Positivo y Negativo ✔️ 🏳️‍🌈

1. Preguntas correctas

                                                                Maya                                                     ──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

La música se desliza a través de mis audífonos mientras camino sin rumbo por la provincia.

La vista es mágica; los colores anaranjados y violetas brillan intensamente en el cielo. A lo lejos, la línea que separa el cielo del mar se distingue claramente. Lo único que falta es un coro de voces angelicales, pero sin trompetas; eso sería el fin del mundo.

"Genial, Maya, arruinaste la preciosa vista pensando en un castigo divino."

Decido parar a tomar algo; dos horas caminando ya es suficiente. A lo lejos, diviso una linda cafetería de dos pisos y, sin pensarlo mucho, entro. El lugar es sencillo: unas cuantas mesas con cuatro sillas, un mostrador con dulces en exhibición y una enorme cafetera. Sin embargo, lo que realmente capta mi atención es una pared negra que contrasta con las otras, de tonos crema. En la cima está escrito el nombre del lugar con una hermosa tipografía, y en tiza, han escrito en ella una infinidad de nombres emparejados.

Me detengo un momento frente al muro, observándolos con más detenimiento. Me parece una idea fascinante. Solo puedo pensar: ¿Cuántas historias habrá tras esos nombres? ¿Cuántas comenzaron o terminaron justo donde estoy parada? Y, sin poder evitarlo, me pregunto: ¿Algún día tendré mi propia historia? Uno de los escritos promete que esta cafetería es la oficina de Cupido.

—¿Cuántas historias habrá marcado este lugar? ¿No lo crees? —Doy un pequeño salto al escuchar la voz de una chica que parece haber leído mis pensamientos—. Lo siento —se disculpa mientras se coloca a mi lado—. No quería asustarte.

—No te preocupes, desconocida que lee mis pensamientos. Solo que no me di cuenta de que estabas aquí —digo, intentando que los nervios no me dominen—. Lo siento.

La chica empieza a reír, y yo sonrío por lo bajo. Hablar con gente nueva no es lo mío, pero esto parece un reinicio de vida: mudanza, nueva escuela, nuevas personas. Tal vez es el momento perfecto para salir de mi zona de confort.

—¿Leer pensamientos? No sabía que tenía esa habilidad desbloqueada —se gira hacia mí, observándome detenidamente—. ¿Eres nueva aquí? —pregunta, señalando una mesa cercana a la pared—. Tu acento me suena... —lo piensa un momento—. ¿De la capital?

—Sí, me mudé con mi hermana hace unos días y salí a explorar un poco —me acerco, aceptando su invitación.

—Qué osada —dice con tono divertido.

—¿Por qué?

—Sales a explorar sola un lugar que no conoces. Dime, ¿al menos sabes dónde estás o cómo regresar? —reposa su cabeza en una de sus manos mientras espera mi respuesta.

Intento recordar el camino que he recorrido, pero es inútil—. A... bueno... yo... mmm —dirijo mi vista hacia la chica, que me observa divertida—. Creo que me perdí —digo, rindiéndome al fin.

"Perfecto, excelente inicio de vida nueva."

—No te preocupes, puedo ayudarte. ¿Sabes tu dirección?

—Sí, la tengo en mi celular, pero no es necesario. No quiero molestarte, ni siquiera sé tu nombre —no quiero ser grosera; realmente ella está siendo muy amable conmigo.

—¡Ey! Estoy hablando con una desconocida. ¿En serio crees que tengo algo mejor que hacer? —le resta importancia—. Por cierto, soy Yelsha —dice, extendiendo su mano.

—Soy Maya.

Quizás debería hablar más seguido con desconocidos. Yelsha es agradable y, por alguna razón, me transmite confianza; tal vez porque parece tener una edad cercana a la mía.