Cuatro años y medio habían transcurrido desde que Sasuke buscaba a Naruto, años en donde el azabache lo había buscado hasta debajo de las piedras pero nada, era como si se lo hubiese tragado la tierra.
Según Karin solo había dos motivos por los cuales no habían dado con él, porque el mismo Naruto fuera quien escondiera su chacra o porque estuviese muerto, obviamente Sasuke se inclinó por la primera opción.
En esos años muchas cosas habían pasado, para empezar Tsunade ya no era la misma bribona, mandona y alcohólica rubia, había cambiado considerablemente, era seria, melancólica y se había refugiado en el trabajo.
Otro que había cambiado era Kakashi, hacía años que nadie veía su “ojito feliz” ya que desde que Iruka lo dejara nunca aceptó regresar con él.
Iruka por su parte había tenido otras parejas, aunque tarde que temprano por alguna situación terminaban rompiendo, el moreno por su parte no se había afectado mucho que digamos, hacia cerca de tres años y medio que le llego una carta de Gaara donde le decía que Naruto y su hijo estaban bien, cosa que solo Iruka y Hinata sabían.
Hinata era otra que había cambiado, aunque solo un poco, seguía siendo la misma chica tímida y callada, pero al mismo tiempo se le veía más sonriente, seguramente porque Iruka se convirtió en la familia que ella siempre deseo, incluso la chica se reusó a volver a su clan pese que su padre prácticamente le rogó que volviera e incluso cambió su apellido por el de Umino.
Otras de las cosas que pasaron fue que el equipo ocho al igual que Sasuke buscaban desesperados al rubio, ellos se sentían responsables de lo que pasó y la culpa no los dejaría hasta que le pidieran perdón a Naruto al igual que el resto de sus compañeros.
Sin embargo a nadie le había ido tan mal como a Sakura, la que alguna vez fue una heroína de Konoha y aprendiz de la Quinta hoy no era más que una puta barata, forzada a vender su cuerpo por unas pocas monedas para sobrevivir, incluso varios de los viejos del consejo le hicieron una visita después de haberlos acusado con la Hokage, y gracias a la terrible violación que sufrió por parte de los ogros su matriz quedo destrozada y ya no podría tener hijos, la chica era tratada peor que basura, odiada y maltratada por todos los habitantes, un infierno en vida.
Sin embrago aun así quien más sufría era el azabache que ni siquiera había tenido la oportunidad de conocer a su pequeño y lo que era más cruel, cada que creían tener noticias de Naruto estas solo eran falsas lo cual poco a poco consumía al moreno.
Justo en ese momento se hallaban en una villa, había rumores de que un lindo prostituto rubio, con ojos azules y marcas en la cara ofrecía sus servicios al mejor postor.
Sasuke caminó hasta el burdel, pudo vislumbrar a un rubio que atendía una mesa y parecía reírse de las ocurrencias del sujeto con quien compartía mesa, el corazón de Sasuke se aceleró, tocó la espalda del rubio y aguardo a que volteara.
—Lo siento estoy con un cliente y no te puedo atender —dijo cortes.
Sasuke respiró, ese no era su Naruto, ciertamente el chico era rubio, con ojos azules y las marcas en la cara seguramente eran de alguna pelea.
—No, discúlpame a mí, te confundí con alguien más —se dio la vuelta y salió de aquel burdel.
—¿Y bien? —preguntó Kakashi que esperaba al azabache afuera.
—No era —respondió serio.
—Lo siento.
—Yo no, la verdad me alegra saber que ese no es mi Naruto.
—Sasuke, debes entender que es probable que Naruto ya haya hecho su vida al lado de alguien más.
—Claro que no, él me ama y en cuanto arreglemos nuestras cosas volveremos a estar juntos.
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Perdoname SasuNaru
Science FictionDespués de que la guerra por fin terminó todo estaba en paz y tranquilidad, apenas habían logrado sellar a Kaguya y despertado a aquellos que cayeron en el tsukiyomi infinito, por fin había armonía entre los ninjas y después de arreglar ciertos asu...