Amigas de Nuevo

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Narradora:

Había pasado una semana desde que Emily se mudó con Emma a su casa y digamos que todo eso ha sido una situación rara.
Primero, Emily había vuelto a la escuela y Ana no se juntaba con Emma por la discusión que tuvieron Emily y ella.
Segundo, Emily ni siquiera ha pensado en decirle a sus padres acerca de su embarazo y eso a Emma le molestaba un poco porque ella se está haciendo cargo de todo.
Tercero, la mamá de Emma se iba a tardar una semana más en llegar a su casa según por asuntos de trabajo y bueno, su novio.
Y cuarto, Iván ha estado raro con Emma, pero lo que ella no sabe es que su novio tiene un secreto guardado, el cual hace que tenga esa actitud con ella.

Narra Emma:

Hoy voy a hablar con Ana sobre lo de Emily. Ella no puede seguir ignorándonos por una tontería, pienso que ellas dos deben de hablar.
Emily me dijo que estaba dispuesta a recuperar la amistad de Ana, así que solo hay que convencer a Ana de que hable con Emily.

Ana estaba sentada en una banca leyendo un libro, le dije que nos veríamos en el parque, ya que, hoy era sábado y Emily fue al doctor a ver cómo está su bebé, así que tenía tiempo suficiente para hablar con Ana.

Llegué y me senté a su lado.

-Hola Ana- saludé con una sonrisa.

-Hola Emma- dijo cerrando su libro y me miró.

-¿Cómo has estado?- pregunté.

-Bien, ¿y tú Emma?- dijo sonriendo.

-Bien... oye, tenemos que hablar- dije poniéndome seria.

-¿Sobre lo de Emily?- asentí- No quiero Emma, ¿te das cuenta del error que cometió?- preguntó un poco enojada.

-Sí, me doy cuenta, pero hemos sido amigas desde hace diez años y la conoces muy bien, debes de saber que ella está muy arrepentida y ahora no tiene a nadie más que a mí- contesté también un poco enojada por la actitud que estaba teniendo Ana en este momento.

-Sí, ya lo sé, pero lo que me molesta es que nos haya abandonado de un día para otro disque por su "pelea"- estaba enojada.

-Sí, lo sé, ¿pero sabes? Ella ya no ve a sus padres y el estúpido de Brandon ni siquiera se ha aparecido por aquí- me paré de la banca.

-¿Él sabe qué es su hijo?- preguntó frunciendo el ceño.

-Pues por lo que me dijo Emily, no, y no sé si ella quiera decirle.- dije exasperada. Nos quedamos en silencio por un rato por lo que vi Ana estaba pensando en la situación- ¿Vas a hablar con ella?- pregunté en tono de súplica.

-Está bien Emma, hablaré con ella- sonrió de medio lado.

-Si quieres vamos a mi casa y comemos. Emily no tarda de llegar del doctor- sonreí, estaba muy feliz.

Ella solo asintió y nos dirigimos hacia mi casa, íbamos platicando de cualquier tontería que se nos ocurriera.

Llegamos a casa y abrí la puerta, vi a Emily sentada viendo la tele comiendo chocolate como si no hubiera un mañana.

-Hola Emily- saludé sonriendo.

-Hola Emma y hola Ana- saludó apagando la tele y parándose del sillón.

-Hola Emily- dijo Ana sonriéndole.

-Bueno, ahora yo las dejo para que hablen, cualquier cosa que necesiten estaré en mi cuarto- dije yendo hacia las escaleras.

-Sí- dijo Emily.

Las dejé y me subí a mi cuarto, llegué y me acosté. Pensé en Iván y... ni siquiera me ha llamado, lo que es raro.

Y hablando del rey de roma, este me mandó un mensaje, tal parece que lo invoqué. Qué miedo.

Iván: ¡Hola Princesa! Perdón por ignorarte esta semana, es que algo está pasando en mi casa y no he tenido ánimos para nada y solo... perdóname. Te extraño y quisiera verte mañana, bueno, solo si tú quieres.
Te quiero.

Que mensaje tan raro, pero bueno, también es muy lindo.

Decidí responderle.

Emma: Hola, no te preocupes, te entiendo, también mi semana ha sido extraña y sí, sí quiero verte mañana y yo también te extrañé. Solo dime a qué hora.
También te quiero.

Mientras esperaba su respuesta me puse a pensar en la inmortalidad del cangrejo, hasta que sonó mi teléfono.

Iván: ¿Te parece si te recojo a las cuatro de la tarde y vamos a comer para platicar ambos sobre nuestra semana?

Le respondí enseguida.

Emma: Claro, me parece perfecto. Bueno te dejo, tengo hacer algo.
Te quiero.

Iván: Igual te quiero.

Apagué mi teléfono y bajé. Cuando llegué a la sala, pude observar una escena un tanto rara y chistosa.

Emily y Ana estaban peleando por un pedazo de chocolate.

-¡Hola!- exclamé feliz

-¡Hola!- dijeron al mismo tiempo.

-¿Ya somos amigas otra vez?- pregunté sonriendo.

Ellas asintieron

Entonces las tres nos abrazamos y empezamos a reír.

Me alegra saber que somos amigas de nuevo.

Los Sueños Se Pueden CumplirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora