Arcade [Dramione]

Capitulo 19.

Había pasado un mes desde la última vez que Draco y Hermione se vieron.

Las cosas seguían igual. Su relación con Ginny había avanzado algunos pasos, pero no demasiados. Aún tenían cosas que hablar, pero la pelirroja no quería hacerlo y Hermione estaba demasiado agotada como para insistir.

Luego de aquel enfrentamiento con su amiga, el ataque de pánico en la mansión Malfoy y la discusión con Ron, Hermione había terminado de colapsar. Ella esperaba que un colapso fuera volverse loca, pero no era para nada eso. Se encontraba en un estado total de indiferencia. No había vuelto a llorar, pero seguía teniendo pesadillas constantemente.

Ya no veía sentido a nada. No sentía que las cosas pudieran solucionarse para ella ni para nadie. Algo los había roto luego de todos esos años y nadie sabía cómo lidiar con ello. Ella por su parte, pensaba que sentía demasiado, que era muy emocional pero ahora entendía que era patética por estar llorando en cada rincón. Había decidido enfrentar todo como sabía: estudiando duro y con una mirada seria.

Con el paso de los días, el catorce de febrero había llegado junto con una salida a Hogsmade. Hermione se había negado demasiadas veces a ir a ver parejas besándose y siendo felices. Ginny no había insistido, pero Luna le suplicó que la acompañara y aprovecharán a pasar el momento juntas. Hermione no estaba muy de acuerdo con esta idea, pero Luna hacía un considerable esfuerzo por tener todo en su lugar y no quería ser grosera con ella.

Por lo que esa mañana partieron. Ginny sabía que iba a ver a Harry por lo que iba un poco más arreglada de lo normal, aunque la mayoría iban de esa forma. Hermione no podía juzgarla, hubiera sido lindo pasar un San Valentín con alguien.

Sin embargo, últimamente, había erradicado sus sentimientos por Ron. Era como si se hubieran ido y una parte de su cuerpo los apagó. No es que no le gustara y mucho menos que no quisiera estar con él, pero ya estaba superando el hecho de que no quería estar con ella. Incluso no se sintió mal por ese día no pasarlo juntos.

Apenas llegaron, Ginny corrió y abrazó a Harry. Este se notaba un poco más cansado de lo normal, pero tenía la misma sonrisa de siempre.

– ¡Hola, chicas! – Harry también las saludo con un abrazo. Hermione se sentía incómoda. Tanto si Harry sabía cómo si no, ella no quería estar en esa situación: en medio de sus amigos.

– Espero que pasen un lindo día – Les dijo Ginny.

– Oye Gin, ¿Por qué no tomamos algo antes con Luna y Hermione? – Sugirió Harry.

A pesar de que una parte de Hermione quería ser mala y decirle que sí a Harry, sabía que su amiga necesitaba a su novio. No porque fuera el estúpido día de San Valentín, eso era lo de menos. Ginny estaba mal también y sabía que los momentos con Harry eran algo que le daban alegría por sobre todas las cosas.

– Ya tendremos tiempo, disfruten chicos – Le dijo Hermione dedicándose una sonrisa.

– Aparte, nosotras tenemos muchos planes mucho más divertidos que verlos besarse – Les dijo Luna en tono burlón.

Ambos protestaron un poco, más Harry que Ginny, pero finalmente lo aceptaron y dejando a las dos chicas solas.

– Me alegra que por fin tengamos un rato para conversar – Le dijo Luna entusiasmada – Qué te parece si compramos un gran pastel de chocolate para compartir?

– Estoy totalmente de acuerdo.

Ambas se dirigieron al salón de té de Madame Pudipie. La decoración era escandalosa y la cantidad de parejas acarameladas las hacían querer vomitar, pero era el lugar indicado para conseguir cualquier cosa lo suficientemente chocolatosa.