6: Una decisión definitiva.

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Unos golpes se oyen a lo lejos, alguien pronuncia mi nombre pero no alcanzo a escuchar quién es. Trato de seguir durmiendo pero los golpes y los gritos suenan cada vez más fuerte.

Abro los ojos y bostezo. Vuelvo a escuchar mi nombre y esta vez reconozco la voz de Aiss; quién toca la puerta con demasiada fuerza.

Suspiro y me levanto de mi cama. Aiss vuelve a llamarme insistentemente. Ruedo los ojos. Que exasperante es.

-¡Voy! —grito mientras me coloco mis pantuflas y camino apresurada hacia la puerta.

—¿Qué quieres? —es lo primero que digo cuando la miro.

Me hace a un lado y se mete a mi habitación sin que yo le de permiso.

Gruño molesta y cierro la puerta, no hay otra cosa que pueda hacer. Cuando Aisslínn Pussett se concentra en ser un grano en el culo, realmente logra su objetivo.

—¿Qué haces aquí tan temprano Aiss? —Está sentada en mi cama mirando fijamente la pared.

—Mamá me dijo que te avisara que ya está listo el desayuno —dice mientras sube los pies a mi cama.

—¿Es todo? —pregunto con molestia, típico de Aisslínn, hacer un drama por algo tan sencillo como el desayuno.

Despega la mirada de la pared y la dirige hacia mí, sonríe cínicamente al percatarse de mi molestia.

—Si —contesta.

—¿Entonces por qué te metiste a mi habitación sin permiso? —Mi tono es de reproche.

Se encoje de hombros y se recuesta en mi cama.

—¿No te interesa saber lo que pasó ayer que te escapaste de casa? —dice en un tono despreocupado, como si le diera igual decírme o no. Pero la realidad es que se muere de ganas por contarme.

Para ser sincera, yo también tengo un poco de curiosidad de saber que fue lo que pasó en la cena. Aunque también siento náuseas al recordar mi charla de anoche con Lisa.

—Bien, cuénteme ¿Qué pasó ayer? —digo mientras camino hacia ella.

Aiss sonríe y se hace a un lado para dejarme espacio, me siento junto a ella y espero pacientemente a que comience con su relato.

Cuando está a punto de hablar, otros golpes en la puerta la interrumpen. Tratamos de ignorarlos pero la persona del otro lado no se da por vencida.

Aisslín se levanta enojada y abre la puerta.

—¿Qué quieres? —le dice a Amber; nuestra hermana mayor.

—Mamá te mandó a despertar a Ciara, no a que te quedaras con ella. —Amber tiene una ceja arqueada y mira a Aislinn con frustración.

Aiss suspira con cansancio y se gira hacia mí, rueda los ojos aprovechando que Amber no la mira.

—Será mejor que dejemos la conversación para después. Te esperamos abajo para desayunar —murmura antes de salir de mi habitación y cerrar la puerta tras ella.

Puedo escuchar como discuten afuera, pero las ignoro pensando en lo que mi pequeña hermana dijo. ¿Habrá ido mal la cena?

Estoy a punto de volver a mi cama y dormir cinco minutos más, cuando mi celular se ilumina. Camino hacia él y me doy cuenta que tengo un mensaje de Lisa.

«Llámame cuando puedas. Me quedé preocupada anoche.»

Le respondo con un «okay » y me quedo pensando en lo que descubrimos en la madrugada.

matrimonio perfecto. {En Proceso}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora