Trouvaille [En Proceso]

21 Elisa Evans

—¿Piensas decirle a tus padres que tu y Venecia están saliendo?

Indagó Vanessa mientras comía.

—Por ahora no. Se lo contaré a Maddie primero, y tenemos que esperar a que se arreglen unos asuntos.

—De acuerdo.

—Mañana empiezan las clases, siento esta semana a pasado demasiado rápido.—se quejo Raquel.

—Nos dio tiempo de descansar—Dijo Venecia—¿además se supone que estamos aquí para estudiar no?

—Ves Raquel. Venecia es responsable. No como ustedes dos.

Vanessa Dijo viéndonos a Raquel y a mi.

—En mi defensa soy de último año.—dije

—No Elisa, en tu defensa eres la hija de la directora y muchos dicen que faltas a clases por que tienes tus beneficios.

—Raquel eso no es cierto. Sabes que mi mamá nunca me ha dado beneficios por eso, al contrario me exige más.

—Uy si.

—Saben nosotras hablamos casi siempre y Venecia esta ahí callada.

Las tres pusimos nuestra atención en Venecia.

—Emm... yo no se que decir, simplemente no encuentro el momento de unirme a la conversación.

—Bebe, puedes unirte en cualquier momento, pero en fin. ¿Les gusto la comida?—pregunto Raquel y frunció su ceño—por que a mi no me gusto para nada.

—Shhh—le regaño vanessa—baja la voz van a oírte.

—Solo digo la verdad.

Se encogió de hombros.

Venecia permaneció casi siempre callada y pensativa, es así casi siempre, las chicas le agradan pero supongo que no esta acostumbrada a salir con amigas.

Y no dejare que se sienta incomoda.

—Creo que deberíamos irnos. Tenemos que descansar para mañana.

—Cierto Elisa, tengo que preparar unos papeles y organizar todo.

Todas asentimos nos retiramos.

—¿Vieron al mesero?—dijo raquel—esta muy sexy.

Frunci mi ceño al igual que Venecia.

—No hables de cosas hetero en mi presencia Raquel. Me enferma.

—Ay porfavor, que seas lesbiana no quiere decir que todas aquí lo seamos.

Se quedó viendo de reojo a Venecia.

—bueno...

—No molestes a Venecia, Raquel, mejor camina para irnos a casa.

—Solo era curiosidad Elisa.

Sin más rodeos nos fuimos la universidad, Vanessa entró al departamento y yo me fui con Venecia y con Raquel al suyo.

Raquel entro a su cuarto y Venecia y yo nos quedamos en la sala de estar.

—¿Te gustaría ir a algún lugar florecita?

Le pregunte buscando sacarla de sus pensamientos.

—No. Quiero quedarme aquí.

—De acuerdo. Podemos ver una película en tu cuarto si estás de acuerdo.

Asintio y me tomo de la mano llevándome hasta su habitación.

—¿Cuál es tu princesa favorita?—Le pregunte mientras me acomodaba en su cama.

—Bella.

—¿La que el monstruo la secuestro?