21: You, you and you

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Hostia, joder.

Le iba a dar un infarto.

Estaban llegando, según el GPS les faltaba tan solo una hora, y Jennie le había dicho que ya se habían instalado en la casa de la familia de Bob.

¿La coreana estaría tan nerviosa como ella? Porque el corazón le iba tan rápido que apenas dejaba una pausa entre latidos.

—Lisa, relájate.

Las manos de Rosé se apoyaron en sus hombros iniciando un suave masaje.

—Es que voy a verla otra vez... —dijo a media voz y giró la cabeza para mirarla.

—Lo sé.

La chica le sonrió.

—¿Voy bien? ¿Me cambio de ropa?

—Estás perfecta.

—Al menos no he traído el abrigo feo de invierno.

—Feo, pero muy calentito.

—Por eso aún no lo he quemado.

—Vayas como vayas, Jennie va a sentir lo mismo que tú cuando la veas. ¿Si ella no lleva un vestido de florecitas no te va a gustar?

—No, me gusta de todas las formas posibles.

—Pues ahí lo tienes.

Su amiga le sonrió antes de mirar al frente, donde Jisoo conducía con la vista fija en la carretera.

—Te quedas a solas con ella —susurró y su amiga sonrió.

—No será la primera vez. Nos llevamos bien, no creo que sea muy complicado estar solas.

Por lo que aquellas dos decían no tenían planeado salir por ahí a beber, y era mejor así, Rosé no haría tonterías del tipo «enrollarse con alguien que no debía».

—¿Y si no le gusta? —preguntó de repente.

—¿El qué?

—Besarme. ¿Y si se da cuenta de que las chicas no son lo suyo y que se ha equivocado al dejar a Taehyung?

Lo había pensado en varias ocasiones, pero a esas alturas necesitaba decirlo en voz alta, porque la naturalidad con la que se tomó Jennie sus recién descubiertos sentimientos hacia el sexo femenino le daba un poco de miedo. No le había hablado de luchas internas ni de dudas, no lo había cuestionado con preguntas como «¿me gustan realmente las chicas?», y eso que nunca antes se lo había planteado. Hasta que llegó ella. ¿Y si la realidad no era lo que esperaba? ¿Y si se había hecho una idea equivocada de cómo sería su relación?

Llevaba días rezando, rezando muy fuerte, suplicando a un poder superior que tras su beso Jennie no le dijera «pues no, no me ha gustado. Lo siento, Lalisa».

Cada vez que se lo imaginaba, el corazón le pesaba el doble.

JEN: Hay un parque cerca del aparcamiento de autocaravanas que se llama Overton, es donde he llevado a Micky hace unos minutos.

LISA: ¿Nos vemos allí entonces?

JEN: Si te parece bien, sí. El padre de Bob me ha dicho que podemos ir a The Inside Scoop, que se cena bien. Tampoco tenemos muchas más opciones Esto está medio desierto.

LISA: Perfecto, quedamos en el parque y cenamos donde te han dicho.

LISA: ¿Estás nerviosa?

Distance | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora