[La navidad, 24 de diciembre]
Me encontraba en el centro comercial comprando algunos obsequios para mi familia y luego hacerme un nuevo look, miró atrás mío y encuentro una verdulería. Pensé en comprar y poder hacer un licor con frutas.
Las compres y volví a pasear por las galerías, compraba para mi ropa entre otras cosas o sino llevaba verduras. Al regresar a casa me encontré con mis padres.
-¿Y, que tal te fue?- preguntó papá mientras el preparaba el almuerzo.
-Más que bien, compre de todo un poco. Pero algunas compras dejaré arriba-, ellos asienten y luego subí. Dejé las bolsas de los obsequios sobre mi cama.
Vuelvo a bajar y entro a la cocina encontrándome con unos papás felices, estaban dándose un pico mientras hacía el almuerzo. Esto era más que un regalo de navidad, me sentía muy feliz con tenerlos así nuevamente juntos.
El timbre sonó y corrí hasta ahí encontrándome con a Felipe, guardaespaldas de papá.-Señorita Anderson, esto me lo dieron-.
Asenti y lo agarre, abriendo aquel pequeño sobre vi una nota diciendo;
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Para mí pequeña Lanita, espero que no te molestes si te digo ahora a través de un papel, que no podré irme. Pido disculpas a ti y familia, es qué tengo mucho trabajo en la empresa y nuestro jefe es muy estricto de cumplir nuestros horarios.
No sé a que horario estaré desocupandome pero espero que no te hallas dormido para cuándo vaya.Ahorita mismo te estoy deseando, no sabés cuánto te extraño y que tus padres hallan puesto esa regla de no mucho contacto físico y menos dormir juntos hasta qué estemos casados, jaja los adoro. En fin, te extraño y te quiero ver ya.
Muchos besos y abrazos mi pequeña, te amo muchísimo.
Para: Mí alumna favorita
De: Tú profesor favorito👁👅
▁▁▁▁▁▁✿▁▁▁▁▁▁No sabía si llorar o reír había dibujado un ojo chueco y la lengua casi ni era lengua, pobre no es lo suyo el dibujar. Lo entiendo, empecé a reír sin sentido porqué recordar el día que Tom quiso llevarme a su casa no me dejaron sólo intentaron ser buenos y darme la oportunidad de intentar algo con el pero no mucho hasta tener un anillo que nos una. Los entendía, ellos me quieren y protejen.
-¡Lana!- pegó un salto ante el grito de mamá. Me volteé con una sonrisa. -¿Y esa sonrisita?-
-Tom, me dijo que no vendría en todo el día sino que se llegara tal vez tarde o noche. No lo sé bien pero bueno.- me encogí de hombros, -¿Necesitas algo?-
-Si, que me ayudes en la cocina-.
Sonreí asintiendo, fui con ella a la cocina viéndola reír con papá ante la harina que traía su cara. Seguro no hicieron nada más que jugar.