No puedo describir, lo extraño y familiar que se siente verte y tocarte cuando tengo la certeza de que nunca lo he hecho.
Salí por las escaleras de incendios que estaban junto al balcón de mi habitación. Se me fue desvaneciendo con una neblina mi ropa volviendo a mi traje. Apreté a correr y llegué en menos de lo esperado a la casa de Melanie. Mirando la hora noté que era demasiado tarde como para que ellos estuviesen despiertos. Me senté en el porche hasta que amaneció.
Me levanté y justo cuando alcé la mano para tocar la puerta se abrió. Emily salió disparada.
—¡Hasta en unas horas Kang!—gritó corriendo dentro del auto de un chico que había a unos metros de mi.
Melanie se apareció en ese instante con una mirada extrañada hacia mi.
—Es que el domingo pasado no vine—dije—así que pensé en pasar.
—No he hecho el desayuno—me dijo—, Emily se fue sin desayunar, pero tú puedes ayudarme y de paso comer algo aquí.
Asentí. Luego de que el desayuno estuviese listo me la pasé mirando por la casa buscando una excusa para sacar el tema al aire, pero nada surgía.
Estaba a punto de rendirme cuando miré una foto de Ehla en la infancia con una mujer de ojos chinos que nunca había visto en mi vida.
—¿Quién es?—pregunté.
Ella miró por encima de su hombro mientras se metía un trozo de tortilla a la boca. Luego me miró.
—Era la madre de un amigo de la infancia de Ehla, éramos vecinos.
—¿Eran?
—Murieron.
—¿Es el mismo amigo del cuadro sin foto que Ehla carga?
Ella asintió—Si, eran muy unidos.
—Ehla dijo que no recordaba su nombre.
Eso pareció dislocarla.
—Casi nunca le llamó por su nombre, nadie. Mayormente se llamaban por sus apellidos, recuerdo que era principalmente porque decían que se iban a casar y Ehla decía que su apellido iba a ser Castiel...
—¿Castiel?—los cubiertos se me cayeron.
Miré los cubiertos rebotar en el suelo.
—¿Estás bien?
—Si.
—El apellido...su padre era italiano.
—Eh...—ladeé la cabeza—debo irme.
Salí corriendo de ahí. Me sudaban las manos. Respiré con dificultad mirando al cielo mientras aguantaba mi cabello. La alarma de mi móvil comenzó a sonar. Faltaban unos treinta minutos para que mi trabajo empezase.
Sin mucha prisa y el corazón en la boca tomé el bus hacia casa para pasar a buscar a Luca, sabía perfectamente que estaba en la casa de Ehla. Sentí que los ojos me ardían pero igual lo ignoré.
Simplemente toqué el timbre al llegar y el castaño salió de inmediato. Usé las llaves para abrir el local, limpiamos un poco y justo cuando llegaron dos más de los trabajadores fue que abrimos juntos. Luca se limitaba a hacerme señas con la cabeza para hacer las cosas, no habló mucho. Quizás notaba que no estaba muy bien.
Se me acercó con una nota entre las manos y dos cajas de pizzas además de un casco bajo la mano. Dejé inmediatamente lo que estaba haciendo.
—¿Creés que puedas llevar esto a la dirección?
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Un demonio para ella [libro #2] [Pausada]
FantasySEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA "FANTASMAS DE WATTPAD" Ehla y Kang 🎶🌨️ No debía ser normal, o amarme a mi misma. Era fácil quererle completamente aunque yo me odiase completamente. Él siempre lo supo, supo que le quería. Que mi corazón estallaba con...