Arcade [Dramione]

Capitulo 18

Hermione despertó con la luz entrando por su ventana. Se había olvidado de correr las cortinas cuando llegó, pero estaba tan cansada y con la cabeza en otro lado, que eso no fue una preocupación en ese momento.

Ahora se arrepentía completamente.

Miró su reloj solo para descubrir que recién eran las nueve de la mañana. A su alrededor, sus compañeras dormían plácidamente.

Se quedó acostada mirando el techo. Aunque corrió las cortinas e intentó, no pudo volver a dormirse. En realidad, había dormido las suficientes horas, pero las ganas de quedarse en la cama la consumían. Fue entonces cuando se puso a pensar en todo lo que había pasado la noche anterior.

Pasó un largo rato hasta que Hermione se controló de su ataque de risa. Luego de eso, ella y Malfoy habían decidido volver finalmente a sus respectivas salas comunes, sin embargo, él decidió acompañarla. Hermione volvió sin la capa y se la presto a él, en caso de que se cruzaran con alguien. Cuando llegaron y él se la devolvió y pudieron verse, descubrieron que ambos seguían sonriendo.

Era como si fuera otra vida donde ella pasaba tiempo con Draco Malfoy. En ese momento, tuvo que disponerse a aceptar que compartir algunos momentos con él no eran malos, si no que, disfrutable incluso. De todos modos, no podía evitar castigarse internamente. Sabía que no estaba haciendo lo correcto, pero tampoco podía parar.

No es que él le agradara específicamente, aunque sí era más tolerable que otras veces, si no, que cuando ella estaba con él sentía que no tenía que usar la máscara. Que podía mostrarse tal cual era, incluso si no dijera nada, él no simulaba que su dolor no estaba, pero tampoco la presionaba a nada. Simplemente, hablaba con ella y ahora, la ayudaba con sus padres.

No hubiera pensado jamás que salvarlo esa noche le traería todo esto.

Decidió levantarse finalmente y disfrutar el día. Se baño incluso tardó más que otras veces ya que sabía que todas sus compañeras dormían. Cuando salió, para su suerte, Ginny seguía dormida. Sabía que se le vendría un interrogatorio importante, pero ya sabía que su excusa del dolor de cabeza vendría bien. De todas formas, debería empezar a esforzarse más la próxima vez que la invitaran a un lugar, pues no estaba siendo una buena amiga últimamente.

Aunque era difícil. Su cabeza era un torbellino de cosas y no sabía cómo tratarlas.

Bajo al gran comedor y descubrió que estaba bastante vacío. Solamente había alumnos de los primeros años, de los demás, no había rastros. Se notaba que la fiesta había estado buena, pues cuando llegó a su habitación la noche anterior, todavía no había llegado ninguna compañera y eran la una de la mañana.

Se sentía particularmente bien. Tenía el presentimiento de que ese sería un buen día. Aprovecharía la resaca de sus amigas para estudiar los libros que Malfoy le había dejado en completo silencio.

Paso algún tiempo más de lo habitual comiendo su desayuno. Disfruto cada bocado y cuando terminó, se dio cuenta que todavía no quería ir a estudiar. Aunque amaba la lluvia, no podía negar que un día de sol cada tanto era bueno. Se decidió a dar una vuelta por los jardines.

Luego de más de una hora, volvió a su habitación dispuesta a tomar la pila de libros e internarse en la biblioteca. Incluso pensó en pasar las primeras horas en el patio, ya que el clima era tan bueno que a su piel pálida le vendría bien un poco de sol.

Cuando abrió la puerta, descubrió que sus compañeras se habían levantado e ido de la habitación, excepto por Ginny. Se encontraba vestida, pero estaba recostada y tenía bastante mala cara.

- Y al fin apareces - Le dijo en tono serio.

- Hola Gin - Le dijo Hermione - ¿Te encuentras bien? ¿Tienes resaca? Puedo prepararte algo.