10. Un día

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Habían pasado algunos minutos cuando finalmente el más pequeño rompió aquel silencio que le estaba matando por dentro.

—¿Puedes decir algo? —Tartamudeo un poco separando las palabras.

Su amigo volteo a verle con la nariz ligeramente roja por tanto limpiarla.
Bright tenía un dilema en su cabeza que el otro no imagino.

—¿Qué quieres que te diga?

—Una... respuesta —El tono de su voz bajo y fue más calmada en la última palabra.

—¿Una respuesta? —Rio un poco y negó finalmente mirando al otro —¿Una respuesta? —Repitió —¿Qué quieres que responda? —Volteo a su servilleta, como si ese pequeño pedazo de papel pudiera evitar el estar de frente.

—Solo responde —Realmente parecía que la conversación no iba por ningún lado.

Bright llevo la mano a la mitad de su nariz suspirando y negó.

—Win, me caso en menos de un mes.

—Ya sé eso.

—No sé que clase de respuesta buscas entonces.

—El que me digas que te casarás no es un...
“Impedimento” quería decir, pero lo interrumpió su amigo.

—¿No es una respuesta? ¿Debo decirte gracias? —Finalmente lo miraba.
¿Por qué te ves tan ajeno a la situación?
¿Por qué parecer que hago un drama de todo esto?

—Solo...

—No.
¿Porque esto estaba doliendo? Había esperado tanto tiempo...

Win asimilaba la respuesta: No.
¿No? ¿Qué? Acaba de reconocer sus sentimientos ¿Y Bright dice que no? ¿Así de simple? ¿Todo iba terminar así?

—Acabo de reconocer mis sentimientos, no pienso irme con un simple no —Bright lo miro dudoso y Win se sorprendió a si mismo por su reacción — No pienso irme con un simple no Bright.

—¿Qué estás... —Suspiro y sobo sus cien —No te irás con un “si”
Dios, estaba teniendo un lío mental y el otro se ponía terco.

Win paso saliva, iba pasar lo que le hizo ocultar todo en primer lugar: distancia.
Se había callado tanto por proteger aquella amistad.
Verdaderamente iba salir de ahí con un obvio rechazo pero... Tenía tanta esperanza, aún si fuera poco y prácticamente imposible...
Pero no lo quería, no iba perder a su mejor amigo. Deseaba tanto que Bright le dijera que le correspondía, debía haber alguna forma.

Tomo la mano del mayor con lentitud temiendo que le rechaza el toque pero no. Las palabras habían salido de su boca y no había regreso.

Acaricio con lentitud la mano ajena —Dame tiempo —Win volvió hablar como súplica.

—¿Qué?

—Atrasa la boda.

—Me caso en menos de un mes —Se le levantó de silla —La fecha está puesta.

Win sonrió, no era un rechazo. Había esperanza, una muy pequeña porque Bright no estaba negando rotundamente, parecía solamente querer evitarlo.

—Una semana —Se levantó  —Dame una semana y no te casarás.

—No puedo darte una semana.

—¡Dame una oportunidad! —Ahora está gritando, increíble evolución.

—Mañana voy a escoger mi traje.

—¡No te cases! —Azotó ambas palmas en la mesa y sus miradas volvían a unirse por segundos ya que Bright agachó la cabeza.

68 días para una boda | BrightWin/BrighTuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora