Capitulo 22

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Había pasado casi un mes desde que Draco Malfoy había abrazado a Hermione Granger.

En realidad, no es como si la hubiera abrazado. Más bien la había sostenido para que no implosionara. Pero dentro de todo y muy en el fondo, él sabía que ella al final no saldría corriendo, pero no quiso soltarla de todos modos.

Si bien en algún pensamiento vago en su cabeza se le pasó que quizás algún día podría conversar con Granger sin que ambos se mataran con cuchillazos verbales, nunca esperó que llegaran a tal contacto físico.

Una parte de él se encontraba preocupado. Era obvio que ella no estaba pasando su mejor momento y él lo notaba. Su estado físico y sus actitudes demostraban un declive en su salud. Draco nunca había pensado que era tan terrible. Sus gritos aún resonaban en sus oídos como puntas filosas clavándose en su cuerpo.

Por otra parte, no podía evitar pensar en todo lo que Hermione estaba causando en él. Ya había dejado de ser un acto de redención y agradecimiento hace mucho o mejor dicho, algo más se sumó a eso.

Él quería pasar el tiempo con ella. Disfrutaba de su compañía, incluso las cosas que antes solían molestarte ahora los veía como algo pequeño que no interfería. De hecho, en el fondo él sabía que una parte de él necesitaba demostrarle de alguna forma su apoyo y entonces, cuando ella más lo necesitaba, intentó demostrarlo.

Pero ahora sentía que había sido demasiado. Hermione no había hecho otra cosa que ignorarlo. Aunque busco cada excusa y pretexto para verla, él sabía que lo estaba ignorando por vergüenza. Si bien tuvo paciencia, y eso que era algo que no era conocido, estaba comenzando a hartarse.

Ese día sería el último examen de refuerzo antes de los EXTASIS. El cerebro de Draco estaba hecho puré. Ya no retenía más información y en parte agradeció que la última materia que verían sería pociones, ya que era bastante bueno en la misma sin tener que esforzarse.

- Mira, somos los primeros - Le dijo Blaise mientras entraba al salón de clase - Buenas tardes profesor Slughorn.

- Buenas tardes muchachos - Los saludo con una sonrisa - Me alegra que llegaran temprano, elijan el lugar que quieran.

- Muchas gracias - Le respondió Draco y ambos se dirigieron a donde estaban los taburetes menos viejos.

- Saldré a buscar unas cosas que olvide, si viene algún alumno avísenle que ya vuelvo - Y sin darle tiempo a responder, salió del salón.

Ambos amigos se acomodaron y comenzaron a desplegar sus cosas.

- Bueno, esta será la prueba final para saber si debo invertir lo que resta de mi tiempo y dar mis ÉXTASIS o no.

- ¿Y qué piensas hacer si no lo haces?

- Bueno, al menos me darán el título para cuando termine. Supongo que de algo debe servir, si no mira a nuestros salvadores - Hizo tono de burla cuando lo decía y Draco entendió rápidamente a quienes se referían - Ellos no terminaron la escuela y son aurores.

- Tu lo dijiste, los salvadores - Imitó el tono - Aparte, ¿Qué quieres? ¿Ser auror?

- Ni de broma. Creo que no quiero hacer nada y tampoco creo que me acepten en muchos lugares - Aunque intentaba disimular, se notaba la molestia en voz - ¿Tu que harás?

- Nada si es posible. Tengo demasiadas cosas y me sobran demasiado dinero, no necesito un trabajo.

- No vayas a ser demasiado modesto.

- Bueno, como si tu no estuvieras en la misma posición.

- En algún momento se nos acabara la fortuna.

Arcade [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora