Idiota

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Narra Emma:

Íbamos de regreso a mi casa, todo estaba en silencio, pero no era un silencio incómodo sino que era uno normal.

-¿Por qué terminaste con Iván?- esa pregunta me tomó por sorpresa.
Pensé que ya lo sabía, por lo mismo que él me había dicho, pero bueno.

-Él...- suspiré- me engañó- miré mis manos.

-¿Con quién?- volteó a verme un segundo y después volvió la vista al camino.

-Creo que el nombre de la chica es Victoria- hice una mueca.

Solo asintió y de nuevo se creó un silencio.

Llegamos a mi casa y lo que quería hacer era dormir, así que solo le di un beso en la mejilla y me bajé de su auto.

Abrí mi casa y vi la hora, eran las seis de la tarde.  No tengo tarea, pero ahora que recuerdo las chicas iban a venir, no sé a qué hora, por lo que decidí enviarle un mensaje a Emily para ver a qué hora llegaban.

Emma: Hola Emi, ¿Cómo a qué hora llegan a mi casa?

Esperé unos minutos hasta que mi celular vibró.

Emily: Como a las ocho amiga, tengo tantas cosas que contarte.
Nos vemos en la noche, besos.

Decidí ya no contestarle, así que tengo unas horas para dormir porque siento que las chicas se van a querer desvelar.

Subí a mi cuarto, me acosté en mi cama y en cuanto mi cara tocó la almohada me quedé dormida.

*Dos horas después *

Desperté por el sonido de mi celular,
miré la pantalla y vi que era un número desconocido.

-¿Hola?- contesté.

-¿Hija?- no lo podía creer.

-¿Qué quieres?- contesté fría.

-¿Qué no le podía hablar a mi hija para ver cómo se encuentra?- preguntó cínico.

-Creo que te olvidaste de que tienes una hija desde hace un año, padre- me levanté de mi cama y bajé las escaleras.

-Lo siento, he estado muy ocupado, ya sabes el trabajo, mi nueva...- de un momento a otro se quedó callado.

-¿Tú nueva qué?- pregunté.

-Familia- respondió en un susurro.

Listo, esta fue la gota que derramó el vaso.

-Quiero que me escuches bien, "padre"- dije haciendo comillas con mis dedos, de verdad estaba muy enojada.

-Okey- solo eso pudo decir.

-No quiero que me vuelvas a hablar en tu vida, ¿entendiste?- no respondió nada- No quiero que me vuelvas a buscar. Y una última cosa, no quiero volver a verte en mi vida y ni siquiera pienses en presentarme a tu nueva familia.- suspiré- Hasta nunca, Tony-colgué.

Esto no me podía pasar a mí, ¿de verdad una nueva familia? Es un idiota prefiere a su nueva familia en vez de a sus hijos.

Decidí ya no atormentarme con esto y mejor esperaré a Emily y a Ana.

Narradora:

A Tony, el padre de Emma, se le hacía difícil el asunto de que su hija ya no le quisiera ver o tan siquiera hablar, sabía que tenía sus razones, pero su nueva esposa Cristal acababa de tener a su nuevo hijo Alex; con Kevin todo iba bien hasta había conocido a su nuevo hermanastro y quedó fascinado con esa escena, pero le faltaba Emma.
No se iba a dar por vencido e iba a ir a visitar a Emma para hablar con ella y también hacerla entender que nadie la podrá reemplazar.

En cambio Rose, su madre, todos los días estaba ocupada, su relación con su novio iba muy bien, pero se le olvidaba que tenía una hija a la cual cuidar, se sentía culpable de ni siquiera mandarle un mensaje a Emma.

Narra Emma:

Las chicas ya habían llegado y por lo que me habían dicho, el bebé estaba creciendo muy bien.

-¿Emma tienes helado?- sí, Emily ya tenía antojos.

-Solo de limón, amiga- sonreí.

-Ya vuelvo- Ana y yo reímos.

Empezamos a platicar de la escuela, no quería tocar el tema de mi padre, y lo bueno es que no me preguntaron por él o por mi madre.

Después vimos una película para ser exactos Bajo la Misma Estrella, lloramos y reímos. Después nos empezamos a quedar dormidas embarradas de helado de limón, ya que, Emily nos empezó a llenar antes de que empezara la película.

Mis días no han estado del todo bien, lo único bueno es que R5 ya va a hacer un concierto y voy a ir sin permiso de nadie, creo que iré con Carlos porque como quiere intentar algo conmigo le diré.

Miré a mi alrededor y Ana y Emily ya estaban dormidas, me fueron pesando los ojos y me quedé dormida.

Los Sueños Se Pueden CumplirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora