Yelsha
──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────Abro uno de los cajones que parecen interminables, soltando una nube de polvo que me hace toser. Pensar que este apenas es mi tercer día de castigo hace que la expulsión no suene tan mal.
Unos toques en la puerta me hacen levantarme rápido; no necesito ser adivina para saber que Maya está del otro lado.
La chica entra a toda velocidad antes de que alguien la vea, aunque Nidelys nos dice que no hay nada de qué preocuparse.
—Hola —dice, mirando a su alrededor—. Qué lugar más claustrofóbico. Con razón no podemos venir todos juntos.
—Es un horror —suspiré—. Pero al menos la compañía es buena. —Sonríe con complicidad—. Espero que no te aburra pasar tu recreo largo aquí.
—Los recreos allá afuera sin ti no valen nada. Para mí, es preferible esta tumba.
—¿Más que el aire fresco y el atardecer?
—¿De qué sirven si no estás ahí para disfrutarlos conmigo?
Hay algo diferente en Maya, algo que no logro entender del todo. Sus palabras se vuelven más íntimas de alguna forma, se mueve con naturalidad sin que le importe que nuestros cuerpos se crucen debido al estrecho lugar, sonríe diferente y parece tenerle menos miedo al acercamiento.
¿De qué me he perdido en estos últimos días?
¿Realmente es diferente o solo es mi percepción después del beso?
Tal vez solo es mi mente jugando una broma cruel en un intento de pensar que ella y yo podríamos algún día ser algo.
—Estás muy callada —dice, revisando los archivos del cajón que abrí antes.
—Lo siento, estaba pensando —me siento a su lado en el piso.
—¿En qué? —me mira fugazmente.
—En ti —admito. No vale la pena mentir—. Tienes algo... diferente.
—¿Eso es malo? —abre una de las carpetas.
—No, solo... —me detengo un momento—. No me prestes atención; el encierro me está afectando. Nath tiene razón, esta caja de fósforos es un asco.
—Y hablando de Nath —dice sin mirarme—. ¿Él te dijo algo ayer?
—¿Algo como qué? —alzo las cejas.
—Más bien, ¿no te dijo nada?
—¿Nada como qué? —ahora estoy confundida—. ¿Puedes ser más específica?
—Solo quiero saber de qué hablaron ayer —le tomo el hombro para que me vea.
—¿Acaso me tenía que decir algo? —frunce sus labios.
—No, solo tenía curiosidad. —Su vista baja a mis labios, pero rápidamente vuelve a mis ojos.
De pronto, empiezo a sentir que el espacio entre nosotras se hace más pequeño, y lo más probable es que yo sea la que está acercándose. Echo mi cabeza atrás para crear algo de distancia, así que Maya baja la mirada.
—Mira lo que encontré —intenta sonar normal, aunque de seguro está tensa por mi casi impulso de besarla.
—¿De qué año es? —le sigo la conversación.
—2004. Es muy antiguo. —Se recuesta a mi lado para que mire mejor.
La carpeta contiene un montón de fotos de estudiantes de ese año y algunos profesores que pasan de los 40 años.
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Positivo y Negativo ✔️ 🏳️🌈
RomanceMaya es una chica que intenta encontrarse a sí misma, en el camino se topa con una chica con un pasado que aún la atormenta, pero que más, sin embargo, la ayuda a brillar como nunca. Una amistad que lentamente se transforma en algo más, en una socie...