12. Hoy

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—Wow, únicamente le tomo la mayoría de sus años de vida —Off trato de añadirle algo gracioso y fallo al ver el rostro de su amigo.

Se supone que iban a elegir el traje de Bright pero estaban en un local hablando sobre Win.

—No sé que hacer —Bright paso las manos por su rostro.

—Creo que sabes que hacer...

—¿Qué hago? —Tenían casi más de una hora hablando sin embargo no pudo quedarse callado con Jumpol.

—Dale su día, con eso tendrás la respuesta. Aunque para mí la respuesta es obvia en este momento —Se acomodo en el asiento y jugando un poco con la pajilla de su vaso —Entre más pronto mejor ¿No?

Jumpol era el espectador, el chico de la primera fila en BrightWin Word.

Vio todo lo que hacía Bright para hacerse notar, incluso pensó que cuando él se confesó a Gun ellos podrían usarlos como espejo y finalmente darían el siguiente paso. Algo que evidentemente no paso y se había cerrado cuando Bright le dijo que se rendiría.

Bright lloraba en silencio varias veces, pero el día que dejó ir todo no solo lloro, gritó, bebió y se dejó caer. Confesó el beso y canto, tratando de quitar su sentir.

—Todos lo sabian, menos él o... ¿Es despistado? ¿Es un tonto? ¿Y si yo realmente le incómodo y no sabe cómo detenerme?

—No creo que sea eso Bright.

—Nunca me verá de otra manera, me paso diciendo que me gusta y él solo se ríe... —Se limpiaba sus lágrimas nuevamente —Win es mi persona especial pero esto está doliendo demasiado —Off le sobo su espalda —¿Nunca te dijo nada? —Su amigo negó —¿Ni a Gun?

—No Bright.

—¿Le gusta alguien? Aún si no soy yo, solo quiero saber.

—No habla sobre eso, siempre dice que no le gusta nadie.

Bright se recostó en sillón de Jumpol abrazando un cojín, retrocediendo aún más en el tiempo, volviendo a una noche años atrás.

—Ma ¿Podemos hablar?

—¿Paso algo? —Nego mientras se acercaba y se sentaba junto su madre tomando una almohada en las manos para calmar los nervios —¿Bright?

—Si. No... —Volteo a su madre y luego a otro lado con los ojos llenos de lágrimas —Me gusta alguien —Dijo bajito.

—Eso es bueno cielo.

—Pero es un chico —Se limpiaba el rostro —Perdoname, no te molestes conmigo... Es solo así, paso y yo no sé que hacer... No está bien yo...

Su madre le abrazo —Que te guste alguien está bien, el amor siempre está bien Bright.

—¿No estas molesta conmigo? —Su voz se hacía más baja.

—No, no, jamás. Eres lo más importante para mí, eres lo que más amo —Le limpio las lágrimas y le abrazo más fuerte.

—Perdoname...

Abrió lo ojos con un su cabeza punzando, se incorporo rápido y al levantarse se lanzó a la pared para poder caminar sin caer. Se estaba mareando y con más dolor en su cabeza llegó finalmente al baño.

—¿Bright? —Jumpol lo siguió y él se puso a vomitar.

—Joder, que asco...

—Tranquilo.

—Discúlpame...

—Todos vomitamos. Esta bien —Le ayudo a levantarse luego de sobar su espalda. Su amigo sentía el cuerpo débil así que también le uso de recargadera mientras limpiaba sus dientes y rostro —Me asustaste, creí que ya estabas dormido.

68 días para una boda | BrightWin/BrighTuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora