Jung Ho Seok y Lee Nari son estudiantes de la carrera de Literatura en la Universidad de Seúl y la asignatura de Prosa Literaria los hace unirse. Llámenlo destino... para ellos es un infierno.
Nari es una escritora innata y muy dulce en su narrativ...
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Ho Seok
—En el ejército tenías que llevar más peso que esto— le mencionaba a Nari quien quería a toda costa llevar alguno de los bolsos
—¿Fue muy difícil todo?— parecía interesada en mis historias —No puedo imaginar lo que es estar ahí—.
Se frotaba los brazos con fuerza por el frío que estaba, así que me detuve a buscar un polerón en mi mochila.
—Toma, póntelo— se lo lancé en el rostro, no quería romantizar un acto así, sólo quería ser caballero.
—Gracias— lo tomó entre sus manos y se lo colocó rápidamente y caminamos nuevamente.
Llevaba días pensando en como mejorar el tema del trabajo y la idea de actuar las escenas para mi era algo que tenía mucho sentido, me ayudaba a describirlo desde un punto de vista más objetivo, pero sería más interesante que Nari también lo hiciera.
—¿Y si actuamos como los personajes? El meternos en el papel podría ayudarnos a ser más creativos— mencioné viéndola caminar con los brazos cruzados en el pecho.
—¡Suena a una buena idea, elijo ser Ji-Hu!— rió sarcástica —¿Y qué se supone que haríamos?
—Si te burlas así mejor no digo nada— me molesté porque realmente sentía que era buena idea
—Esta bien, es buena idea, podemos recrear la escena de la oficina en mi casa—.
No quise girar a mirarla, apreté mis manos sudorosas contra las cuerdas acolchadas del bolso que cargaba a cada lado. Ingresamos a una villa pequeña donde las casas eran todas iguales de segundo piso y nos detuvimos en la número 07. Ella sacó las llaves de su bolso y abrió para luego encender las luces.
—Te invito a cenar por haberme acompañado, omma hizo arroz frito con con kimchi de cebollín— abrió más la puerta para dejarme pasar.
—Gracias— esbocé una sonrisa al ver el interior acogedor de la casa, era muy femenino y cálido.
—Toma asiento mientras caliento la comida— dejó las llaves en el mueble de la entrada mientras yo dejaba mis bolsos en un costado.
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