8

813 91 22
                                    

Yo estaba ahí, helada y sintiendo mi parte íntima mojada, con ganas de ir a otro nivel, pero mi cuerpo no reaccionaba, me quedé parada por unos minutos, esperando que mis piernas se movieran, cosa que se negaban a hacer.

Es que nunca antes había tenido sexo, solo lo había imaginado y llevarlo a la realidad en parte me daba miedo, sobre todo porque no sabía si a Jake le gustaría experimentar ese tipo de cosas conmigo...

Su miembro duro estaba esperando ser mimado, ya sea por él o por mí, no sabía qué hacer, o sea si quería tocarlo pero me daba vergüenza y sentía muchos nervios y escalofríos recorrer mi cuerpo, mi corazón estaba demasiado agitado a tal punto que también dudaba en salir corriendo y encerrarme en casa.

Pero esa era mi oportunidad.

Una que no debía desperdiciar así me muriera de vergüenza en el acto, no me importaba lo que él pensara de mí después, debía aprovechar el momento y experimentar lo que tanto había querido durante tanto tiempo.

¿No?

—¿Vas a venir? —cuestionó, esperándome.

Noté que se lamió el labio inferior con lentitud, era visible que se encontraba en un punto de excitación voraz que no le importaba coger con la primera mujer que entrara por esa puerta, o sea; yo. Me acerqué con cautela, sin dejar de verlo, detallarlo a fondo.

Me sentía extasiada con tan solo contemplar a ese muchacho, ver que su abdomen estaba bien marcado, una leve musculatura en sus brazos y sus pechos firmes me atraían hacia él, sobre todo ese pene erecto que me hacía desearlo dentro de mí, tal vez hasta lamerlo, probarlo.

Lo que sea con tal de comérmelo con cualquiera de los labios que tenía, ya mi mente sabía que si me dirigía hasta él, no había vuelta atrás, sucedería lo que tanto deseaba y al mismo tiempo me aterrorizaba. El experimentar la primera vez, con conocimientos básicos que me proporcionó el porno y las múltiples masturbaciones que me hacía a mí misma.

¿Tenía condones? Tampoco quería quedar embarazada en mi primera vez, yo no me protegía con ningún método ya que no follaba con nadie, no tenía necesidad de usar alguno y mi período era regular.

Eso estaba por verse, en dado caso de que no tuviese protección lo rechazaría... Si es que mi cuerpo le hacía caso a mi mente, lo cual empezaba a dudar ya que verlo desnudo frente a mí, encendía toda llama en mi interior.

—Tú... ¿No te desagrado? —cuestioné al estar frente a él.

A solo unos centímetros de distancia, estaba de pie ante él, quería sentarme encima y apoyar mis manos alrededor de su cuello, sería tan excitante y distintas sensaciones explotarían dentro de mí. Quería experimentar lo más que pudiese.

—Camila, estoy en un punto de excitación en donde podría cogerme hasta a un hombre —respondió con un tono de picardía que me dejó confundida.

No sabía si lo estaba diciendo en serio, significaba que no le atraía ni un poquito como me había hecho creer, o que era bisexual. No tenía idea de qué me quiso decir con eso pero me dejó desconcertada y mi cara pareció demostrarlo, pues la sonrisa piadosa que tenía se desvaneció y bufó.

—Ash, es broma —comentó y acto seguido me tomó de la cintura para atraerme hacia él—. Basta de hablar y pasemos a la acción.

Después de decir eso, quedé en la posición que me había imaginado, yo sentada encima de él, aplastando suavemente su miembro erecto y duro, pude sentir la calidez que me brindaba aún cuando yo tenía ropa, la sensación era indescriptible, pues no se trataba de mi mano, sino de un pene real.

El sexy chico del café [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora