Lana Anderson
-¿Te parece si saludamos mañana a tus padres, amor?- me dice Ben, agarrándome por la cintura
-Si creó que será buena idea- me giro y quedo a centímetros de el. -Ben sobre nuestro futuro, tengo pensando viajar a Tailandia y ver modelaje. Después de todo seré reconocida mundialmente, ganaría mucho mejor que otro trabajo- comenté con alegría esperando que me apoye, porque según yo eso hacen los novios. Pero él no.
-No puedes, es demasiado, todos verían tu cuerpo casi semidesnudo ante las prendas. Y tu te alejarías de mi, de tu familia.- se encoge de hombros mirándome a los ojos. -No me gusta la idea, es mejor que te quedes en casa y cuides el hogar y yo trabajaré-
-¿Que?
-Si, no es mala idea
-¿Es en serio Ben?- lo mire molesta quién sonríe y aún así asiente -Imposible. Una mujer no puede depender de nadie, mucho menos de un hombre-
-¿Que tiene que sea de u hombre? ¿bromeas?- niego -Pues no, ya dije que no y tu vas a quedarte aquí en Alemania y conmigo.-
-¡No!- sentencie segura y el me agarro del antebrazo con fuerza -¡Ben sueltame!-
-¡No!
-Ben que me sueltes- forcejeaba
-Eres una perra, haces todo esto por quedarte con el viejo de tu profesor. Ay no, mira...- pone su teléfono en mi rostro dejando ver una foto mía con el en aquel baile, la misma que usó para amenazarme. -si te revelas conmigo yo no dudaré en revelar éstas fotografías y acuérdate, el y tu no podrán ser nadie y tampoco tendrán en dónde trabajar.-
-¡Mientes!- gritó molesta
El me dio una bofetada haciendo que retroceda ante el fuerte golpe de su palma en mi mejilla, que ahora ardía.
-¡Te odio!- grite y subí al baño, encerrándome en esté y tirarme en el frío suelo y romper en llanto.
De tanto llorar mis ojos dolían ni hablar de mi cabeza, es una resaca de la que tengo ahora mismo. Miro alrededor. Dónde encuentro un gillette y la agarro.
-Maldito imbecil, prefiero morir ante que quedarme contigo empecé a apretar mis labios al sentir el contacto punzante en mis brazos, la gillette era muy filosa haciendo que pase fácilmente por mi carne.
-¡Coño!- gritó ante el dolor
-¡Lana!- pude oír la voz de él atrás la puerta -¡¿que haves ahí?!-
-Que te importe un carajo, idiota- grite, respondiendo con una risa sarcástica.
-Lana abre la puerta ahora- sentí que su voz se empezaba a hacerse temblorosa-¡Lana!- golpea la puerta intentando derribarla -¡Lana abre la puerta!
Mirando alrededor sentía mi cabeza peor doler y mi vista empezar a nublarse sintiéndome mareada, intento levantarme pero cai golpeando mi cabeza contra el lavamanos y caerme al suelo. Inconscientemente me arrastre queriendo seguir lastimando mi brazo con la gillette pero fue inútil. No pude recordar más al ver que mis ojos se me pesaban mucho y comenzando a cerrarse.
-¡Lana!- lo ultimo que escuche...
Tom Kaulitz
-¡¿Acaso ya no me quieres idiota?!- gritó la rubia con enojo
-Heidi- ella se me acerco y me abofeteó
-¡No me llames y ni me busques!- escupe mi rostro antes de retirarse a pasos rápidos
Era una maldita loca, me tire al sofá y solté un suspiro. Estuve un buen rato viendo el televisor cuándo decidí cambiar de canal y encontrarme con noticias, no me llamo la atención la rubia periodista cómo solía serlo sino unas letras de títulos.
Último momento
"Preocupación para la familia Anderson"Me puse de pies y decido agarrar mi teléfono, busco en redes que paso con la familia Anderson cuando aparece un video que tenía a la misma chica que me volvía loco, la misma que me sentenció de por vida a sufrir sin su presencia. Era ella. Lana con mucha sangre en sus brazos y su cabeza pude notar un golpe..
-¡Tom!- sentí corridas en las escaleras -¡Tom, ¿viste las noticias?!- atónito asenti -¡vámonos!-
Me agarró del brazo y me llevo con el, poniendo rumbo al hospital nos fuimos a toda velocidad. No entendía que paso. Y ya estaba desconectado de todo, sólo rogaba suplicaba que este bien que no halla cometido nada grave con ella.
Mi desesperación empezaba hacerse presente al ver que el semáforo estaba en rojo y no avanzaba a verde más, golpee con fuerza el vidrio rompiendo esté y cortando mis nudillos.
-¡Joder Tom!- Bill me regañó -¡cálmate! ¡por favor cálmate!- intentaba tranquilizarme. Nuevamente el auto se puso en marcha, siendo aún más veloz.
Al llegar salí rápido corriendo me adentre al mismo hospital que salía en las noticias, corrí buscando recepcionista y pedir su sala.
[...]
Perdóneme si les hice corto, perdón. Espero sus comentarios y votos lindas.
las amo y adoro, no me voy a cansar de decírselo ante el apoyo que está llegando esté fic. Agradecida con ustedes bellas♡.
ATT: Yoha🥀