13 Elisa Evans

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- Entonces, si vendrá o no ?

Escuché la voz de maddison en el teléfono mientras yo me cambiaba.

-Claro que ira, no me dijo que si pero tampoco se negó... entonces para mí es un si.

-No lleguen tarde, hoy vendrán muchos amigos y posiblemente un futuro novio.

-De cuando acá tienes permiso para tener novio?

-De cuando acá te pedí permiso?

-Se lo diré a papá y a mamá.

-Esta bien, tu ganas. Invite a un chico que me gusta, quiero verme linda para que el me vea linda.

-Por favor Maddie, no necesitas demostrarle a alguien que eres linda, ya lo eres.

-Si lo soy, pero no está demás resaltar unos días más que otros.

-Voy a colgarte, tengo que terminar de alistarme para recoger a Venecia. Nos vemos en casa.

Colgué el teléfono y terminé de vestirme.

Después de terminar fui a buscar a Venecia.

-Carajo-me escondi en una rincón al ver a Raquel salir, me olvidé por completo de ella.

-Venecia, hoy puede que no llegue, tu saldrás?

Venecia estaba en la puerta despidiendo a Raquel.

-Posiblemente.

-De acuerdo bye, no vemos luego baby. Si necesitas algo avísame, de acuerdo?

-Claro que tengas un buen fin de semana.

Raquel fue hasta el ascensor y cuando me asegure de que ya se había ido salí corriendo para evitar de que vencía cerrará la puerta.

-Un segundo!

-Ah!! -venecia grito al escucharme hablar tan fuerte- eres idiota?!Casi me matas del susto Elisa!!

-Perdón, déjame pasar para poder besarte, al menos que quieras que lo haga aquí afuera.

Giro los ojos y me dejó pasar. Cerré la puerta y camine detrás de ella hasta su habitación.

-Entonces, ya estás lista o quieres que te ayude a vestirte?

-No, solo tengo que terminar de recoger unas cosas, espera aquí.

La mire de pies a cabeza.

-Te ves hermosa -note como sus mejillas se pusieron rojas, ¡Por dios que mujer tan hermosa!

Llevaba una falda color beige, y una camisa que resbalaba por sus hombros, me encantaba la forma en que ella solía vestirse, se vestía muy natural, al igual que su maquillaje. Nunca se hacía gran cosa pero siempre se veía hermosa. A mis ojos ella siempre lo estaba.

-Sientate y espera a que termine de vestirme.

Hice lo que me pidió y la espere sentada en la sala. Hasta que por fin decidió salir.

-Vamonos antes de que me arrepienta.

-De acuerdo, nos iremos con choferes. Por precaución.

-De acuerdo, andando entonces.

Camino delante de mi, en serio tiene un buen trasero. Al parece sintió mi mirada en ella y se volteo.

-Deja de mirarme así. Pareces un viejo pervertido.

-Perdon.

Fue un viaje callado, no porque yo no quiera hablar si no por qué ella no quería que nadie nos viera hablar.

Trouvaille [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora