Capítulo 4

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No veo a Kim Dan por ninguna parte, hoy no venía con intenciones de acercarme a él porque de cierto modo entiendo que crea que fui yo quien publicó esas fotos. Sé que no me creerá si le digo que esa noche ni siquiera tenía mi teléfono conmigo, así que creo que es innecesario hacerle saber algo diferente a lo que ya pensó que es verdad.

Estoy en una mesa llena de chicos ricos que no paran de criticarlo, este tema de las fotografías y el foro anónimo del instituto Taejon se salió de control y no parece a qué vaya olvidarse con facilidad. Estos chicos que me rodean no hacen más que especular sobre el romance entre Dan y su amiguito y también se molestan ante las pocas consecuencias que se han visto alrededor de su terrible acción. Un grandulón de atletismo exige que los expulsen del equipo y los chicos con los que me siento en clase se refieren a Dan como el gay privilegiado. No pensé que en serio dirían tantas cosas sobre él, no creo haberme topado con muchos que tengan algo bueno para decir del hecho de conocerlo.

—¿Tu qué piensas Jaekyung? ¿No es asqueroso?

Todos me miran como esperando que actué como ellos.

—Son asquerosos. Un romance secreto sólo porque eres el protegido de la directora— menciono antes de darle una mordida mi pan tostado y Oh Daehyun celebra apretándome el hombro. No sé qué tiene de gracioso lo que acabo de decir para que todos comiencen alardear sobre sus novias y esas cosas. Tampoco sé porque dije eso, supongo que en el fondo todos terminamos siendo corrompidos por un innecesario impulso de encajar.

—Joo Jaekyung— cuando mi nombre es pronunciado por el profesor Idehun, el más temible y amargado del instituto, todos dejan de reír.

—La directora te espera en la dirección, más vale que vayas ahora mismo— dejo la mesa ante las atentas miradas de los otros que no comprenden bien qué fue lo que hice.

El amargado profesor me encamina hasta las oficinas en la dirección para asegurarse de que no evada mi repentina cita con la máxima autoridad de este lugar y me deja con la secretaria que no tarda mucho en hacerme pasar.

Tremenda sorpresa que me llevo cuando veo a Kim Dan en una de las sillas frente a su abuela. Se cruza de brazos y su espalda se ve tan rígida que podría acabar con una contractura.

—Por favor pasa Jaekyung, toma asiento— su abuela parece más seria a diferencia de nuestro primer encuentro, ella firma una hoja y la desliza por el escritorio para hacerme leer.

Tal parece que no me libré de un verdadero reporte.

—¿Por qué? — pregunto porque no he hecho nada.

—Te hice venir por el asunto de las fotografías publicadas en ese blog anónimo— empieza en tono firme y remueve la pluma entre sus dedos—. Dan te vio esa noche afuera de su habitación.

—Es verdad, estaba ahí porque quería hablar con él, pero no saqué esas fotografías y mucho menos las publiqué.

—¿Entonces mi nieto miente?

—No fui yo señora.

—¡Fuiste tú! — Dan abandona su postura inicial y se pone de pie—. Él no ha hecho más que molestarme desde que llegó al instituto.

—¿Sabe directora? Le diré algo, de echo fue su querido y protegido nieto el que hizo algo realmente mal la otra noche, él me golpeo en la cara y dejo esta marca—digo señalando el moretón en mi mejilla—. Utilizó la violencia como una forma de descargar la frustración y el odio que tiene acumulados hacia todos los demás.

—Abuela, antes de eso, él dijo algo horrible.

—¿Horrible? ¿No será que dije algo cierto?

—Suficiente, tomen asiento los dos y cierren la boca—sin las grandes alternativas para hacer más, nos acomodamos. Pareciera que los dos despedimos humo del cuerpo. Estamos cruzados de brazos y nos dedicamos una que otra mirada plagada de frustración y ansiedad por hacerle algo al otro—. Los dos actuaron mal— señala a Dan—. Tu por reunirte con Choi Heesung en tu habitación— ahora me señala a mí—. Y tú por sacar fotografías y publicarlas propiciando una lluvia de comentarios ofensivos hacia mi nieto. Sin mencionar los detalles que estoy dejando de lado como el hecho de que te saltas clases— me mira y luego mira a Dan para agregar—: O el golpe que le diste.

El camino hacia ti (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora