Perdoname SasuNaru

15.- Superemos El Dolor

Naruto y Kuroma se hallaban en casa, Reika fue a comprar la cena en compañía de Veko, Raitei salió a buscar a Luka a casa de Sai por lo que solo pero el pequeño estaba con Naruto, lucia pensativo, hasta que se dirigió a Naruto.

—Mamá —le llamó serio.

—¿Qué pasa cariño? —preguntó con amor.

—No quiero volver a la lluvia, quiero vivir aquí en Konoha.

Los ojos de Naruto se abrieron enormemente, nunca imagino que su hijo le pidiera ello…

—¿Kuro-chan estas seguro lo que me estas pidiendo?

—Si mamá, no volveré a la lluvia y si tratas de llevarme escapare pare regresar a Konoha.

—Sé que en la lluvia tenemos carencias, pero poco a poco la aldea crecerá y…

—Mamá —dijo con los ojos llorosos, no por un berrinche, sino porque si regresaba no contaría la ayuda de Sasuke y por lo tanto nunca sería lo suficiente fuerte para proteger a los que amaba—. Por favor quedémonos aquí.

Naruto sintió una fuerte opresión en su pecho al ver así a su pequeño, a él no había nada que pudiera negarle, pero tampoco quería estar en esa aldea que tantos recuerdos dolorosos le traía.

—Creo que lo mejor será…

Iba a dar su respuesta pero Reika interrumpió al llegar con Veko., ya sólo faltaba Raitei quién había ido a casa de Sai a traer a Luka.

Con unos fuertes toquidos, el de cabellos azules casi tiraba la puerta del moreno hasta que Luka por fin abrió.

—Llevo rato esperándote, apresúrate idiota que aún no has empacado para ir a casa —incluso jaló bruscamente a Luka del brazo para llevárselo.

—Raitei-san por favor tranquilícese —y se quedó quieto en la entrada, cerró la puerta y finalmente decidió a hablar—, tengo algo que decirle.

—Me lo dices luego que tienes que empacar, mañana salimos a primera hora.

—Lo siento, pero yo no iré a la lluvia...

Aquellas palabras le sentaron como un balde de agua helada, el de pelo azul no daba cabida a lo que oía.

—Es broma... —aseguró Raitei pues estaba convencido de ello—. Luka no juegues más y vámonos.

—No es ninguna broma, estoy muy agradecido con usted por cuidarme, pero me quedaré en Konoha.

Luka jamás olvidaría que fue Raitei quién prácticamente lo recogió de las calles cuando sus padres murieron y desde entonces le había seguido como una segunda sombra, pero estaba decidido permanecería al lado de su hermano.

—Luka, por favor no me hagas esto... Yo te...

—No insista, Sai me necesita y permaneceré a su lado.

Raitei no oyó más, iría a golpear a ese bastardo que le arrebataba el cariño de Luka en su cara.

Entro a la vivienda en donde Sai preparaba una recámara extra para su hermano y de un momento a otro ya se encontraba tomado por el cuello.

—¡TÚ, MALDITO ROBA LUKAS! —gritaba al pobre moreno.

—Raitei-san —llegaba espantado Luka—, le ruego por favor que suelte a mi hermano —y se aferró al brazo del chico para que soltara a Sai.

—¿Hermano? ¿Que no es el tipo con el cual me andas poniendo el cuerno? —y bajo a Sai mientras Luka enrojecía por sus palabras

—No diga eso por favor— y la pena lo invadió al grado que sentía la cara caliente.