Narra Emma:
Se había pasado muy rápido esta semana, ya es viernes y hoy es el baile.
Ahora mismo estoy en la sala de mi casa viendo una película con mi padre.
Mi relación con él va bien, después de ese día en que lo perdoné, nos siento más unidos que antes.
Con mi madre, bueno, con ella también va todo bien.-¿Así que tu novio ese va a venir por ti?- me miró de una forma seria.
-Sí, no vayas a hacer nada malo- entrecerré mis ojos hacia él.
-No te prometo nada- volvió su vista a la tele.
Yo solo suspiré y me levanté, ya me tenía que ir a arreglar.
-Me voy a arreglar- le avisé y subí sin esperar ninguna respuesta.
Me metí a mi cuarto y después al baño para así poder ducharme, después salí y me puse mi vestido, y al final me peiné y maquillé.
Estaba dando mis últimos retoques cuando mi mamá gritó desde las escaleras:
-¡Emma, ya llegó Carlos!- me avisó.
-¡Ya voy!- grité en respuesta.
Me puse perfume y agarré mi bolso que contenía lo importante.
Empecé a bajar y oí unos murmullos que después callaron, entonces lo vi, se veía perfecto con su esmoquin.
-Hola- dije ya al bajar.
-Hola- sonrió- te ves perfecta- besó mi mano.
-Gracias, tu igual te ves genial- sonreí.
-Bueno, bueno- interrumpió mi madre- ahora la foto, cariño- sonrió.
-Está bien- nos acomodamos y nos tomó la foto.
-Se ven preciosos- dijo mi madre sonriendo.
-Sí, se ven bien- ahora dijo mi padre.
-Bueno, ya nos vamos porque sino llegaremos tarde- tomé la mano de Carlos.
-No regreses tan tarde- advirtió mi padre.
-Se cuidan- dijo mi mamá.
-Sí, adiós - sonreí.
-Adiós señor y señora.- se despidió Carlos. Cerraron la puerta y nosotros fuimos a su carro- Tus padres me caen bien- sonrió.
-A mí también- reí- pero aún no conoces a mi hermano- lo miré.
-Eso es cierto, ¿cuándo lo conoceré?- preguntó mirándome.
-Creo que en las vacaciones- sonreí.
-Está bien, vamos- así que arrancó y condujo hasta el baile.
Estaba nerviosa, digo es como mi último día de escuela y después a la universidad.
Después llegamos, bajó primero él y después me abrió a mí y bajé del auto.
-Gracias- sonreí.
-No hay de qué, princesa- me agarró mi mano y empezamos a caminar.
El gimnasio se veía bonito, nunca lo había visto así.
-¡Emma!- gritó Emily abrazándome.
-Te ves hermosa - le dije y ella sonrió.
-Gracias tu igual - sonreí.
-Hola Carlos- saludo Emily.
-Hola Emily- le dio un beso en la mejilla.
-¡Chicas!- gritó Ana.
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Los Sueños Se Pueden Cumplir
Fiksi RemajaMi vida cambió, cambió demasiado, y eso pasó desde que tenía diez años... ¿Por qué las decisiones que toman nuestros padres nos afectan a nosotros? ¿Por qué es tan complicado lograr nuestros sueños sin salir heridos en el proceso? A veces quisiera q...