Ya me harté

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Narradora:

Emma salió de su casa y fue con Víctor para arreglar el problema que ha tenido con él durante diez años.

-¡A ver Victor! ¡¿Me podrías decir qué es lo que quieres?!- gritó enojada, ya le había molestado demasiado está situación.

-¡¿Por qué quieres a ese idiota y no a mí?!- gritó enfurecido.

-¡Yo nunca te quise y bien sabías desde la secundaria que me gustaba Iván!- gritó mirándolo fijamente.

-¡Sí, yo sabía y también sé que en el fondo me quieres a mí!- gritó también mirándola a los ojos.

-Yo no te quiero, ¿entiendes? Nunca te quise y además nunca me caíste bien. Al principio, cuando me decías que si querías que fuera tu novia se me hacía lindo, ¿pero sabes? Me harté porque ves todo con negatividad y además, no me dejabas hablar con ningún niño- habló de forma más calmada y bueno, todo lo que decía era verdad.

Al principio a Emma le gustaba Víctor y se la hacía lindo que le estuviera preguntando que si quería ser su novia. Ella creía que era un juego y siempre le decía que no, y aún no siendo nada él se enojaba porque ella hablaba con chicos (amigos), y eso le hartaba y no le gustaba.

-¿En serio? ¿Por qué me decías que no?- preguntó algo confundido, no se esperaba eso.

-Porque me lo decías muchas veces y con el tiempo descubrí cómo eras y me harté- lo miró seria.

-Okey, bueno, quiero termines con el idiota de Iván- dijo agarrándole la mano, pero Emma al instante se soltó.

-No, yo lo quiero, ¿y sabes qué? No vuelvas a venir a mi casa de esta forma, ¿entiendes? Y deja de enviarme tontos mensajes y correos- dijo metiendo se a su casa.

Se fue a su cuarto y se acostó.

En ese momento llegó Kevin a su cuarto.

-¿Qué pasó allá afuera, hermana?- preguntó sentándose en la cama.

Ya era hora de decirle a su hermano que tenía novio.

-Nada importante.- dijo para evadir el tema- Oye, tengo que decirte algo- lo miró nerviosa.

-¿Qué?- preguntó con curiosidad.

-Bueno, es... es que tengo novio- dijo nerviosa.

-¿En serio? ¿Quién es?- dijo tranquilo, a lo que Emma se sorprendió.

Pensaba: "ese no es mi hermano".

-Es... es Iván- habló tranquila y a la vez nerviosa.

-Okey- dijo y se fue a su habitación.

Le sorprendió a Emma su actitud, pero pues ya estaba acostumbrada a que se comportara de esa manera su hermano cuando sabía que tenía novio o le gustaba alguien.

[...]

Eran las diez con treinta de la noche y a Emma ya se le cerraban los ojos, se puso su pijama y se acostó en su cama, se quedó completamente dormida.

Fue un día muy atareado.

Los Sueños Se Pueden CumplirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora