NEKO CORPORATION

30

Un mes embarazado, exactamente un mes según la última ecografía que le hizo Amy. Arthit apenas se había enterado hace unos días que iba a ser papá y que tenía a un mini Kong en su pancita, pero no pudo tomarlo de una mejor manera. Él hablaba mucho con su pancita desde entonces e incluso en momentos, Kong se había encontrado con su pequeño acostado, solo admirando o acariciando su abdomen, acurrucado en sí mismo.

Su vientre seguía creciendo, Kong no sabía cómo era posible, pero desde que se enteró que sería cosa de solo menos de setenta días y que aproximadamente le quedaba un mes y una semana para que Arthit le entregara el maravilloso regalo que era un hijo; él había notado que la pancita de Arthit crecía considerablemente más rápido.

Yihwa iba a visitarlo con frecuencia, incluso Off y Gun pasaban agradables días en su casa. Kong y Off no habían vuelto a tocar el tema de la beca, eso gracias a que el pelinegro le pidió que no hablaran de aquello frente a Gun, el rubio aún estaba algo sensible, aunque intentara no demostrarlo.

— ¡Oh, vamos, Off! ¡Yo también quiero cerveza!

Gun meneó su cola con prepotencia. Kong, Off, Arthit y él habían decidido pasar ese día juntos en la playa, en esa parte alejada que era más que nada privada para las personas que tenían sus casas ahí, aunque realmente la única que se podría apreciar a kilómetros de distancia era la de Kong, y eso ayudaba muchísimo a que el pequeño Arthit no tuviera que esconderse.

Kong y Off llevaron dos six packs de cerveza, al igual que un poco de leche para Arthit y mucha más comida para Gun.

Colocando unas toallas sobre la arena, se sentaron a apreciar el mar, esperando la hermosa puesta de sol ya que Kong le había hablado a Off muchísimo sobre ella y Off deseaba ver si se podía inspirar alguna forma con la imagen.

—Ya te dije que eres muy pequeño, idiota. —Off gruñó, harto de la insistencia del pobre felino. Gun entrecerró los ojos, alzando una ceja después.

—Oh, claro, imbécil. Ahora soy “pequeño” pero cuando estoy entre tus piernas chupándote la Hmmm… ¡Mmm!

Off cubrió con una de sus manos los labios del ojiazul y este pasó descaradamente su lengua por toda la palma de la mano, causando que Off la alejara al instante con una mueca de asco, ante la mirada atenta de Arthit y Kong.

—…Polla. —dijo el rubio, con una victoriosa sonrisa.

—Ugh ¡Eres un puerco, Gun!

Arthit rió fuerte al observar la sonrisa burlona en el rostro de Gun, clara señal de victoria, captando así la atención de todos los demás. El minino cubrió sus labios, inclinando sus orejas hacía abajo. Él no había querido hacer tanto ruido, solo la risa salió.

Kong dejó un dulce beso sobre su mejilla, acomodándolo mejor entre sus piernas, porque sí, el cuerpo de Arthit se encontraba descansando entre las piernas de Kong, con su espalda pegada al pecho del mayor y este inclinado hacia atrás, apoyado en la palma de sus manos.

— ¿Qué es gracioso, Arthit? ¿Acaso no te gustaría saber a qué sabe la cerveza? —Arthit negó con la cabeza, y soltó un par de maullidos, mientras Gun bufaba y se cruzaba de brazos, volteando el rostro para ya no verlo. — Eres tan idiota, no hace daño si se toma solo una vez, esto de que estés embarazado te hace tan aburrido.

Arthit subió la mirada hasta arriba. Alto, alto, queriendo encontrarse con los ojos de Kong, así que se dejó caer un poco más, hasta que por fin sus dulces y grandes ojos conectaron con los del mayor y le hizo un puchero, recibiendo un beso por parte de este.

—No, nene, no eres aburrido. —El minino sonrió, moviendo su cola, otra vez levantando algo de arena, sintiendo como le hacía cosquillas a su piel, volviendo a reír, llevando ambas manos a su pequeña pancita, acariciándola por mero instinto.

— ¿Hambre?

Negó con la cabeza, tomando la mano de Kong para colocarla sobre su vientre y moverla suavemente, indicándole que deseaba mimos. Así que Kong no tardó en alzarle su pequeña remera, empezando a acariciar con ternura la suave piel de su pequeño, ahora siendo ambos el centro de atención de sus otros dos amigos.

— ¿Siempre hace eso? —Cuestionó Off.
—Creo que deberías estar orgulloso de Arthit, hermano, se ha tomado bien el tener a una persona creciendo en su vientre. —Kong asintió, mientras el pequeño Arthit cerraba sus ojos y se dejaba hacer entre las caricias de Kong, soltando unos cuantos ronroneos, en lo que la sombra de su amor se encargaba de evitar que los últimos rayos del sol caigan directo sobre su rostro.

—Arthit dice que es un mini Kong. —Habló Gun, encogiéndose de hombros.
— Está muy emocionado. Ni crean, yo también pensé que él no tomaría bien la noticia, por eso le dije a Off para venir lo más pronto posible, pero cuando lo vi, me abrazó y me dijo “¡Gun! ¡Tengo a un Kong creciendo en mi pancita! Se mueve y hace grr como nosotros.” —Gun sonrió instintivamente, observando el suave movimiento de la punta de su cola sobre la arena.

—Ow ¿Quieres un hijo, Gun?

—Claro, Off, ven, lléname de tu leche.

— ¡Gun! ¡Deja de ser tan cerdo!

—Gato, Jumpol, gato.

Kong rodó los ojos ante la pelea que su mejor amigo y su novio habían empezado a tener y aún más cuando al final terminaron besándose. Les dio su respectivo espacio, permitiendo que sean ellos los que compartieran una escena cursi, mientras sus caricias continuaban haciendo dormir al minino entre sus brazos, soltando un largo suspiro, lleno de tranquilidad.

—Si tomas cerveza y te beso… ¿Estaría tomando cerveza yo también?

—No te voy a besar mientras tomo cerveza, rubio.

— ¿Estás seguro de eso?