando relajarse, o dormir mejor que anoche.
Al parecer no le importo la siguiente clase, ni siquiera prestar un poco de atención.El anterior receso ignoró a su mejor amiga, ahora en está clase también lo haría..Pero no recordó que tendría con su #admiradorsecreto, sí Tom Kaulitz.
- ¡Buenos días chicos! - Saludo esté mientras entraba con una sonrisa en su rostro
Todos se pusieron de pies para saludar y dar también sus buenos días, menos Lana, estaba muy enfocada recordando a sus padres pelear. De verdad, una adolescente que se crió bajo mimos, cariño de ambos padres no quería pensar que podrían divorciarse, menos si ella era una popular y llevaba un muy buen ejemplo de sus padres. Todos la juzgarán, juzgarán a su familia, a ella,..
- ¿Lana Anderson? - Repitió el profesor, rompiendo la burbuja de Lana, quién sólo se sentó bien y alzó su mano
No dijo presente y nada, sólo levanto su mano y el profesor asintió, dudando si estaba bien, su rostro todo desvelado le decía que no, esté pensó acercarse luego para ella, luego que termine su clase, claro.
[...]
- ¿Todo bien, señorita Anderson? - Interrogó Tom, mientras la observaba detenidamente su rostro todo desvelado ante lo sucedido.
- ¿Sí, por? - Murmuró, eso le confundió a él ya que dudo.
- Mmh, no lo sé dímelo tú - Sonrie apenas haciendo una mueca - ¿Seguro, todo bien en casa? - Volvió a preguntar
- Si, somos los Anderson. - Fingió sonreír, mostrándo aquellos dientes blancos y perfectos
- Entiendo, pero parece que una señorita de los Anderson no se encuentra bien, o creó que hoy nomás. - Insistió
De verdad, eso le estaba molestando, ¿Interrogando a su alumna? ¿Qué, acaso es su puto psicólogo? ¡Uno que estaría necesito Lana, por cierto!
- Permiso, saldré a tomar aire. - Ella ignoró aquello y se levanto de su asiento, el la jalo deteniendo su paso y llevándola a él.
- Mientes, estás mal, mírate tú ¿Una Anderson actúa así? - Rió en burla, de verdad eso le hizo molestar
- Eso no le importa, ¿Es mi psicólogo o qué mierda? - Si, se alteró. Eso sorprendio a su profesor, que abrió su boca por responder pero no le salió ninguna palabra - L‐lo siento, permiso - Susurro apenada, y se fue.
Subiré otra cap pero, siempre y cuándo cumplan en;
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