Epílogo

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Su sollozo fue acallado por los labios de la tailandesa, atraparon los suyos firme y suave, de forma lenta y delicada.

Demonios, ¿aquel iba a ser su último beso? Tenía que ser una broma de mal gusto, ¿por qué dolía tanto aquella despedida?

Nunca se había sentido así por dentro, desesperada por poder parar el tiempo y así evitar lo inevitable. No podía respirar bien, pero le daba igual, porque necesitaba mucho más su boca, así que respondió a su beso acercándose más a su cuerpo, sujetándola por el brazo y la cintura. La sintió sollozar contra sus labios y cerró los ojos con fuerza, uniendo sus frentes. Le tocaba a ella ser la fuerte, porque a esas alturas la conocía a la perfección y sabía que Lisa, por muy segura de sí misma que pudiera parecer, tenía miedo.

—Seguro que el tiempo se nos pasa rápido —dijo antes de darle un corto beso en los labios y mirarla a los ojos—. Tú tienes el máster y pronto empezarás a trabajar, yo estaré en la panadería Los días pasarán volando, ya lo verás.

—Pero tú tienes que esperar un día menos que yo, no es justo —bromeó entre lágrimas.

Demonios, ¿cómo podía ser tan tonta y adorable al mismo tiempo?

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Distance | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora