El pequeño Veko se hallaba perdido y sin saber qué hacer, sabía que estaba en algún lugar en medio de la nada y que hacía unas horas por poco y se cae por un barranco, su ropa estaba rasgada y maltratada sin mencionar que había perdido un zapato, caminaba sin rumbo fijo hasta que escuchó unos pasos.
—¡Mgg! —contenía el dolor una chica de cabellos rosas cuando trataba de curarse las heridas que Kuroma le había provocado.
—¿Hay alguien aquí? —preguntaba bajito Veko.
—"Es el hijo adoptado de Sasuke y Naruto" —pensaba mientras se mantenía en silencio—. "Bien podría deshacerme de él aquí, pero no creo que les afecte mucho, sólo los pondría en alerta y cuidarían más a su hijo".
Sakura pensaba erróneamente que por ser adoptado el pequeño albino no era querido, así que no le vio mucho el caso, simplemente pensaba seguir curándose cuando sintió varias presencias cerca, unos eran del Kyubi junto con Kuroma mientras que los otros eran de Sasuke, Naruto, Kiba y Shino, estos últimos ayudándoles con la búsqueda del menor.
—"¡Demonios! Lo mejor será irme de aquí antes de que me vean o el zorro abra la boca y diga que quise matar a su estúpido escuincle".
Sakura no perdió tiempo y se escondió, así como su presencia y aroma, cerca de allí, cuando pronto llegaron Kyubi y Kuroma a donde estaba Veko.
—¡Veko-chan! —gritaba emocionado el pequeño azabache al encontrar por fin a su amado peliblanco.
—¿Oni-san qué haces aquí? —la verdad era que el niño estaba sorprendido pues pensaba que ya lo habrían olvidado.
—Grandísimo idiota, pues claro que buscarte, nos tenías preocupados.
—Es cierto mocoso —habló el zorro ya más tranquilo de haber encontrado a su otro cachorro—, no sabes el peligro al que te expusiste, pudo haberte pasado algo.
—Perdón...
Y pocos segundos después fue que llegaron Naruto y el resto.
—Veko-chan, gracias al cielo que estás bien —Naruto casi al instante al ver a su hijo fue a abrazarle—, me preocupaste mucho, a todos, ahora mismo quiero que me digas el motivo de por qué te fuiste.
—Porque ustedes ya van a tener sus propios hijos y se olvidarán de mi —suaves y pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus opalinos ojos cuando siguió hablando—, ya no me van a querer y me dejarán solito de nuevo, por eso quise irme, para no estorbarles —y finalmente rompió en llanto.
Naruto abrazó al pequeño al igual que Sasuke, ambos deseaban calmarle y transmitirle el amor que sentían para que se sacara esa idea equivocada de su mente.
—Veko-chan… ¿Acaso alguna vez has visto que te tratáramos mal? —llamó Naruto cuando el niño estuvo más calmado.
—No, de hecho nunca les he visto.
—Sabes que no me refiero a eso, quiero que me digas si alguna vez te hemos hecho a un lado.
—No.
—No importa si no eres mi hijo de sangre, eres mi hijo y te amo mucho, pues tú me ayudaste cuando más lo necesitaba, a decir verdad sin ti seguramente seguiría deprimido, contigo pude volver a sonreír pues me ayudaste a sanar el dolor de mi pequeña Kushina.
El pequeño simplemente permaneció oyendo atento a Naruto mientras poco a poco una ligera sonrisa aparecía en su rostro.
—Veko-chan, nosotros, este teme, Kuro-chan, Kurama y yo te amamos, y no queremos que nunca te vuelvas a ir de nuestro lado ¿Lo has entendido?
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Perdoname SasuNaru
Science FictionDespués de que la guerra por fin terminó todo estaba en paz y tranquilidad, apenas habían logrado sellar a Kaguya y despertado a aquellos que cayeron en el tsukiyomi infinito, por fin había armonía entre los ninjas y después de arreglar ciertos asu...