Jung Ho Seok y Lee Nari son estudiantes de la carrera de Literatura en la Universidad de Seúl y la asignatura de Prosa Literaria los hace unirse. Llámenlo destino... para ellos es un infierno.
Nari es una escritora innata y muy dulce en su narrativ...
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Ho Seok
—Buenos días— Bajé flamante por la escalera con mi cabello prácticamente blanco
—¡Yoon! ¡Dile algo!— omma ni siquiera me miraba a la cara mientras me servía el desayuno
—¡Wow Ho Seok tiene el pelo blanco!— la miró algo impactado —¡Envejeció en una noche! es un interesante caso como para escribir una historia— se levantó llevando su plato y se fue a su oficina evadiendo el momento.
—A lo que vuelvas de la universidad te comprarás un tinte negro y volverás a tu color de pelo ¿Entendiste Ho Seok?— me tomó la mano con firmeza
—¿Me lo comprarás tu?
—¡¿Por qué tienes que ser tan irritante! ¡Contestas por todo!— se quejó en voz alta
—¡¿Por qué tu voz es tan chillona omma, me duelen los oídos?!— los cubrí luego de llevarme un rollo de kimbap a la boca
—¡Ho Seok!— sus mejillas estaban rojas y su ceño fruncido
—¡LA LA LA LA LA AAA!— gritaba mostrado la comida en mi boca mientras caminaba de espaldas hacia a la puerta para irme a la universidad
—¡Te quiero de vuelta temprano! Niño engreído— bufó antes de que cerrara la puerta.
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Entré a la salón ante la vista de todos y me senté al fondo, era la clase de Lírica y todos exponían sus poemas. Yo prefería saltármela pero desde que mi papá se enteró que lo hacia se molestó y me obligo a tomar la asignatura.
—¿Srta. Lee puede leernos su poema?— el profesor Hye Moon tenia favoritos en la clase y una de ellas era Nari-zota
Nari se levantó se su asiento luciendo una falda hasta los muslos, calcetas blancas perfectamente dobladas sobre sus tobillos y converse de caña alta negras, las clásicas. Cuando se levantó se le vieron las pantaletas negras que traía y los chicos que estaban frente a mi se giraron para cerciorarse de que todos vieron lo mismo.
— La niebla que cubre tu mirada hoy se esfuma, como los pájaros migran
Comencé a toser muy alto interrumpiendo la lectura y todos me miraron, Nari me dió una mirada de disgusto y supe que tenía su atención.
—Disculpen, continua— dije aclarando mi garganta
—... como los pájaros mi...
—¿Sr. Jung puede dejar de hacer eso?— el profesor me vio sacando una barrita de carne seca y llevármela a la boca —Estamos en clase ¿Podría tener un poco más de respeto?
—Lo siento, no tomé desayuno— sonreí ladino y guardé la barrita
— ...la marea alta y su espuma, como ellos cuando me miran
