La chica del club.

37. Coches de lujo.

Coches de lujo.

     Una treintena de coches, dieciséis sospechosos y una operación conjunta con la guardia civil. Guillén tenía antecedentes por robos menores, peleas y trapicheos varios con sustancias, pero, se colocó por arte de magia a engordar la lista por robo, y tráfico ilícito de vehículos de alta gama. La investigarían. Su padre la puso al corriente con gesto severo pidiendo secreto de confesión. Ésta operación está fuera de su jurisprudencia, si la estaba poniendo al corriente, es por ser quien era.

Luc silbó como si fuera a estrellarse contra algo, y Samuel, pudo oler la adrenalina recorrer el cuerpo de su hija, así que zanjó el tema con un:

     —No metas las narices, y aléjate de esa mujer.

Salió del despacho con una sensación agridulce. Mantenerse alejada era una orden que tendría que acatar por su bien, y por el de su padre, que había confiado en ella. Pero lo que no podía hacer es alejarse de Carla. Una persona como Guillén solo le traería problemas, y éste percance de significarla frente a la policía, represalias.

Un mensaje en el móvil la trajo de vuelta a la realidad. Una realidad voluptuosa que le era imposible obviar.

Natalia: ¿Bailamos?

Visto.

A Luc se le enciende la bombilla. Esta noche bailarían, sí. Y ella sabía el sitio perfecto para tapar ambos frentes.

Luc: No me lo perdería por nada del mundo. Avisa a los chic@s.

Visto.