Trouvaille [En Proceso]

26 Venecia Jonhson

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5 días.

Han pasado 5 días desde la última vez que vi a Elisa, no soy tonta y se que ella me esta evitando. He tratado todo con Olivia y si no fuera por que presiento que ella puede o pudo ser algo de Elisa no me sentiría cómoda.

Pero la verdad, me siento con una sensación extraña. Siempre la llama para preguntarle como está, y cada que Elisa la llama ella sonríe. Yo solo trato de pensar en otras cosas pero mis pensamientos me juegan sucio y empiezo a preguntarme...¿y si todo hubiera sido diferente? ¿Elisa y yo habríamos logrado algo? Claro. Se que toda la culpa es mía, no pensaba más allá de lo que mi padre me ordenaba o de pensar "que dirán las demás personas" ahora pienso que no me importa, solo quiero salir de mi divorcio cuanto antes e irme a un lugar lejos.

Corea.

Ok no. No me voy a ir, no podría. Pero tampoco me pienso quedar a ver como en algunos años más Elisa se case con olivia.

—Estas más pensativa de lo normal.—inquiere Ema haciendo que rompa la burbuja de pensamientos que había creado—y estas tocando mucho ese anillo. O sea que estas pasando por un momento dónde te da la locura.

—No. Solo pienso y ya.

—¿Sobre el divorcio?

Le conté a Ema sobre el divorcio, claro que recibí su total apoyo ya que ella es una de las primeras que se opuso a mi casamiento con Oliver.

—Si. Quiero salir cuanto antes de esto.

—Todo saldrá bien, y espero que sea pronto por que mis tíos me comentaron de nuevo sobre ustedes, hasta me pidieron ayuda para buscar un lugar para que fueran de vacaciones.

—Que sueñen más.

—¿Que harás mañana?

—Es viernes, podría decirte que salgamos pero me encuentro agotada. Así que me quedare aquí.

—¿Y hoy?

—Tengo que ir a ver a la abogada.

—Necesito un favor mañana.

—Te escucho. Claro, si esta en mis manos de ayudarte.

—La hermana de Mateo estará muy ocupada y no quiere dejar sola a su hija, así que nos la dejó a Mateo y a mi...

—No.

Absolutamente no.

—Porfavor.

—No.

—Mañana es nuestro aniversario de novios. El me quería llevar a un lugar.

—¿No tiene la mamá suficiente dinero para pagar una niñera?— me parecería estúpido si no fuera así.

—Claro que si. Pero son delicados con la niña, no les gusta que alguien que no sea de confianza la cuide.

—Yo no conozco a esa mujer, Ema—me levanté del sofá para ir a la cocina—como se supone que la cuidare.

—Ella no sabrá nada, tu solo tienes que encargarte de darle el biberon y que duerma.

—¿Biberon?

—Tiene ocho meses.

—No.

¿Que se supone que haré con ella? Y sobre todo...cuando tenga que cambiarla...

—No lo haré.

—Por mi.—me tomo de los hombros para verla de frente—Nunca te pido nada, porfavor Venecia. Prometo volver temprano.