~🦋 Mi pequeña reina de Narnia 🦋~ (Edmund Pevensie)

VII

•If Only- Dove Cameron•
No puedo decidir que
está mal y que está bien,
¿Qué camino debería seguir?
si tan solo supiera lo que
mi corazón me decía,
no sé que estoy sintiendo,
¿ésto es solo un sueño?

Entramos en una especie de sala rara con paredes creadas por árboles y el techo abierto. En el centro se encontraba una mesa alargada llena de comida en muy buen estado.

Mis ojos se iluminaron al ver la comida.

Que hambre me ha entrado de repente.

Minotauro: uhhh comida- se acercó ansioso.

Drinian: espera- lo paró.

Edmund ilumbró con su linterna el final de la mesa y ahí se encontraban los cuerpos de tres personas. Todos nos austamos y Harry dió un pequeño brinco del susto y sin querer me pisó.

Wendy: que tonto- reí.

Harry: perdón.

Todos sacaron sus espadas o armas apuntando a los cuerpos. Edmund se acercó a ellos y los alumbró con la linterna.

Caspian: Lord Rebbian- dijo apuntando con la espada a su anillo- Lord Rahiamon- apuntó a otro- los Harovs- apuntó al último.

Lucy le quitó el pelo de la cara a uno, pero lo quitó corriendo al darse cuenta.

Harry: respira...

Edmund: todos respiran.

¡Arriba los vivos!

...

Y yo me hundí como el Titanic.

Chistes de gilipollas como yo.

Me acerqué a la mesa y me comí una pera. Tenía mucha hambre.

Edmund: están hechizados.

Caspian: ¡Es la comida!- advirtió y todos me miraron asustados.

Ignoré sus miradas y terminé de darle el mordisco a la pera. Harry se acercó a mí corriendo.

Harry: ¿Eres tonta?- susurró preocupado.

Wendy: de todos modos voy a morirme ya- dije sin importancia al mismo tono que el.

El suspiro fastidiado y me quito la pera de las manos.

Edmund: mirad, el cuchillo de piedra- lo alumbró con la linterna- esta es la mesa de Aslan.

Caspian: sus espadas...- y entre el, Edmund y yo sacamos las tres espadas y Harry y Lucy trajeron las otras- en la mesa- los cinco colocamos todas las espadas en la mesa.

Edmund: hay seis.

Wendy: falta una.

Las espadas empezaron a brillar de un color azul.

Lucy: ¡Mirad!

Del cielo bajó una estrella, la estrella azul y al llegar al suelo se transformó en una hermosa mujer.

Era rubia, un rubio más tirando para blanco, ojos azules, era pálida, muy pálida, más que yo y eso que estoy al borde de la muerte, lleva un largo vestido blanco y lucía una hermosa sonrisa.

Liliandid: viajeros del alba bienvenidos- dijo y todos se arrodillaron- en pie- todos le hicieron caso- ¿Acaso no tenéis hambre?

Wendy: ¿Quién eres?- me atreví a preguntar.