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2.

Felix tuvo varias clases antes de matemáticas y se estaba muriendo de los nervios cuando tocó esta clase.

Hwang entró en la clase con unos vaqueros negros pegados y una camisa blanca.

-Esta jodidamente guapo, pena que sea un cabrón.- Pensó Felix.

-Buenos días.- Dijo el profesor sin ninguna expresión alguna.

Dejó su maletín en la mesa y lo primero que hizo fue acercarse a la mesa de Felix.

-¿Y tus copias?- Preguntó con una cara despreciativa, impresionante como ayer le dijo querido y hoy le miraba mal.

Felix tragó saliva. -No las tengo profesor... perdón es que de verdad no he tenido tiempo.

Hwang pareció no sentir ninguna pena sobre él, le volvió a mirar despectivamente. -Bueno pues entonces tendrá que traerme 150 para mañana, si no serán 300 y si tampoco, estará castigado.

Felix prefirió perder un descanso a todo el tiempo que le exigía hacer 150 copias así que simplemente asintió sin intención ninguna de hacerlas.

-Bueno Lee, como veo que no las has traído lo siento pero pasarás la clase entera de pie allí al fondo, ¿o prefieres sentarte a mi lado?- Hizo una pequeña pausa haciéndose el pensativo. -Sí, te pondrás sentado a mi lado, que es la primera vez, por ahora no te pondré de pie.

Felix suspiró de alivio, aunque se sintió algo humillado ya que escuchó risas de sus compañeros.

-Vamos, ahora vas a ser mi vecino, ¿qué te parece?

-Una mierda- Pensó Felix mientras dejaba sus cosas en la mesa del profesor y ponía una silla al lado. No dijo nada.

Dar clase al lado del señor Hwang era algo desagradable, ya que a Felix le gustaba tener intimidad a la hora de pensar y hacer sus tareas y tener a Hwang al lado no le ayudaba en nada.

Primero, le incomodaba que le mirase fijamente todo el rato. Segundo, cada cinco segundos le preguntaba si tenía alguna duda y le corregía cada vez que se equivocaba. Tercero, Felix moría de nervios teniendo a ese hermoso hombre tan cerca suya y tan centrado en él.

-Bueno, la clase está a punto de acabar, aprovecho para recordarles que mañana les haré una pequeña prueba, no es un examen, pero es muy importante aprobar, hasta mañana.- Dijo mientras recogía sus cosas, pero antes de marcharse le guiñó un ojo a Felix y le dijo: -No te olvides de las copias eh, no quiero castigarte.

El profesor salió de la clase y el pecoso suspiró mientras que se iba de la mesa del profesor.

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Hwang llegó a su lujoso piso cuando se encontró con una sorpresa al entrar, su padre le esperaba sentado en un sofá.

-Hola Hyunjin.- Dijo su padre mientras se levantaba a saludarle.

-Buenas padre, ¿qué hace aquí?- Que su padre le visitase no solía ser bueno.

-Veo que estás genial en el piso, pero me temo que voy a tener que darte una lección. Como ya sabes, estaba a la venta y mientras tú vivías aquí, pero me temo decirte que alguien me ha comprado la casa, y obviamente no podrás venir a vivir con nosotros, a menos que quieras dejar tu vida de aquí.

Hyunjin negó.

-En fin, tendrás que irte a un apartamento y tendrás que pagarlo tú mismo, si alguna vez necesitas dinero, podrás pedírmelo pero te tendrás que apañar tu mismo a partir de ahora. Tendrás que irte hoy, ya han empacado tus cosas.

Hyunjin miró al rededor y se dió cuenta de que todo estaba en cajas y el piso estaba completamente vacío. Abrió la boca para decir algo, pero luego la cerró.

-No te preocupes, ya conseguí tu apartamento e irán a llevarse tus cosas dentro de unos minutos. Como no has estado guardando mucho dinero ya que te aprovechas de que tenga dinero, ahora que estás solo no podrás permitirte un lujo como este, pero tranquilo, todo esto te hará un hombre más fuerte.- El timbre sonó. -Ah, serán los de la compañía de mudanzas, cuando quieras vamos a ver tu nuevo hogar.- Salió por la puerta.

-¡JODER, VAYA PUTA MIERDA DE VIDA QUE TENGO!- Gritó Hyunjin desesperado mientras se agarraba de sus pelos. Fue a pegarle una patada a una caja cuando su padre volvió a entrar con muchos trabajadores.

Tal vez su padre quería de verdad que madurara o joderlo, no lo sabía ni Hyunjin.

-Vamos hijo, a tu nuevo hogar.

Llegaron a unos pequeños pisos, bastantes acogedores, su apartamento tenía dos habitaciones, un baño, una pequeña sala de estar y una cocina que conectaba a un balcón.

-Tal vez debería saltar de allí.- Pensó Hyunjin mientras se asomaba.

En unas horas estaba todo colocado, amueblado y ahora todo se veía mucho mejor.

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Felix llegó a su apartamento, cuando apareció la señora Gong (una mujer de unos 57 años aproximadamente) por el pasillo, saludándole.

-Joven Felix, me alegro mucho de verte, veo que últimamente estás muy ocupado.

-Ni se lo imagina.- Respondió él con una sonrisa.

-Bueno, venía a contarle que tenemos un nuevo vecino, justo enfrente de tu puerta, parece joven, tal vez de tu edad.

Felix se alegró de tener un nuevo vecino de su edad, tal vez podía llegar a hacerse su amigo.

-Qué bien, iré a saludarle en un rato, hay que ser amable siempre.

-Genial, dile que todos de este edificio le damos la bienvenida y que esperamos que esté cómodo aquí.

-De acuerdo.- Respondió Felix mientras entraba en su apartamento.

Sé duchó y se puso algo más cómodo, pero antes de salir a saludar a su vecino nuevo, recordó las 150 frases del señor Hwang, tal vez debería hacerlas pero, ¿qué perdía al no hacerlas? Tal vez, el señor Hwang se pasaría los días pidiéndole más y más frases. Decidió dejar de pensar y salió de su apartamento a saludar a su nuevo vecino. Tocó el timbre.

En unos segundos la puerta se abrió y Felix se inclinó al segundo.

-Buenas, soy Felix su nuevo vecino, espero que esté cómodo y de parte de todos los vecinos, bienvenido.

Felix no se dio cuenta de quién era hasta que se irguió y se quedó con la boca abierta. ¿Era un sueño, no?

-Hola Felix, gracias por todo, alégrate ahora a parte de ser mi vecino en clase de matemáticas lo serás en tu vida cotidiana.- Dijo con su típico tono de sarcasmo.

Exacto, era Hyunjin. Felix le sonrió, no sabía que hacer. De repente, estaba muy nervioso.

-Bueno, eso es todo, espero que pase una buena noche.- Dijo dándose la vuelta dispuesto a entrar a su apartamento.

-Espera Félix, pasa, te invito a un té o lo que quieras, introdúceme.

-¿Qué?

-Que entres y me introduces a este edificio, cómo son los vecinos y todo eso.

-Ahhh...eso tenía más sentido.- Pensó Felix. -¿Pero no le molesto?

-Que va, pasa.

Los dos entraron al apartamento.

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Por aquí dejo el segundo cap, espero que os guste.

Muchísimas gracias Daaniii_01 por comentar y darle apoyo. ❤️‍🩹