EXTRA: PERDÓN.

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Capítulo dedicado a mi llave YvelisFer. Gracias por todo amiga, eres increíble!💗

***

Chiara.

Era hoy.

Después de meses volvería a bailar con las chicas.

No estaba nerviosa, era parte de mí hacer esto.

Pero ahora estabas con Caleb.

Si bien, estaba casada y le estaba mintiendo a mi esposo. Todo tenía una razón.

—¿Estás segura?—Repitió.

—Lo estoy, Fernanda.

Tenía un nudo en la garganta por el hecho de tener que llevar una doble vida, cargar con dos yo.

—¿Le dijiste la verdad?—Preguntó mi amiga.

—No pude—Cerré los ojos, recordando aquella cena que yo misma organicé.

Estábamos comiendo entre risas, miradas cargadas de deseo y un amor intenso.

Pero todo se llenó de tensión cuando preguntó.

—Chiara, ¿Qué era lo que querías contarme anoche?—Me miró directamente a los ojos, y no pude sostenerle la mirada.

Se tensó en su asiento, y yo que no quería perderlo decidí responder:—Mañana... Bailaré, con las chicas de mi academia.

Su postura se relajó y mi ceño se frunció, levante la mirada para encontrarme con una sonrisa divertida.

—¿Por eso estabas tan nerviosa? ¿Creías que me molestaría por que bailaras ballet con las chicas de M&P?

Apreté la mandíbula con los ojos algo húmedos.

—Sí.

Se levantó, para venir a mi encuentro y se arrodilló a mi lado, tomando mis manos en las suyas.

—Chiara, nadie más que yo sabe cuánto amas bailar, era tu mayor sueño, no seré yo quién te impida cumplir tus metas—Derramé las lágrimas que mis ojos contenían.—Te amo, y si bailar te hace felíz, lo acepto y respeto. Pero eso sí, no podré ir a verte porque tengo una reunión importante. ¿Me perdonas?

Sollocé con fuerza antes de abrazarlo, el sabor salado de mis lágrimas estaba en mi paladar y no podía dejar de repetirle:

—Perdóname, por favor. Perdóname.

Abro los ojos ante aquel recuerdo. Una solitaria lágrima se deslizaba por mi mejilla derecha.

Con mucho cuidado la limpié para no estropear mi maquillaje, pues Alexa tardó horas en dejarlo tal y como estaba.

—Chiara, es la última oportunidad, ¿Estás segura de esto? Puedes decirle...—Insistía mi amiga.

Tragué con fuerza y voltee para arreglar mi cabello.

—Ya no hay marcha atrás, estoy lista.

Me dió una mirada larga, tratando de hacerme entrar en razón, pero ya le había dado un plazo largo a Caleb.

Esto no sólo implicaba el baile, sino algo más grande, pero algo que perjudicaría a muchos si yo no intercedía.

Era mi momento.

Y ahí, mirándome al espejo, minutos antes de salir al show más grande del Club Ragú... Me odié, y me sentí una completa mierda por engañar a la única persona que me ha aceptado tal y como soy.

***

Caleb.

Me sentía culpable por no asistir a la función de Chiara.

Sé cuánto ama bailar, si no se hubiera convertido en la prestigiosa abogada que es hoy en día, sería la mejor bailarina de Italia. Pero, se lo recompensaré.

Con la cabeza de Kellerman.

Faltaba poco para asistir a la reunión que se llevaría a cabo en el Club Ragú, y ahí, atraparía a esa escoria.

Se lo entregaría a mi reina en bandeja de oro. Ella más que yo estaba enojada porque interrumpió nuestras nupcias, así que deberá enfrentar no sólo a mi furia, sino a la de ella también.

—¿Está todo listo?—Le pregunto a Fabio.

—Sí, señor—Trae un informe consigo que me entrega.—Nuestros hombres están en puntos estratégicos para entrar en cuanto usted de la orden.

—¿Francotiradores?

—Listos.

Reviso el informe de arriba a abajo, no quiero errores, esto es importante.

—Contacta a Fiore, necesito saber si llegó de los almacenes luego de revisar la mercancía, quiero que esté presente cuando atrape a esa rata.

—Eso intenté hace unos minutos, no hay conexión con el almacén—Revisa su micrófono para intentar llamar al guardaespaldas de mi hermana sin éxito.

Un mal presentimiento me embarca, nunca perdemos comunicación.

Saco mi celular para marcarle, corriendo el riesgo de que intercepten la llamada. Nisiquiera suena, simplemente se cae la llamada, dándome a entender que su teléfono está muerto.

Un mensaje de voz se encuentra en mi buzón.

Es de Fiore.

Lo escucho inmediatamente, tratando de contener la desesperación.

Hermano, es ella—Se escuchan disturbios al fondo.—Siempre ha sido ella, puso una bomba en cada almacén—Un estruendo en el fondo me hace apretar el celular.—Nos engañó a todos, Caleb...

—Señor... los almacenes... la diavolessa—Jadea Alexander mientras entra por la puerta—Su hermana... Estaba adentro...

Lo ignoro y cierro los ojos para concentrarme en el audio.

No queda tiempo—Solloza y mis ojos pican.—Lo siento, caleb—Otro estruendo, una interferencia y lo escucho:—Es chiara, ella es la Diabla.

Y explota.

Pacto Con El Diablo [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora